El Tesoro nacional ofrece cuatro bonos como opción al AF20, o bono dual, por $ 105.000 millones que vence el 13 de febrero. El termómetro será el porcentaje de adhesión. Además, vence el tercer plazo que dio Kicillof a los tenedores del BP21 para aceptar un cambio de condiciones de pago
La de mañana será una jornada intensa para los mercados. De 11 a 15 horas estará abierta la oferta del Tesoro Nacional para canjear el bono AF20, también conocido como “bono dual”, porque fue emitido en dólares pero paga capital e intereses en pesos, por un menú de cuatro opciones. Es la continuidad del “reperfilamiento” de los títulos bajo legislación nacional que había iniciado el ex ministro Hernán Lacunza y que la actual gestión económica continuó y profundizó.
En la exacto medio de esa ventana de tiempo, a las 13 horas, vence el (hasta ahora) último plazo que el gobierno bonaerense fijó a los tenedores del bono BP21 para aceptar el diferimiento hasta el 1° de mayo del pago de la segunda cuota de capital del bono, de USD 250 millones.
Durante el fin de semana, el ministro de Economía de la Provincia, Pablo López, mantuvo contactos con bonistas y administradores de fondos (el principal tenedor del BP21 es «Fidelity Investments, uno de los 10 fondos de inversión más grandes del mundo) para intentar conseguir el 75% de consentimiento necesario para que el diferimiento no sea considerado técnicamente una cesación de pagos y habilite a cualquier tenedor del título a presentarse ante la justicia de Nueva York y pedir la declaración de “default” del estado bonaerense.
El gobierno nacional ha dicho a través del propio presidente Alberto Fernández y de su ministro de Economía, Martín Guzmán, que no auxiliará a Buenos Aires, aunque analistas de mercado insisten en que sería una tontería que la Nación deje caer en default a la provincia más grande del país por una suma relativamente pequeña, cuyo impago podría afectar no sólo a los demás títulos provinciales, sino incluso a los bonos de la Nación, cuya eventual caída se reflejaría en un aumento del “riesgo-país”.
El BP21 fue emitido en enero de 2011 por el entonces gobernador Daniel Scioli a un plazo de 10 años, con tres cuotas de vencimiento de capital: 2019, 2020 y 2021. La provincia sí ha dicho que pagará los intereses por unos 27 millones de dólares, aunque aún no lo ha hecho.
En cuanto al AF20, el secretario de Finanzas, Diego Bastourre, informó el viernes pasado que el Gobierno ofrecerá a los tenedores canjearlo por la opción que elijan del siguiente menú:
- Bonos del Tesoro Nacional en Pesos con Ajuste por C.E.R. 1% vencimiento 2021 (relación de Canje por cada USD 1 de Bono Dual 2020: 59.7278880)
- Bonos del Tesoro Nacional en Pesos BADLAR Privada + 100 pbs. vencimiento 2021 (relación de Canje: 56.8855769)
- Bonos del Tesoro Nacional Vinculados al Dólar 4% vencimiento 2021 (relación de Canje: 0.6926854)
- Bonos del Tesoro Nacional en Pesos a Tasa de Interés Dual vencimiento 2021 (relación de Canje: 57.2409595)
El Bono AF20 fue emitido en 2018 por el entonces secretario de Finanzas, Luis Caputo, por un plazo de 17 meses y el gobierno actual promueve el canje con el propósito de “construir un perfil de deuda que sea sostenible en el tiempo”, explicó el viernes pasado el subsecretario de Finanzas, Ramiro Tosi.
El canje es voluntario y deja abierta la posibilidad de que algunos tenedores no adhieran. Al respecto, Bastourre dijo el viernes que el 11 de febrero, 48 horas antes del vencimiento del AF20, se licitará «algún otro instrumento”, dependiendo del resultado de la operación de este lunes.
Desde el 20 de diciembre, Economía realizó diversas colocaciones por un total de $156.000 millones, en el marco de la estrategia de canje de deuda vieja por deuda nueva para postergar los vencimientos, conocida como “roll over”.
Más allá de las cuestiones técnicas y financieras, tanto el resultado del canje del AF20 como el desenlace de la saga del BP21, iniciada el 14 de enero pasado, cuando la provincia adelantó que no lo pagaría en término, fijarán el tono de una semana financiera clave a apenas 8 semanas del 31 de marzo, el plazo que se autoimpuso el gobierno para reestructurar la deuda nacional con los bonistas privados.