La semana empieza con menos tensión y algunos cambios en las reglas del juego. Se espera que siga la demanda de bonos soberanos, las acciones tengan compras más selectivas y siga bajando el riesgo país
El riesgo país perforó el viernes los 1.000 puntos básicos, lugar que no conocía desde el viernes 9 de agosto de 2019, día que estuvo en 872 puntos. El lunes 12 subió a 1.467 puntos básicos, por el triunfo de Alberto Fernández en las PASO, y nunca había vuelto a estar debajo de los 1.000 puntos.
El riesgo país bajo 25% en lo que va de octubre. Los bonos están en las paridades máximas con demanda de fondos del exterior. Fue clave el Repo (financiación de los bancos privadas garantizada por bonos soberanos) de USD 2.700 millones, la posibilidad de nuevos créditos del FMI y del Banco Mundial. Pero lo más importante no está en estas acciones concretas, sino en la posibilidad de volver a los mercados internacionales de capital. Si logra llegar a los 700 puntos básicos la deuda soberana no será un drama, porque podrá emitir nuevos bonos para cancelar los vencimientos sin depender de organismos multilaterales.
A la baja le dio consistencia la compra de USD 1.090 millones en el mes en el Mercado Libre de Cambios (MLC) y el crecimiento de las reservas brutas en USD 1995 millones.
Las consultoras estuvieron activas ante el brusco cambio de panorama, porque hay que recordar que los tres primeros días de la semana pasada fueron de dudas y los dos últimos de euforia. La inflación de octubre, según la consultora Equilibra que releva los miércoles 130 mil productos, sería de 3,1 por ciento.
Mejora la actividad
El informe de FMyA, la consultora de Fernando Marull, destaca que fue otra buena semana para la macro. “La actividad de agosto dio levemente positiva y seguiría así: sin prisa, pero sin pausa. La inflación de octubre se perfila a 3%, y el mercado de bonos empieza a descontar 2,4% para los próximos meses. El driver del optimismo fue que el BCRA compro USD1.000 millones en octubre, y bajó la ansiedad del mercado por el levantamiento del CEPO. Veníamos diciendo que los dólares venían por el blend, por el financiamiento y/o blanqueo; y finalmente vinieron por el financiamiento. Y sumado a esto, llovió en la zona núcleo y mejoró el stress hídrico para la cosecha 2025, que implican más dólares a futuro. Agregó algo de optimismo el viaje del equipo económico a Estados Unidos y el avance de nuevo financiamiento con el Repo destinados al pago de Bonos de enero 2025″, señaló en un informe.
FMyA prevé que si la inflación va a 2,5% en los próximos meses (el objetivo del Gobierno), “es cada vez más probable que el próximo paso sea bajar el crawling peg del dólar oficial (a 1,5% mensual). El mercado empezará a especular (como pasó en septiembre) si la baja del impuesto PAIS de 7,5% a 0% a partir de enero vendrá con una devaluación compensada de 7,5%, para mantener el dólar importador y/o eliminación del blend, que hoy da una brecha de 4% y el Central resigna USD 1.300 millones mensuales de reservas. Si sigue el blend, se podrán ir aflojando las restricciones al contado con liquidación (CCL); si se elimina el blend, seguirán las restricciones vigentes. La condición de dólares frescos para salir del cepo luce lejana aún, y los anuncios de Organismos Internacionales no son dólares frescos”.
La consultora de Marull indica también que la baja de las tasas de los títulos a tasa fija “va en línea con la expectativa de una menor tasa de interés. El Central está con la política de no va a haber pesos” (entonces fijó la BM). Pero, hoy el contexto es que los depósitos están creciendo, pero desde junio los créditos crecen más rápido. Por lo tanto, los bancos necesitan cada vez más pesos porque baja la liquidez, y esto va en línea con la necesidad de subir la tasa de interés para captar más depósitos. Hoy, el ratio de liquidez es 44% de los depósitos (54% si le sumamos LECAP) y hace unos meses era el 90% de los depósitos”.
