Aproximadamente el 21% de las reservas internacionales del Banco Central (BCRA) son yuanes chinos obtenidos a través del swap de monedas acordado con el Banco Popular del China (PBC). La cifra, que supera los u$s 7.200 millones, no se puede precisar en forma exacta porque la entidad conducida por alejandro Vanoli ya no la informa en forma oficial, pero se deduce de una serie de informes que envía al Fondo Monetario Internacional. Según fuentes con conocimiento del tema que el BCRA no pudo confirmar ni negar, la entidad debió incluso ampliar un límite autoimpuesto al porcentaje de yuanes en reservas en las últimas semanas, elevándolo del 20% al 30%, para dar lugar a la moneda china.
El BCRA informó al FMI que al 31 de mayo pasado sus reservas alcanzaron el equivalente a u$s 33.283 millones, sumando todas las inversiones en distintas monedas y metales en las que coloca sus tenencias. Pero más allá de ese monto total, la entidad le detalla al Fondo el carácter de esas inversiones.
A esa fecha, según el informe, u$s 26.020 millones estaban colocados en «monedas en la canasta DEG» y el equivalente a u$s 7.263 millones en monedas «fuera de la canasta DEG».
DEG es la sigla de «derechos especiales de giro», la moneda de reserva creada por el FMI y cuyo valor se establece por una canasta de cuatro monedas principales: el dólar estadounidense, el euro, la libra esterlina y el yen. Sólo esas cuatro monedas son «canasta DEG».
El número de u$s 7.263 millones, por lo tanto, incluye no sólo las reservas en yuanes sino también colocaciones en francos suizos, dólares canadienses y otras monedas no tradicionales en las que se invirtió en los últimos años.
Pero si bien no se puede conocer el número exacto, los informes que el BCRA envía cada mes al Fondo pueden ayudar a hacer una estimación.
El swap con China fue activado el 30 de octubre pasado por un monto en yuanes equivalente a u$s 814 millones. Al cierre de septiembre, las monedas fuera de canasta DEG representaban poco más de u$s 12 millones. Al cierre del mes siguiente, habían saltado a u$s 829 millones. Así, a pesar de que el BCRA no da más precisiones y que no ha informado la toma de posiciones en otras monedas poco tradicionales, es posible inferir que el grueso del crecimiento hasta llegar a los u$s 7.263 millones fue hecho con yuanes.
Ante la consulta de El Cronista, el BCRA se limitó a aclarar que no todo ese monto son yuanes. El 19 de mayo, en entrevista con este diario, Vanoli había estimado en «aproximadamente la mitad» del monto total acordado con el PBC, de hasta u$s 11.000 millones.
A principios de este año la entidad dejó de informar a la prensa el uso que hace del swap. Así, el BCRA ya usó cerca del 65% del swap chino.
Según pudo averiguar este diario, el directorio del BCRA habría tenido que modificar normas internas del banco para dar paso a estos yuanes. Cuando el swap chino se empezó a usar, el directorio del banco se autoimpuso un límite de no más del 20% de yuanes en el total de reservas. Las necesidades de mantener el nivel de reservas y a la vez dejar que se paguen más importaciones para sostener la actividad obligaron a que el swap ganara cada vez más peso.
Esta resolución de directorio ?que no es pública? también está mencionada en un informe de Bein & Asociados que ayer fue distribuido entre los clientes de la consultora.
Voceros del BCRA no pudieron confirmar ni negar la existencia de esta resolución.