A medida que trascienden detalles de cómo avanza la negociación con los bonistas, renació el optimismo de los mercados
Los bonos marcan el ritmo de los mercados que comenzaron el día de manera apática. Pero a medida que trascendían detalles de cómo avanza la negociación donde la llave está más en la letra que en los números, renació el optimismo de los inversores y se vivieron momentos de euforia. Se supo que la Argentina está dispuesta a modificar cláusulas de los bonos nuevos que le iban a hacer más fácil conseguir mayorías en determinadas emisiones para evitar litigios y no ser declarados en default. Los tres grupos que no acordaron quieren que los nuevos títulos respeten las condiciones de emisión de sus antecesores porque de esta manera le dificultará a la Argentina juntar mayorías parciales para salir del default.
En el tema de los números, una mejora de un punto de la oferta argentina solucionaría todas las diferencias y tendría asegurado salir del default sin litigios porque al reunir 66,6% de las voluntades, los holdouts (acreedores que no aceptan la oferta argentina) quedan en minoría y pierden el derecho de demandar.
De esta manera, se cree que el mes que viene la Argentina dejará de estar en default. La baja del riesgo país que está ahora en la zona de los 2.200 puntos es una muestra de fe. Entre los títulos de legislación local, que tendrán el mismo tratamiento que los de ley extranjera si se negocia con éxito, sobresalieron el Bonar 2020 con un alza de 1,68% y el Bonar 2024 con 2,32%. Los títulos con ley Nueva York de largo plazo, que son los que marcan el ritmo del riesgo, tuvieron comportamiento dispar. El Discount cedió 0,20% pero el Par anotó un alza de 2,94%. De esta manera, el riesgo país bajó 71 unidades (-3%) a 2.273 puntos básicos.
La Bolsa se contagió de ese optimismo y los negocios por casi $ 2.000 millones mostraron que hay más inversores dispuestos a asumir riesgos. Por eso el S&P Merval, el índice de las acciones líderes aumentó 3,94%. Los bancos fueron clave en este movimiento. Van a ser los más beneficiados con la negociación, porque los bonos que tienen en su cartera van a mejorar sus valores lo que se traducirá en mejores balances. El Banco Macro encabezó las alzas con 6,47%, seguido por Galicia con 6,27%, BBVA con 5,68% y Supervielle con 5,64%.
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- tuvieron una rueda de euforia donde Central Puerto subió 8,39%; Galicia, 8,27%; Loma Negra 8,16% y Banco Macro, 8%.
Los dólares alternativos sintieron la preferencia por el riesgo y estuvieron en posición vendedora por eso cayeron por segunda rueda consecutiva. El dólar Bolsa perdió $1,62 (-1,4%) y el contado con liquidación, $1,98 (-1,7%) y cerró a $116,91. El dólar libre, en cambio, al acotarse el acceso al cupo de USD 200 mensuales que venden los bancos a sus clientes, se encontraron con demanda agregada y subieron por segunda rueda consecutiva. Esta vez el alza fue de $1 a $133. Hasta hace menos de una semana estaban a $128.
En bancos y casas de cambio, el dólar cotizó a $ 75,66 (+2 centavos) para ubicar al dólar solidario en $ 98,15. El precio de este dólar tiene ahora una diferencia de $31 con el tipo de cambio comprador del mercado libre. Los que consiguen dólar en los bancos a este precio, en buena parte son vendedores en el mercado libre. Esta operación donde ganan alrededor de $30 por dólar, se llama “puré”.
El dólar mayorista operó con escasos negocios por USD 207 millones y obligó al Banco Central a vender divisas para abastecer a los importadores. La divisa en este mercado aumentó 6 centavos a $ 71,78.
Las reservas del Banco Central perdieron USD 19 millones a 43.380 millones a pesar del fuerte aumento del oro de 1,46% que lo elevó al precio más alto de los últimos 9 años, USD 1.783 por onza troy.
El mercado sigue con buen humor. Nada indica que esta tendencia de mejores precios para las acciones y bonos, cambie salvo alguna pequeña toma de ganancias. El dólar alternativo puede seguir presionado por los vendedores, mientras el dólar libre, puede registrar alzas por la mayor demanda de los pequeños ahorristas.