Los cupones atados al PBI volvieron a subir ayer, lo que demuestra que la City confía en que el dato de crecimiento será mayor al 3,2%. Estiman que los avances seguirán
El Indec publicará hoy la nueva medición del PBI de 2013, un dato que siguen de cerca los tenedores de cupones ya que si el dato supera el 3,2% se gatillará el pago de más de u$s 3.000 millones. Por eso es que ayer los negociados warrants volvieron a subir –aunque de forma más moderada que en la víspera– hasta 2,4%.
Si bien el martes los cupones habían alcanzado subas de 4%, ayer los avances fueron más modestos, según analistas de la plaza porteña porque todavía no está dicha la última palabra pese a que son más los inversores que creen que el gobierno va a pagar. De hecho, desde el gobierno trascendió que el pago se va a realizar.
Pero la duda surge por diferencias decimales. Tal como resaltó Ramiro Castiñeira de Econométrica, “las estimaciones privadas están sobre el margen para ser tan categóricas”. El economista se refiere a que “no se habla de un PBI de 3 o de 6%, sino de 3 o de 3,3%”. Esa ínfima diferencia podría hacer que el país se ahorre una suma importante de dinero, en momentos es que el Banco Central (BCRA) batalla por cuidar cada dólar de las arcas.
Sin embargo, Castiñeira advirtió: “No es una cuestión de decisión política, hay que pagar si corresponde”. Lo mismo consideró Miguel Arrigoni, a cargo de First Corporate: “El gobierno tiene que pagar lo que las cifras oficiales digan que tiene que pagar”.
El avance más relevante de ayer fue el del Cupón en dólares bajo ley de Nueva York, un papel que ya había ganado un 4% el martes. Así, sumó un 6,5% en dos ruedas. Lo siguió el cupón en euros, con una ganancia de 1,6%. En tanto, el warrant en pesos y en dólares, bajo ley nacional, ascendieron 0,9% y 0,5% respectivamente.
“Los cupones abrieron casi neutros y después tomaron impulso, pero sobre el cierre volvieron a los niveles de la apertura”, comentó Sabrina Corujo, analista de Portfolio Personal. El ejemplo más claro es el del cupón en dólares con ley neoyorquina, que llegó a trepar 6%, sin embargo cerró 2% arriba.
Según Corujo, fue una jornada tranquila, sin temores por lo que pudiera publicar el Indec hoy. “Hay expectativas de pago. Una vez que se confirme esto, va a ratificarse el atractivo de esta inversión para el mediano plazo”, subrayó. “Tienen un potencia de suba atractivo”, resumió la especialista. No obstante, también recordó que, después del rally, llegará una toma de beneficios.
Cabe señalar que los cupones vienen subiendo con fuerza. Si se toma el rendimiento del último mes se perciben subas de hasta 14%. Además, queda en evidencia que a medida que se acercaba la fecha en la que revisaría el PBI también crecía la certeza del pago, porque si se toma la evolución de los warrants en el año, los avances son un par de puntos por encima del alza mensual.
La discusión entre la oposición, el gobierno y el sector privado sobre el pago o no de los cupones ya lleva varias semanas. Legisladores opositores aseguran que, a partir de cálculos de consultoras privadas, el PBI de 2013 fue de 2,9%.
El diputado nacional del PRO, Federico Sturzenegger, expresó en conferencia de prensa junto a otros legisladores, que “este año no debería pagarse este cupón del PBI”. A su vez, indicó que la brecha entre el PBI oficial y el promedio que surge de los cálculos privados es del 14%. “En lo que es PBI, seguimos con estadísticas que no son confiables”, aseguró el economista macrista.
Para Arrigoni, esta controversia solo desprestigia la imagen del país: “Si un inversor extranjero cree, según la oposición, que el gobierno le pagó menos por el Cer, y ahora que hay un sinceramiento también le dicen que no le tienen que pagar el cupón, no sabe en quién confiar. Creo que criticar por criticar no sirve”.
En tanto, Carlos Melconian, de M&S consultores, sostuvo en declaraciones radiales que “si la oposición fuera viva dejaría que la gestión de Cristina Kirchner cancele todas las deudas para alivianar al que asuma en 2015”. Por si fuera poco, dijo que no pagar el cupón como consecuencia de un debate de decimales, “sería un escándalo”.