Mauricio Macri y los fondos buitre ya están negociando. El futuro secretario de Finanzas, Luis Caputo, y Daniel Pollack, el «special master» designado por Thomas Griesa, se encontraron el lunes en el despacho del abogado norteamericano en Nueva York y comenzaron a hablar de las condiciones para una apertura formal de las discusiones para llegar, en algún momento, a un acuerdo entre la Argentina y los acreedores. Si bien no hubo propuestas formales de ninguna de las dos partes, abogados que representan a los demandantes afirmaban ayer que el enviado argentino deslizó la eventual aceptación de un marco negociador entre las partes con la intervención de Pollack como el encargado de acercar a las partes. Pero a cambio, la Argentina pediría a Griesa que imponga un «stay», que le permita al país normalizar su relación con el sistema financiero norteamericano e internacional, incluyendo la posibilidad de pagar en tiempo y forma los vencimientos de deuda que vayan sucediéndose mientras las negociaciones estén en curso. Pero además que se le dé la alternativa a la Argentina de poder colocar deuda, tanto en Wall Street como en el país, sin que desde el juzgado de Griesa se declare esa operación como «ilegal» y pasible «de embargos». A cambio, la Argentina se comprometería a discutir de buena fe y por el total de la deuda que maneja Griesa. Esto es incluyendo tanto el fallo original del juez por unos u$s 1.330 millones a valor de diciembre de 2012, monto que hoy superaría los u$s 1.800 millones; más los reclamos totales de los fondos buitre de segunda generación, (me too). En total la deuda podría trepar hasta los u$s 15.000 millones (en el peor de los casos).
Caputo fue enviado por Mauricio Macri hacia Nueva York con el objetivo de encontrarse con el mediador oficial designado por el juez del segundo distrito de esa ciudad; para aclararle que la nueva gestión tendrá un criterio radicalmente opuesta a los términos de discusión planteados durante los tiempos de negociador de Axel Kicillof. De hecho, el por unas horas más ministro de Economía, fue el último funcionario argentino que se sentó en la oficina de reuniones del bufette de Pollack. Fue en junio del año pasado, cuando el electo diputado llevó ante los abogados de los fondos buitre la propuesta de reabrir el canje en las mismas condiciones de 2010; idea que fue rechazada por los acreedores. Luego de ese encuentro desde Buenos Aires se le pidió a Griesa que despida a Pollack por «parcial a favor de los buitres», como condición para seguir negociando. El juez nunca aceptó el reclamo e incluso llamó personalmente al mediador designado para que participe en varias de las audiencias que organizó en su despacho.
El encuentro de ayer con Caputo implica que, de alguna manera, Pollack volverá a ser aceptado por la Argentina como «Special Master». Se piensa desde Buenos Aires que podría ser un gesto de buena voluntad ante Griesa para que el juez acepte el «Stay». Si bien el enviado no avanzó en ninguna propuesta concreta, se sabe que la idea de Prat Gay es sólo hablar de estos términos cuando haya un nivel de reservas en el Banco Central lo suficientemente sólido como para discutir en mejores términos con los acreedores. Mientras tanto, ya hay fecha para el primer encuentro directo entre las partes ante Griesa. Será el 17 de diciembre, cuando el juez atienda otra vez a las partes en el primer encuentro ya con la nueva administración argentina. El temario será el destino de la colocación del Bonar 24 de abril de este año, que el magistrado declararía como ilegal. Será el momento para ver el clima para la nueva etapa que comienza desde mañana.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=819144