El ministro de Economía analizó el primer impacto de las medidas anunciadas por el Banco Central. En una entrevista a Ámbito y otros medios, el funcionario aseguró que los anuncios fueron coordinados y que Economía «avala» lo dispuesto por Migel Pesce.
Si el impacto de los anuncios de las nuevas restricciones cambiarias se miden en la cotización del dólar y los activos argentinos, el resultado del primer día fue negativo para el Gobierno. En medio de un día con la agenda copada por las decisiones anunciadas por Miguel Pesce sobre las renovadas restricciones de acceso al mercado de cambios, el ministro de Economía Martín Guzmán se muestra tranquilo pero insiste en que las medidas fueron coordinadas en el marco de un esquema integral de transición para consolidar la estabilidad macroeconómica.
Ya con los principales mercados cerrados, Guzmán recibió a Ámbito y otros medios en la sala de conferencias en la que se produjo todo el proceso de negociación de la deuda con los bonistas externos. “Prohibir el dólar ahorro no era una solución, eso era una medida para aguantar”, reflexiona.
Periodista: ¿La suba del dólar después de los anuncios está dentro de parámetro esperable?
Martín Guzmán: Sí. Hoy hubo muy poco volumen en el mercado de dólar CCL, o sea que no es parámetro. Nosotros veníamos planeando hacer todos los anuncios de forma coordinada. Por un lado el Ministerio de Economía presentando su programa fiscal-financiero para el año 2021 y el presupuesto plurianual orientado a empujar la recuperación económica y transitar un camino hacia la consolidación fiscal, que es algo necesario para que Argentina asegure la sostenibilidad y tenga condiciones de mayor estabilidad. Y el Banco Central, que debe velar por la estabilidad cambiaria, de forma coordinada presentó un conjunto de medidas que apuntan a fortalecer las reservas, que también es una condición necesaria para que la economía pueda encaminarse en un sendero de estabilidad.
P.: Pesce dijo en la conferencia de prensa que no estaban mirando tanto lo que pase hoy sino los próximos días. De todas formas ¿la suba de la brecha y el aumento de las cotizaciones le parecen un problema?
M.G.: La estabilidad de la brecha es un tema que nos preocupa. De hecho estas medidas buscan que haya estabilidad entre el tipo de cambio oficial y los tipos de cambio MEP y CCL. Una de las medidas que se tomó es eliminar el parking a la entrada de dólares tanto en el dólar MEP como en el dólar CCL para evitar que quien quiere ingresar dólares al sistema vía esos mercados tenga riesgo cambiario.
P.: Siempre se habla de la estabilidad de la brecha, ¿en qué nivel?
M.G.: Una brecha a los niveles a los que está, es una brecha que molesta.
P.: ¿Se refiere a una brecha entre 70% y 80%?
M.G.: Esa brecha molesta para el funcionamiento de la economía. Apuntamos a que esté más baja. El horizonte es que converjan los tipos de cambio y no haya brecha. Pero sabemos que eso no se va a lograr de un momento a otro. Eso requiere contar con reservas.
P.: Se insiste mucho la necesidad de la robustez y que ingresen reservas. ¿Cómo imagina eso teniendo tantos controles?
M.G.: Ese es el tema de la puerta giratoria. Así como es difícil salir también es difícil entrar. En este caso estamos buscando alentar la entrada y frenar la salida sobre todo de aquellos capitales que habían ingresado a Argentina para beneficiarse de las posibilidades de carry trade durante el gobierno anterior. Hubo un período a partir de 2016 en el cual hubo una enorme entrada de capitales que no vinieron a invertir en la economía real sino a aprovecharse de una posibilidad de retorno financiero alto de corto plazo y quedaron atrapados. Y, cuando buscan salir, desestabilizan la brecha cambiaria y le generan un efecto negativo a quienes sí buscan tener condiciones de estabilidad para invertir en Argentina.
