Si el comunicado -minuta como se la conoce en la jerga- de la Reserva Federal de Estados Unidos, se hubiera emitido cuando abrieron los mercados, tal vez hubiera sido un mejor día para los inversores. De hecho, Wall Street se dio vuelta, una hora antes del cierre. El Dow Jones, que estaba perdiendo 0,60%, termino 0,21% arriba.
La minuta había traído alivio sobre el final, a un mundo que estaba convulsionado por el derrumbe de la lira turca y la crisis italiana que hizo que el euro bajara 0,50% frente al dólar.
La Reserva Federal dijo que sería tolerante con una inflación algo mayor del 2% anual. Es decir, no está tan firme su convicción de subir la tasa de interés en la próxima reunión del 12 y 13 de junio. Esta minuta, correspondía a la reunión del 1 y 2 de mayo, pero se dio a conocer, como es habitual, algunos días después.
Las novedades no solo derrumbaron al peso sino que hicieron que la Bolsa abriera y cerrara en abrupta baja y que los únicos ganadores sean los que compraron Letes en dólares y las pagaron en pesos en la licitación del Gobierno.
En su afán de que los inversores no pidieran tasas más altas, permitió pagarlas en pesos lo que dio una ventaja adicional: el tipo de cambio era el del día anterior, es decir de $ 24,75.
Para los inversores fue un gran negocio, especialmente para los que compraron las Letes más cortas, las de 176 días que pagan una tasa de 4% anual en dólares. Las de un año pagaron 4,3%. Se colocaron USD 500 millones. Estas tasas en dólares son un punto más altas que el año pasado cuando se pagaba 3% anual.
Para Juan Miguel Salerno de Compass Group, la operación fue un gran negocio para los pequeños y medianos ahorristas, en particular porque «evitan pagar la diferencia entre el precio comprador y vendedor del dólar que llega a casi un peso. Los más beneficiados fueron los que compraron a plazos más cortos, porque para los ahorristas pequeños venderlas ante de su vencimiento es algo complejo y pierden de ganar por las comisiones que les cobran. Lo ideal es que esperen al vencimiento que las cobran íntegramente en dólares, más la tasa de interés».
En el mercado cambiario, la fuerte venta de bancos oficiales y el hecho de que el agro liquidara exportaciones en niveles similares a los de la pre crisis cambiaria, hizo que el dólar al público en bancos y casas de cambio bajara de su máximo de $ 25,03 y cerrara en $ 24,99, contra 24,86 del día anterior. El «blue» subió 10 centavos a $ 25,50.
En la rueda mayorista, donde se operaron USD 939 millones, el dólar «hoy» comenzó a operar a $ 24,44, con la firme oferta de USD 5.000 millones a $ 25 del Banco Central en las pantallas. La estrategia volvió a dar resultado con la ayuda de banca oficial y exportadores: el dólar después de tocar un máximo de $ 24,50 terminó en $ 24,49, diecinueve centavos por encima de la rueda del martes.
Las reservas perdieron USD 670 millones a 53.591 millones. Por la baja del euro y la libra, que fueron atenuadas por la suba del oro, se perdieron USD 60 millones.
La caída se explica porque al Club de París se le pagó una cuota de USD 670 millones, producto de la negociación del ex ministro de Economía Axel Kicillof, que aceptó pagar la totalidad de la deuda histórica – USD 6.500 millones- sin obtener quitas.
En el mercado de bonos de la deuda, la licitación de Letes restó inversores. Por eso, los negocios se redujeron a menos de la mitad a $ 17.919 millones. Los bonos en dólares tuvieron subas de hasta 0,89% como sucedió en el Bonar 2024, el título de referencia.
Una curiosidad, los bonos argentinos tienen una tasa de retorno tan alta como la de los títulos de Turquía un país que está envuelto en una grave crisis económica y política.
En la Bolsa siguieron los ajustes en las carteras. Había más motivos para vender que para comprar. Se negociaron $ 708 millones y el índice Merval de las acciones líderes perdió 2,44%.
Las caídas más grandes fueron las de las cementeras porque no solo enfrentan una causa por cartelización de precios, sino que en el recorte del gasto entra la obra pública y hay una desaceleración de créditos hipotecarios que anuncia una baja en la industria de la construcción. Por eso Loma Negra perdió 12,75% y Holcim, 9,85%.
Solo dos papeles subieron en el sector de las líderes. Cresud (+1,84%) y Transener (+0,20%).
Los bancos tampoco la pasaron bien. Francés bajó 4,02%; Galicia, 2,87% y Macro, 1,11%. Los inversores saben que tienen en sus carteras acciones que, al bajar de precio, afectarán sus balances. Además, del problema que pueden traer las elevadas tasas, como caídas del crédito, tienen menos armas para enfrentar el momento porque el Banco Central les restringió recientemente la tenencia de dólares.
Los ADR’s argentinos (certificados de posesión de acciones) que cotizan en dólares en Wall Street, tuvieron bajas casi generalizadas. Solo se salvaron Petrobras que quedó sin cambios, Mercado Libre (+3,40%) e Irsa (+2,34%).
Loma Negra perdió 14,43% y los bancos más de 3%.
Lo único que puede cambiar el humor del mercado es que el acuerdo con el FMI se acelere para que haya algún adelanto de los desembolsos en dólares. Por ahora, el horizonte es de tasas altas y con una tendencia a la dolarización de las carteras.