Lo dijo tras la operación de deuda en pesos en la que el Gobierno se hizo de $ 84.558 millones.
En la primera licitación de septiembre, el Gobierno se hizo este miércoles de $ 84.558 millones, monto con el que el viernes paga vencimientos de deuda en pesos por unos $ 69.750 millones y, por el resto, se hace de algo de recursos para financiar la pandemia.
Fue tras esta licitación que el ministro de Economía, Martín Guzmán, salió a destacar que “los resultados que se vienen registrando en las licitaciones relajan las necesidades de financiamiento por parte del Banco Central, lo que ayuda a ir generando condiciones de estabilidad”.
Hasta ahora, el déficit fiscal, que fue abultado por la pandemia y superó el $ 1 billón en el primer semestre (de acuerdo a los últimos datos difundidos), se financió principalmente vía emisión monetaria.
Recién hubo algunos “pesos frescos” en julio, pero principalmente en agosto, que surgieron de las colocaciones de deuda en pesos, que se utilizaron para financiar parte del rojo fiscal.
En esa línea, Guzmán admitió hoy que “poder reducir las necesidades de financiamiento por parte de la autoridad monetaria a niveles que se condigan con el crecimiento de la demanda por activos en pesos no se logrará de un día para el otro, sino que es un proceso que llevará tiempo, y que requiere transitar el camino del ordenamiento de las cuentas públicas de una manera compatible con la recuperación de la economía”.
Y mencionó que “estas consideraciones están siendo tenidas en cuenta en el proyecto de ley de presupuesto 2021” que están terminando de elaborar.
De hecho, ayer hubo una reunión en Jefatura de Gabinete, comandada por Santiago Cafiero, en la que se avanzaron en cuestiones del proyecto que se presentará el martes próximo en el Congreso. Y en estos días tanto Cafiero como Guzmán presentarán a Alberto Fernández el Presupuesto 2021 terminado.
Sobre la licitación de este miércoles, la Secretaría de Finanzas informó que se ofrecieron cuatro instrumentos (tres letras y un bono), por los que se hicieron de $ 84.558 millones “Todos los títulos adjudicados tienen vencimientos a partir del año 2021, continuando de este modo con la política de tasas sostenibles y extender los vencimientos de deuda”, se mencionó desde Finanzas, a cargo de Diego Bastourre.
Los instrumentos que se ofrecieron fueron una Lede (letra a descuento) que vence el 29 de enero de 2021; otra al 26 de febrero (por las que paga un 34,13% y 35,15% de tasa nominal anual); una Lecer (que ajusta por inflación), también al 26 de febrero; y un Boncer a más de dos años, con fecha al 20 de septiembre de 2022, que fue el que menor monto licitó.
“Es destacable también la alta participación en la licitación de los distintos inversores institucionales del mercado de capitales local: bancos, fondos comunes de inversión (FCI) compañías de seguro y empresas”, añadieron.
En agosto, que fue un mes en el que los pesos conseguidos con el mercado fueron mayores a los vencimientos, implicó una “fuerte desaceleración de la emisión monetaria (solo $ 40.000 millones), que representó solo el 18,1% de los giros de julio. Esta desaceleración se originó principalmente en el mayor financiamiento obtenido en el mercado por el Gobierno”, describieron desde Delphos Investment.
Del total colocado durante el mes pasado, estiman que el neto conseguido superó a los vencimientos en $ 92.457 millones “lo que muestra la participación creciente de la deuda de corto plazo en el mix de financiamiento del gobierno, lo que resulta en un ´esfuerzo compartido´ entre el BCRA y Finanzas”.
Calculan que el Tesoro “parece tomar la posta ampliando su deuda de corto plazo, que podría alcanzar $1,1 billones a fin de año ampliando su rol para la financiación del déficit en lo que resta del año”.