El equipo económico monitorea los efectos de la fuerte caída global en los mercados financieros y asegura que sin controles cambiarios y con emisión de pesos el efecto habría sido más grave. El riesgo país llegó a superar los 1.700 puntos
El Gobierno asegura que el lunes negro que asoló los mercados en la primera jornada de la semana, con desplomes históricos a nivel global y que hizo subir con fuerza el riesgo país argentino tendrá un impacto menor al de otras plazas financieras por la marcha del plan económico y por haber sostenido el cepo cambiario.
El riesgo país argentino escalaba pasadas las 13 los 1.700 puntos, una suba de más de 6% desde el inicio de la rueda financiera de este lunes, que tiñó de rojo las pantallas en todo el mundo por el derrumbe, primero, de los mercados asiáticos y que derramó hacia el resto horas más tarde.
En el equipo económico analizaron la caída como una mezcla de factores externos (suba de tasa en Japón, datos de Estados Unidos que hacen pensar en una recesión cercana, tensión en Medio Oriente) y lo analizaron como una corrección más que un cambio de fundamentos de la economía global. “Es mucho más una corrección técnica, producto del alto nivel de apalancamiento” en el yen y el Nikkei (la moneda y la bolsa de Japón), empresas de inteligencia artificial y criptomonedas.
Para el frente local, aseguran que no debería tener mayor impacto en los activos locales por las características del programa económico y por la persistencia de los controles cambiarios, que hacen que los flujos de capitales sean menos volátiles a este tipo de eventos globales. “A nosotros nos afecta, pero mucho menos que usualmente, dado el orden macroeconómico y que no tomamos medidas apresuradas como haber salido del cepo”, mencionaron desde un despacho oficial.
“Este mismo escenario con el sobrante de pesos que había y sin cepo hubiera sido una calamidad”, aseveran.Y relativizan la marcada escalada del riesgo país“ya que el gobierno no necesita financiamiento y las empresas privadas lo están consiguiendo a tasas muy favorables”, explicaron desde el equipo económico. Además, mencionaron que dos frentes como la baja de la inflación y la actividad económica no deberían verse afectados.
Más allá de no buscar salida a mercado internacional de deuda, hay iniciativas del Ministerio de Economía y el Banco Central como conseguir un préstamo directo (llamado repo) desde bancos internacionales hacia la Argentina para cubrir vencimientos en moneda extranjera, que se vuelven más complejas con caídas sostenidas de los bonos. El Gobierno necesita, para realizar esa operación, entregar títulos públicos como garantía, y cuanto más baja sea su paridad, más bonos deberá girar como colateral.
La cuestión del cepo funciona, en este contexto de pánico global, precisamente, como un dique que evita un desplome del peso al obturar el libre tránsito de entrada y salida de capitales. Si el tipo de cambio flotara libremente ese efecto podría ser más marcado como sucedió este lunes en otras monedas de la región y emergentes. Los dólares paralelos, por lo pronto, atravesaban la tarde con alzas moderadas.
El riesgo país argentino asciende más de 100 unidades, a 1.712 puntos básicos, tras alcanzar un pico de 1.729 puntos más temprano, un máximo desde el 28 de febrero. Los papeles argentinos que cotizan en EEUU negocian en rojo. las bajas más pronunciadas, de hasta 7% son para los títulos de YPF, Pampa Energía y Transportadora Gas del Sur. Las bolsas de Wall Street experimentan descensos de hasta 4% en sus principales indicadores, con los títulos tecnológicos como los más negativos. NVIDIA se hunde 9% y Tesla, un 6 por ciento.
En el plano local, los bonos soberanos están cayendo entre un 4 y 6 por ciento y el S&P Merval negocia con una baja de 6% en pesos, a 1.344.000 puntos. En dos mese el panel de acciones líderes acumula una baja de casi 20% desde su récord nominal intradiario de 1.665.744 puntos el 3 de junio. El viernes pasado el mercado argentino ya había dado algunas señales negativas con una caída de 4,5%, mientras que los ADRs en Nueva York se hundieron hasta 13%. El dólar retomó su tendencia alcista y volvió a la zona de 1.400 pesos.