P.: ¿Piensa que una suba del blue y de la brecha impacta en precios minoristas?
M.G.: No vemos al dólar blue como un tipo de cambio de referencia para los precios.
P.: ¿Por qué?
M.G.: Porque la importación se sigue haciendo al tipo de cambio oficial. Nosotros apuntamos a tener un esquema de transición. El Banco Central tiene que velar por la estabilidad cambiaria y estaba enfrentando problemas en el frente de las reservas internacionales, tanto por razones de demanda como por razones de oferta. Por razones de demanda enfrentaba dos problemas: la pérdida de reservas por dólar ahorro y la pérdida de reserva por el hecho de que las empresas que tienen deuda financiera en dólares, que creció brutalmente entre fines de 2015 y 2019, no tenían incentivos a refinanciarlas. La estabilidad cambiaria es un activo para toda la economía. Prohibir el dólar ahorro no era una solución, eso era una medida para aguantar, era ir a buscar un problema de forma aislada. Eso no es lo que este gobierno hacer. Queremos abordar el problema de forma integral. ¿Cómo lo hicimos? Se encarece el dólar ahorro, el Banco Central anunció un esquema que incentiva a las empresas a reestructurar sus pasivos en dólares. Al mismo tiempo, desde el lado de la oferta, se facilita la entrada de capitales eliminando el parking para el mercado de dólar MEP y el CCL. En los primeros meses esperamos que frene el drenaje de reservas y más adelante esperamos que se empiecen a acumular, pero este es un proceso que tiene una secuencia. No es de un día para el otro, pero el objetivo es dejar de perderlas. Una vez que Argentina tenga un frente fortalecido en cuanto a la cantidad de reservas, ahí buscaremos transitar hacia otro esquema de regulación.
P.: ¿Cree que hay que hacer un ajuste en la tasa de interés?
M.G.: Cuando hacemos política económica prestamos mucha atención a las expectativas de mercado y las internalizamos a la hora de formular los planes. Nuestras expectativas de inflación han sido sistemáticamente distintas durante estos 9 meses de aquellas que marcaba el mercado. La realidad muestra que ha habido un alineamiento mayor cuando nos fijamos lo que esperaba el gobierno más que lo que esperaba el mercado.
P.: ¿Qué análisis hace del impacto de las medidas en la cotización de los activos argentinos?
M.G.: Sabíamos que estas medidas requieren un tiempo de ser analizadas y el impacto inmediato es el de cierta ansiedad y tratar de entenderlas. Tenemos confianza en que nos va a ayudar a ir en la dirección que tenemos que ir tanto en el frente fiscal, como en el financiero, en el monetario y el cambiario para tranquilizar a la economía argentina.
P.: ¿Se imaginaba que iba a haber tanto ruido con el dólar después de la reestructuración?
M.G.: El Gobierno siempre transmite un mensaje de prudencia y de responsabilidad. No hay que celebrar. Hemos resuelto un problema que forma parte de un problema mayor, que fue el colapso de un modelo económico que terminó en una crisis macroeconómica mayúscula con 3 corridas cambiarias entre abril de 2018 y diciembre de 2019. La deuda era un tema a resolver pero hay muchos otros temas. Así como ahora se resolvió la parte del sector público, hay que seguir resolviendo el resto incluyendo el tema de la deuda del sector privado para que se establezca una dinámica de refinanciación. El objetivo es que Argentina no se quede sin reservas, porque después sufren todos porque eso termina en mayor inestabilidad cambiaria. Sabíamos que la deuda no resuelve todos los problemas. Era una condición necesaria pero no suficiente. Es muy importante que no se vuelva a entrar en un esquema de endeudamiento insostenible, que tanto daño le hacen al país. Va a llevar tiempo resolver eso y ese es el camino por el que estamos avanzando. Todo lo que se anunció ayer, tanto Presupuesto como lo que anunció el Banco Central, es necesario para avanzar en un camino de normalización.
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