Sin crédito externo, los vencimientos deberán saldarse con reservas. Pero economistas advierten que no serán suficientes y que la falta de dólares será nociva para la economía
Los vencimientos de deuda que el sector público deberá afrontar en 2015 superan los u$s 14.000 millones y la cifra preocupa a economistas y a funcionarios del Gobierno porque equivalen a la mitad de las reservas internacionales que hoy informa que tiene en su poder el Banco Central.
Tras la cesación de pagos de los bonos con legislación extranjera que se produjo tras el bloqueo del juez de Nueva York Thomas Griesa, la posibilidad de que el Gobierno acceda al financiamiento internacional quedó prácticamente descartada al igual que las aspiraciones de algunas provincias y empresas como YPF de tomar crédito en el exterior. De esta manera, se prevé que los vencimientos de deuda deberán pagarse con reservas aunque algunos economistas no descartan que se produzca un refinanciamiento de algún bono y ponen en la mira al Boden 2015 por el cual se deberán desembolsar u$s 6.200 millones el año próximo.
De acuerdo a cálculos de la consultora Economía & Regiones, el sector público consolidado deberá afrontar pagos de deuda netos de refinanciamiento por u$s 1.900 millones en el último trimestre de 2014 y por u$s 14.100 millones en 2015. “Es decir, de acá hasta el final de su mandato en 2015, el Gobierno deberá pagar en divisas un total de aproximadamente u$s 16.000 millones”, especificaron en la consultora
A su vez, el sector privado también deberá afrontar compromisos en dólares por un total de u$s 2.900 millones en el último cuarto de este año y u$s 4.400 millones en 2015. De los cuales u$s1.480 millones en el último trimestre de 2014 y u$s 700 millones corresponden al endeudamiento pertinente al comercio exterior, siendo el resto de la deuda de carácter financiera, según calculan economistas.
El fenómeno preocupa a economistas y hasta al mismo Gobierno que en las últimas semanas activó contactos en exterior para dinamizar líneas de crédito. En este sentido, se inscribe el viaje de los ministros de Economía y Planificación Federal, Axel Kicillof y Julio de Vido a China para poner en marcha los préstamos para los trenes y la construcción de la central Atucha III.
En Economía & Regiones estiman que de concretarse el pago de los vencimientos con fondos del Banco Central, las reservas cerrarían 2014 en torno a los u$s 24.600 millones pero los vencimientos de 2015 complicarían la situación y llevarían a las reservas por debajo de los u$s 13.000 millones hacia fin del año.
En tanto, para el Estudio Broda y Asociados, sin posibilidad de conseguir financiamiento externo por el default, se agrava el problema de la estrechez de dólares y las reservas no alcanzarán para pagar la deuda pública en 2015. En este sentido, prevén que las reservas cerrarán este año cerca de los u$s 25.000 millones pero si no se tienen en cuenta depósitos de bancos y swaps alcanzarán sólo los u$s 15.000 millones. Con vencimientos de deuda en torno a los u$s 11.985 millones, sin tener en cuenta las deudas provinciales y corporativas que hay que saldar, en el Estudio Broda aseguran que las reservas no alcanzarán.
En este contexto, para el economista Miguel Angel Broda lo más probable es que el Gobierno apele más al cepo cambiario e incremente el ritmo de devaluación. “Hay riesgo de desdoblamiento cambiario y sube la posibilidad de reestructuración del Boden 2015”, manifestó en una de sus últimas apariciones.
Por el contrario, en la consultora Elypsis creen que se pagarán los vencimientos. “Nosotros todavía creemos que se van a abonar salvo que la dinámica macro se vuelva explosiva. El Boden 2015 es muy emblemático, no creo que no se pague aunque va a ser un esfuerzo muy grande, sobre todo sin una resolución con los holdouts”, aseguró el economista en jefe de la consultora Luciano Cohan.
En tanto, para Marina Dal Poggeto, directora del Estudio Bein, si el Gobierno opta por abonar los vencimientos con reservas “el costo macro sobre el consumo interno va a ser muy alto porque habrá un ajuste adicional sobre las importaciones, lo que afectará el nivel de actividad”.
“Finalmente el costo de la escasez va a terminar llevando al Gobierno a negociar con los holdouts. Los beneficios de abrir el crédito van a llevar a un cambio de agenda”, pronosticó la economista.