La parte más corta rinde entre 4% y 5%. A partir de 2019, la curva muestra un fuerte empinamiento para rendir 9%-10% a 3-5 años y a partir de allí, se aplana
La corrida cambiaria generó que las tasas de los bonos soberanos muestren un fuerte desplazamiento al alza. Actualmente vemos que la parte más corta, como las Letes y los bonos previos a 2019, rinden entre 4% y 5%. A partir de 2019, la curva muestra un fuerte empinamiento para rendir 9% al 10% para el plazo de 3 a 5 años y a partir de allí se aplana, con rendimientos en niveles de 10% para los plazos más largos.
En el extremo, se suele ver una leve inversión de la curva, que refleja dudas de corto plazo sobre el pago de la deuda, algo que se ha visto persistentemente a lo largo de la corrida cambiaria. Así, el dato interesante a analizar es por qué se produce este aplanamiento por un lado y por qué el fuerte salto de los rendimientos se da entre 2019 y 2020. El factor político y el financiero son las explicaciones
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El acuerdo con el FMI debería haber traído un alivio mayor al que finalmente se observó y sobre esto, Juan Pablo Vera, Jefe de Operaciones de Tavelli y Cia, señala que si bien despeja dudas en el plano financiero para el año que viene, ese efecto positivo se volcó básicamente en tramos cortos-medios. «El mercado aún mantiene incertidumbre con duration mayores a 4. El spread entre un bono corto como Bonar 2020 (AO20) y otro medio como el popular DICA se amplió desde casi 50 puntos básicos en pleno sell-off y dejo a la curva plana hasta los 315 puntos básicos actuales».
Alejandro Kowalczuk, Head Portfolio Manager de Argenfunds, explica que el salto en la curva de rendimientos entre 2019 y 2020 se debe principalmente a dos factores. El primero, es que no está despejado el panorama financiero a partir de 2020. «El acuerdo con el FMI da previsibilidad a los compromisos de deuda hasta 2019, pero las proyecciones para 2020 plantean necesidades de financiamiento en torno a los u$s 24.000 millones (u$s 15.000 millones en caso de rollearse el 100% de Letes y Lecap), por lo que para ese entonces el panorama macroeconómico-financiero, con eje en el plano fiscal y de cuentas externas, debería ser tal que posibilite financiar ese monto en el mercado libre de deuda, cuestión que al día de la fecha no está para nada clara», sostuvo.
En segundo lugar, Kowalczuk agregó que otro factor que explica el diferencial entre 2019 y 2020 está relacionado con un tema político. «La posibilidad de colocar deuda en el mercado, parece no tener igual probabilidad si se mantiene el oficialismo en el gobierno o si regresa el signo político anterior» Para responder esta incógnita, el Head Portfolio de Argenfunds considera que la pregunta que el mercado se hace es si un nuevo signo político estará en condiciones de colocar deuda, condición necesaria para poder cumplir con las necesidades financieras, e incluso se preguntan si se respetará lo acordado con el FMI. «El 2019 será un año de elevada volatilidad para los activos argentinos, propio de los años electorales, pero exacerbado por los interrogantes antes planteados. Encuestas en uno u otro sentido, o que no permitan vislumbrar un panorama cierto, harán oscilar significativamente el precio de los activos locales, incluso aún más que los movimientos hoy observados».
A modo de conclusión, Kowalczuk entiende que si se confirma un panorama cierto de continuidad, que podría darse a partir de las primarias, tendríamos que empezar a ver una normalización de la curva y cierta compresión de rendimientos, operando lo opuesto en caso de un resultado en primarias contrario al gobierno y favorable a un candidato no pro-mercado.
Desde Banco Mariva también ven al factor político como un elemento que contribuye al salto de los rendimientos de los bonos a partir de 2019 y 2020. Francisco Velasco, Head of Research de Banco Mariva, explicó que el diferencial entre los bonos a 2019 versus los bonos posteriores a dicho vencimiento muestra un spread en torno a 400 puntos básicos. «Este comportamiento de mercado da la pauta que el factor político continúa generando incertidumbre. Lo que podría mejorar la curva son datos que perciba el mercado como el hecho de que se sobre-cumpla la meta fiscal este año, o que se perciba que la reducción del déficit fiscal se encuentra encaminado. Por el presupuesto, la aprobación del mismo puede ser positivo aunque luce como que ya está mayormente en los precios», cierra el Head of Research de Banco Mariva.