Por su parte, EconViews recuerda que a principios de año había proyectado que el riesgo país podía llegar a 800 puntos en diciembre y acota: “si la mano sigue así es posible que la peguemos; nuestro optimismo, en ese momento, y ahora, se basa en que la deuda neta argentina es del 36% del PBI, un monto que no es elevado, especialmente cuando uno lo compara con Brasil (que es 60% del PBI) o con Uruguay (52%) o Colombia (45%), todos países con niveles de riesgo país que están por debajo de los 400 puntos”.
El déficit, tema superado
La consultora encabezada por Miguel Kiguel agrega: “el riesgo país en la Argentina ha sido afectado en primer lugar por los déficits fiscales crónicos y elevados, que generaron dudas sobre la solvencia del país y su capacidad de pago. Este es un tema superado hoy, gracias a que el Gobierno muestra un enorme compromiso con mantener el déficit cero. En segundo lugar, el hecho de que la mayor parte de la deuda está en dólares, hace que los inversores miren con lupa la evolución de las reservas internacionales. Cuando estas flaquean, como es el caso ahora, castiga al riesgo país”.
EconViews aporta como punto favorable las menores exigencias del FMI “gracias a la nueva política fiscal que se ha implementado y a que está entendiendo que la mejor forma de poder ir cobrando y reducir su exposición a la Argentina es que el país recupere el acceso a los mercados”. Para eso, prosigue, “necesita dar más seguridades a los inversores de que no va a exigir una restructuración, a menos que sea indispensable. Gracias a esta nueva realidad el mercado también se está convenciendo de que se van a pagar los vencimientos del año que viene. El equipo económico es muy hábil para captar fondos, y prácticamente no hay dudas de que los dólares aparecerán”.
Con estos datos la consultora arriesga que el programa económico se va consolidando y los inversores confían en que la salida del cepo será “como máximo” después de las elecciones. “El precio de los bonos todavía refleja que el camino tiene riesgos, pero la salida del cepo puede ser el catalizador final para que el riesgo país eventualmente baje hasta niveles cercanos a 600 puntos y la Argentina pueda salir a los mercados de nuevo”, dice en un pasaje.
El informe de F2, de Andrés Reschini, indica que tanto en renta fija como variable se retomó la euforia. “El peso argentino (CCL) no detuvo su apreciación y muestra un notable fortalecimiento mientras el resto de las monedas del mundo sufre contra el dólar estadounidense. También dejaron de caer los depósitos en moneda extranjera, al menos en las últimas 5 ruedas informadas. En el mismo sentido se movió el saldo de préstamos que alcanzó los USD 8.032 millones al lunes pasado acumulando un crecimiento de USD 494 millones desde fin de setiembre. Sumado a esto, el ratio de colocación se encuentra en apenas 0,26, lo que indica que todavía hay potencial para que el crecimiento de los préstamos sirva de puntal para las reservas vía argendólares”.
Sobre el mercado de futuros del dólar, la consultora de Reschini señala el cierre sin “sin cambios en el tramo más corto y con bajas en el tramo más largo. Luego de tres ruedas con implícitas al alza, estas recortan para acercarse más a los pronósticos de inflación que, por su parte, detuvieron su caída quedando en torno al 2,5% mensual hasta abril de 2025″.
Esta semana empieza con menos tensión y algunos cambios en las reglas del juego. Como los vencimientos del Tesoro son de $1,6 billones, la licitación de mañana abarcará a cuatro bonos CER exclusivamente porque con la reducción de las tasa fijas y la sobretasas pueden resultar atractivos. La sorpresa para los inversores, fue grande, especialmente para los que vendieron Lecap y Boncap esperando recuperarlos en la nueva licitación.
Los Boncer son el único plato del menú. Estos bonos que el año pasado eran una preocupación porque se ponía en dudas su cobrabilidad, ante la inflación creciente, hoy son un alivio porque tienen menos costo que las tasas de interés. Otra de las razones de elegir estos bonos, es que el Tesoro sabe que el sector bancario va a tener una escasa participación por razones de liquidez.
Por otra parte, se vio un notable incremento de compras de Lecap de los fondos comunes de inversión, mientras se deshacían de los bonos atados al dólar (dollar linked) y bonos CER. Para hoy se espera que siga la demanda de bonos soberanos, que las acciones tengan compras más selectivas y que haya una nueva baja en el riesgo país.