Las negociaciones continuarían más allá del 2 de junio. La mejora presentada por el ministro de Economía sigue lejos, pero los inversores continúan apostando a que habrá acuerdo.
Las negociaciones de Martín Guzmán para llegar a un acuerdo con los bonistas y salir del default avanzan en cámara lenta. Hubo varias videoconferencias el fin de semana y el ministro de Economía se mostró más flexible, con una propuesta que ahora vale USD 45. Pero la mejora no fue demasiado significativa y sigue muy lejos de lo que pretenden los acreedores. Entre los distintos grupos de bonistas no quieren ni escuchar propuestas que bajen del rango de USD 52 a USD 55, por lo que las distancias aún son muy grandes.
La relación de Guzmán de los negociadores que representan a los distintos grupos de bonistas no ha mejorado sustancialmente en los últimos días. Valoran el esfuerzo del Gobierno por mostrarse más flexible, pero todavía ven demasiado lejos un posible acuerdo. Con este panorama, también ven como algo casi seguro que el plazo límite establecido para el 2 de junio vuelva a ser prorrogado como mínimo una semana o diez días adicionales.
El valor de USD 45 para la oferta, que ayer adelantó Infobae en exclusiva, surge de calcular un rendimiento para los nuevos bonos del 10% anual en dólares. Pero se trata de un supuesto muy optimista, ya que difícilmente la nueva tasa de salida para el default argentino (o “exit yield”) se ubique ese nivel. Más bien se está pensando en valores no menores al 12%. Sobre el fin de semana se divulgó que Economía firmó un “acuerdo de confidencialidad” para mantener las negociaciones dentro de una suerte de “paraguas” para evitar que se judicialicen los reclamos cuando la deuda bajo ley extranjera ya entró en cesación de pagos.
Los mercados vienen operando con tendencia positiva, aunque los bonos suavizaron la suba luego de haber recuperado más de 20% en las últimas dos semanas. Pero ahora los inversores están siguiendo con mucha atención cómo avanzan las negociaciones y cuál es la probabilidad de un arreglo que llegue lo más rápido posible. Si las negociaciones se alargan, el peligro es que aparezcan fondos especuladores cuya única estrategia resulte litigar a tribunales neoyorquinos.
En una entrevista por C5N, Alberto Fernández señaló que “hemos iniciado un diálogo con los acreedores, sólo les pedimos que ganen menos, y esperemos que prospere”. De esta forma, el Presidente volvió a dejar claro que es partidario de alcanzar un acuerdo, como ya lo había expresado la semana pasada.
El viernes la deuda argentina cayó en default, ya que el Gobierno incumplió el pago de intereses por USD 503 millones. Sin embargo, por ahora no hay peligro de una aceleración de la deuda, es decir que los bonistas consideren toda la deuda como incumplida. Esto se debe a que mientras duren las negociaciones, los acreedores se comprometen a no hostigar a la Argentina ante tribunales. Una suerte de “pacto de caballeros”.
Sin embargo, los tiempos se vuelven muy relevantes a partir de ahora. Si las negociaciones se estiran demasiado en el tiempo, el peligro de que comiencen los litigios estará latente y podrían prosperar las primeras ofensivas.
Ayer fue feriado tanto en la Argentina por el festejo de la Revolución de Mayo, y en los Estados Unidos (Memorial Day), por lo que luego del “impasse” se retomarían hoy las conversaciones del fin de semana para tratar de seguir acercando las posiciones.