La cotización del libre perdió $65 y los financieros quedaron cerca de $1.300. La brecha se mantuvo por encima del 40% y el BCRA no pudo sumar divisas
Pasaron dos semanas desde que el sábado 13 de julio el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, dieron inicio a una nueva fase del programa económico, al anunciar que el Gobierno aplicará una política de“emisión cero” de pesos y congelamiento e incluso reducción de la Base Monetaria Amplia, en caso de caída en las reservas de dólares.
El esquema oficial apunta a compensar la emisión de pesos originada por la compra de divisas a exportadores en el mercado de cambios con la venta en el mercado de valores, a precio del “contado con liquidación” y MEP -un 43% más caro- para esterilizar lo emitido y, eventualmente, quedarse con la diferencia.
A la vez, el acuerdo alcanzado por con los bancos para dar de baja los “puts” o garantías emitidas por la colocación de deuda en pesos, a través de la colocación de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), vigente desde 22 de julio, eliminó la potencial emisión monetaria que implicaban estos instrumentos.
¿Qué pasó en estas últimas dos semanas? Se dio una corrección de las cotizaciones alternativas del dólar, que habían alcanzado máximos nominales.
El dólar libre perdió 4,3%, cerró a $1.435 el viernes y volvió a niveles del 8 de julio. Las paridades bursátiles recortaron 8%, para quedar más cerca de $1.300, a valores de un mes atrás.
La brecha cambiaria entre el dólar oficial y el “contado con liquidación”, que había superado el 50%, cedió, pero se sostuvo en torno a 40%, un margen aún demasiado alto para pensar en una pronta unificación cambiaria. Y si bien la intervención del BCRA en los negocios del dólar que se efectúan en el mercado de valores no fue muy relevante -sin datos oficiales-, quedó expuesto que la entidad monetaria atraviesa un período en el cual no puede acumular reservas.
“Nuestro interrogante surgió a partir de que el nuevo mecanismo de intervención en contado con liquidación y MEP sólo sirvió para comprimir la brecha inicialmente. Precisamente, se estacionó en torno a 43% / 44%, tras haberse desplomado de 54,6% el viernes previo a los anuncios a 39,7% el martes pasado”, afirmaron los expertos de Portfolio Personal Inversiones.
Tras los anuncios de política monetaria, las paridades financieras del dólar, las cotizaciones del “contado con liquidación” y MEP, quedaron en torno a $1.330. Esta baja impactó en el precio de los activos bursátiles, que cayeron más en pesos que en moneda norteamericana, mientras que subió el riesgo país para aproximarse a los 1.600 puntos básicos.
“Ante las nuevas herramientas monetarias, e intervenciones en algunas ruedas detectadas por los operadores, es que la ‘brecha’ viene buscando estabilizarse en la zona del 45%, un nivel que luce aún elevado más allá de haber aflojado desde el 55% inicial. En caso de así decidirlo las autoridades, una contracción adicional podría llegar a corto plazo por una profundización de las ventas -aunque con mayor presión sobre las reservas- o elevando la tasa para mejorar el atractivo de las colocaciones en pesos, así como más a mediano plazo al sostenerse en el tiempo un superávit fiscal y un apretón monetario que encaminen hacia una gradual salida del cepo”, definió el economista Gustavo Ber.
A través de un comunicado, el BCRA definió el martes 23 los instrumentos necesarios para alcanzar sus objetivos, “en particular en lo que hace a guiar las expectativas de inflación”, entre ellos, “la esterilización de pesos emitidos por la compra de reservas” internacionales en el MULC (Mercado Único y Libre de Cambios) desde el 30 de abril.
Así, precisó: “Con el fin asegurar la reducción de la inflación, el BCRA procederá a esterilizar los pesos emitidos por la compra del saldo de la balanza de pagos posterior al 30 de abril, fecha en la cual se limitó la cantidad de dinero en relación al nivel de la Base Monetaria Ampliada. La contracción monetaria máxima prevista por esta vía sería del orden de $2,4 billones y se inicia eligiendo como mecanismo operativo la venta de dólares en los mercados paralelos de cambios, incluyendo el MEP y CCL (contado con liquidación)”.
“Tanto el ritmo como el monto total de esterilización y el mercado a través del cual se implementará la misma serán administrados por el BCRA en función de la evolución trimestral de liquidez y las consecuencias para la estabilidad de precios que pueda traer el desvío de su evolución con respecto a la trayectoria determinada en la programación monetaria”, añadió la entidad monetaria.
Juan Manuel Franco, economista Jefe del Grupo SBS, afirmó que “tras el anuncio del Gobierno de que esterilizará los pesos por compras de divisas en el MULC vía ventas en contado con liquidación, la mirada de los inversores pasó rápidamente a la posibilidad o no de que Argentina cuente con las reservas suficientes para pagar los vencimientos de bonos en dólares de 2025. Recordamos que en enero el pago de deuda de mercado se ubica aproximadamente en USD 4.400 millones. El Gobierno ya había anunciado que compraría dólares para el pago de intereses -aproximadamente USD 1.500 millones-, aunque no especificó nada sobre los pagos de capital, correspondientes a los bonos cortos. El anuncio llevó, en la semana pasada a una caída en las paridades bonos soberanos en dólares producto de la incertidumbre al respecto”.
