La autoridad monetaria mantuvo al centro del corredor de pases en 26,25%. En un comunicado argumentó que en junio la inflación está en niveles «superiores a los buscados por la autoridad monetaria».
La inflación en lo que va de junio se resiste a bajar, por lo que el Banco Central (BCRA) decidió ayer mantener la tasa de referencia de su política monetaria estable en 26,25%. La decisión de tasa de ayer coincidió con dichos del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, que adelantó que esperan una inflación de entre 1,4% y 1,6% para este mes, por encima del 1,3% de mayo. Analistas temen que si no se ve una baja clara del nivel de avance de precios la autoridad monetaria deba esperar para empezar a bajar la tasa de referencia.
En la segunda reunión del mes del Consejo de Política Monetaria, la entidad conducida por Federico Sturzenegger mantuvo sin cambios el centro del corredor de pases a 7 días en el 26,25% (el pase pasivo al que el BCRA toma liquidez excedente se mantiene así al 25,50% anual, piso del corredor, y el pase activo con el que inyecta liquidez al 26% anual).
El centro del corredor está en ese nivel desde el 11 de abril último, cuando fue elevado 150 puntos básicos ante una aceleración del ritmo de avance de los precios por encima de lo atribuible a los aumentos de tarifas que golpearon entre febrero y abril.
Ayer, la decisión estuvo focalizada en los últimos datos de inflación de mayo del IPC San Luis (1,7% mensual, 22,3% interanual), del Sistema de Precios Mayoristas (1,1% y 15,3%) y del Costo de la Construcción (1,3% y 24,3%), además de información que surge de mediciones semana a semana del nivel de precios que dan una idea de cómo viene el mes de junio. Esos indicadores «de alta frecuencia» no dieron buenas noticias.
«Las estimaciones y los indicadores de alta frecuencia de fuentes estatales y privadas monitoreados por el BCRA sugieren que la inflación se ubica en junio en niveles similares a los observados en mayo, aunque superiores a los buscados por la autoridad monetaria para esta época del año», explicó la entidad en su Comunicado de Política Monetaria de ayer.
Ayer mismo Dujovne confirmó que el objetivo de alcanzar una inflación anual de entre 12% y 17% para este año no se hizo más fácil este mes, ya que en una entrevista radial mencionó que esperan que el nivel general de precios suba en torno al 1,5% este mes. El sendero consecuente con la meta de inflación del BCRA para este año está en la mitad de ese valor.
La próxima decisión de tasa se hará el 11 de julio, una hora después de que el Indec publique el dato oficial de inflación de junio. La duda entre los analistas ayer era si se podía esperar un recorte de tasas en el futuro cercano o si, dada la resistencia a la desaceleración que muestran los precios, el BCRA quedaría obligado a sostener la tasa un tiempo más.
El Indec midió una inflación del 1,3% en mayo, el mejor dato desde enero, después del sorpresivo 2,6% que marcó en abril superando las expectativas más pesimistas. El fin de los aumento de tarifas hizo que muchos analistas esperaran que los recortes de tasa empezaran en junio, pero los precios no acompañaron.
Gabriel Zelpo de la consultora Elypsis cree que Sturzenegger tiene margen para un recorte muy leve en la próxima reunión. «El 1,5% de inflación es muy bajo para una tasa del 26,25%, hay espacio para una baja aunque no para una significativa», dijo. «Los datos de alta frecuencia muestran mucha volatilidad, aunque lo que más preocupa para adelante es la inflación núcleo que apunta a cerrar el mes en 1,8%», añadió.
«Habrá que ver el dato concreto de junio, pero creo que si no hay un número cercano al 1% no van a poder tocar la tasa y me parece bien», dijo el analista financiero Christian Buteler, menos optimista.
«Con una inflación de junio al 1,5% le va a costar al BCRA empezar el ciclo de baja», coincidió Federico Furiase de Bein & Asociados.