“En este contexto, el viernes pasado el presidente Milei dijo que iban a pagar como sea y se refirió a una operación de REPO para el caso en que no haya posibilidad de ‘rollear’ la deuda en el mercado. El REPO consiste en un préstamo de corto plazo en que quien toma los fondos deja como garantía algún activo. Si bien no especificó cuál, bien podría ser el oro que hace poco se trasladó de Buenos Aires a Londres, tal como dijo el ministro Caputo en una entrevista. Los riesgos de un REPO no son elevados siempre que el país cuente con las garantías, por lo que de ser utilizada esa estrategia, puede garantizar el pago en el corto plazo, pero que idealmente lo necesario es profundizar la normalización macro para poder directamente ‘rollear’ los vencimientos sin la necesidad de recurrir al financiamiento de corto plazo. Recordamos que los pagos de deuda de mercado de Argentina de 2025 en adelante suben sustancialmente y que, si bien la perspectiva en materia de flujos por inversiones en hidrocarburos y minería son optimistas, lo ideal es poder volver eventualmente a los mercados internacionales. Sostenemos que, para ello, sigue siendo fundamental dar señales con relación a la remoción de controles de cambio, una de las principales limitantes a la hora de pensar en el desarrollo de la inversión privada”, expresó Franco.
Con la vigencia del nuevo esquema monetario anunciado el 13 de julio, el Banco Central mantiene una absorción neta de pesos por sus compraventas en el mercado de cambios, pues lleva esterilizados desde el lunes de la semana anterior $129.551 millones. Esto es un sobrecumplimiento del estricto del esquema de “emisión cero” al que se comprometió el Gobierno. Esto, además de la anunciada esterilización de pesos emitidos por la compra de reservas en el mercado mayorista desde el 30 de abril ($2,4 billones).
“Frente a un segundo semestre en el que estacionalmente el BCRA es vendedor neto, el Gobierno aclaró que se esterilizará toda la emisión por este concepto desde mayo, lo que implicaría una salida de unos USD 1.900 millones que el Banco Central realmente no posee”, explicó Consultatio Financial Services en un informe.
“La interpretación del mercado fue que esta última medida es de carácter principalmente cambiario y que su objetivo es reducir la brecha, y que además conlleva una inconsistencia fundamental: mientras menor la brecha, mayor la intervención. Mientras el Gobierno se enfoca en los pesos, la atención del mercado está en la acumulación de dólares necesarios para pagar los vencimientos de interés y capital a partir de 2025″, agregaron los analistas de Consultatio.
El analista y asesor de negocios Salvador Di Stefano afirmó que “la estrategia del Gobierno es que los dólares MEP y ‘contado con liquidación’ se arrimen al mayorista y no que el mayorista se arrime al MEP y el contado con liqui. El Presidente tiene esa idea. Ahora, si los dólares bursátiles se arriman al mayorista, realmente vamos a tener un dólar más bajo para los exportadores y eso va a generar problemas de competitividad”.
“Este es un plan económico que quiere tender ir a la deflación, que la gente empiece a usar los dólares como moneda de circulación. Es un plan que quiere ir a la dolarización, muy duro, y que el empalme para conseguir dólares tiene que ver con el inicio de la Ley de Blanqueo, que aparezcan los dólares del RIGI, que aparezcan los ingresos fiscales del blanqueo y Bienes Personales y todas estas reformas que se han realizado hasta el momento”, apuntó Di Stefano.
“Al Impuesto PAIS lo vamos a sacar. Es un impuesto distorsivo que pega directamente en precios. Cuando saquemos ese impuesto en septiembre vamos a ir a una nueva baja en la inflación importante. Se termina efectivamente en diciembre y ahí hay una recomposición del tipo de cambio del 17%. Nosotros queremos bajar la inflación y generar competitividad bajando impuestos”, declaró el ministro de Economía Luis Caputo.
Inquietud por las cuentas del BCRA
El Banco Central mantiene un saldo positivo por sus compras en el mercado mayorista, pero las reservas internacionales caen cerca de USD 1.700 millones en julio, se ubican en torno de USD 27.300 millones, un piso en cuatro meses.
Los idóneos de Balanz Capital destacaron: “Hacia adelante, consideramos que las compras de dólares por parte del BCRA y las reservas cobrarán mayor importancia, dada la intervención anunciada, al igual que el balance fiscal y los progresos en la inflación. Nuestras preferencias actualmente son el GD29 y GD30, ya que comienzan a amortizar el 9 de enero de 2025 y creemos que esto les proveerá cierto sostén ante escenarios negativos”.
Por su parte, los analistas de la gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia consideraron que “la decisión de vender reservas en el mercado paralelo sobre exige a la cuenta corriente -especialmente al comercio exterior de bienes y servicios- como fuente de divisas para cancelar las obligaciones de deuda. Por caso, con una brecha del 55% el superávit comercial de bienes y servicios no debería ser menor a USD 30.000 millones -el máximo fueron USD 21.200 millones en 2008- para sumar USD 10.000 millones netos a las reservas. En consecuencia, sin una relajación del crédito en moneda extranjera, el escenario se vuelve sumamente complejo. En este escenario, el financiamiento de organismos multilaterales (FMI, entre otros) aparece como la principal salida viable -no podemos descartar una eventual reestructuración con privados, aunque al momento no hay información-”.
“Podemos preguntarnos si la medida anunciada el sábado 13 de julio acerca o aleja el desarme del cepo. Por un lado, reduce la brecha y los agregados monetarios, de modo que pareciera acercarla. Sin embargo, y en sentido contrario, describieron los analistas del Banco Provincia:
- aumenta el poder de compra en dólares de los residentes,
- suma oferta “adicional” de divisas al CCL, por lo que este deja de ser un techo para la unificación, y
- reduce la acumulación de reservas esperada, aunque debería mejorar el cociente pesos/dólares -si se lo realiza solo con la base monetaria: la creación secundaria de dinero, vía créditos bancarios, no necesariamente se moderará medida en moneda extranjera; así, el resultado es incierto a priori-”.