La volatilidad de la principal moneda virtual potenció el refugio en los stablecoins que siguen el precio de la divisa norteamericana, porque es una opción de ahorro a salvo de devaluaciones
El mundo cripto atrae las miradas por los movimientos dramáticos y espectaculares de las cotizaciones, las enormes ganancias que lograron hacer algunos precursores y las pérdidas que, al menos hasta el momento, sufrieron quienes se subieron a esa ola en un mal momento, porque usualmente se recomienda comprar en baja y vender en alza, aunque no es tan sencillo saberlo.
Sin embargo, no sólo el universo de las inversiones no se termina en Bitcoin, sino que además no todas las criptomonedas son un pasaje de ida a una montaña rusa financiera. También existen alternativas para resguardo de valor que, en países con controles de cambio como la Argentina, ganan adeptos.
Se trata de las criptomonedas estables, o stablecoins en la jerga en idioma inglés. Una criptomoneda estable es un activo como Bitcoin, Ether u otros que a diferencia de estos últimos no aspira a encontrar su propio valor de mercado. A lo que apuntan es a mantenerse estables respecto de alguna referencia dada. Por ejemplo, lo más común, sin cambios de precios respecto al valor internacional del dólar.
Con más de 8.000 criptomonedas en el mundo y más sumándose año a año, hacer un inventario de las stablecoins existentes llevaría mucho tiempo. Pero si se opta por mencionar monedas estables de fácil acceso desde la Argentina, a través de plataformas -exchanges, para decirlo también en jerga- se puede reducir el universo a tres: DAI, USD Coin (o USDC) y Tether (o USDT) son las más comunes a las que se puede acceder con un par de clicks desde la Argentina. Se trata tokens diseñados para imitar el valor internacional del dólar.
Esta estabilidad, que cada una de ellas alcanza en forma diferente, es respecto del valor internacional del dólar. Como es lógico, en pesos su precio sí varía: tanto como la cotización de la divisa en el mercado local.
Y en una economía sometida a controles de cambio desde septiembre de 2019, que acaba de anotar 36,1% de inflación anual en 2020 y 53,8% un año antes, la obsesión por el dólar genera que estos activos atraigan al mundo cripto a ahorristas no tan aventureros como los que van por Bitcoin.
USD Coin funciona de una manera muy simple, casi tradicional. Por cada token de USDC por valor USD 1 existe un depósito de USD 1 en un banco. Un respaldo 1 a 1. Ese respaldo de la moneda creada por la firma Circle, en el caso particular de esta moneda, está auditado por Grant Thornton, una firma de auditoría, consultoría y asesoramiento impositivo del mundo de los átomos, no de los bits.
El principio detrás de Tether es el mismo, respalda cada dólar con un dólar real. De las tres, es la stablecoin con mayor capitalización de mercado, probablemente la más importante del mundo en esos términos. Cierto es, también, que en los últimos meses sus auditorías respecto al respaldo en moneda estadounidense están siendo algo debatidas.
La tercera, DAI, es si se quiere la más propia del mundo cripto de las tres. En ese caso no hay auditoría ni control centralizado de ningún tipo. En su propio diseño, por cada token que se crea por valor de un dólar se genera a la par un respaldo equivalente a USD 1 pero no en moneda estadounidense, sino en Ether, la segunda criptomoneda en términos de capitalización de mercado.
El valor de Ether sí fluctúa, pero el equivalente a los dólares necesarios para respaldar la emisión de DAI -según Coinmarketcap existen USD 1.426 millones de DAI- se genera en forma automática como resultado del algoritmo que la sostiene. No se necesita auditoría, intervención humana ni de organismo centralizado alguno. El propio proceso que sostiene a la moneda lo garantiza.
“El DAI si se quiere es el más avanzado, porque la relación con el dólar la fija un algoritmo, y está respaldado por Ether. Y el riesgo del stablecoin depende del collateral, del respaldo. Como al dólar guardado en el banco no lo ves, estás confiando en la auditoría. Pero en el caso de DAI, al ser descentralizado es un algoritmo y ese riesgo desaparece”, explica Ariel Scaliter, director del programa ejecutivo de Criptomonedas, blockchain y contratos inteligentes de Ucema.
Las tres opciones están ganando adeptos en el país, aunque Tether ha ido perdiendo algo del favor de los exchanges que permiten operar en pesos.
¿Cómo se compra?
En la Argentina existen varias plataformas que venden a estas tres criptomonedas estables.
Funcionan de una manera similar a una sociedad de Bolsa o una plataforma de un banco, salvo por el hecho de que no están reguladas por la Comisión Nacional de Valores ni el Banco Central.
A través de una transferencia electrónica desde una cuenta en pesos -también se pueden hacer transferencias en dólares, pero ese es otro uso, no implicaría colocar pesos- a la cuenta bancaria del exchange, el usuario fondea su cuenta personal.
Con los pesos ya en la plataforma de la operación, simplemente elige su moneda y la compra. Aunque si los montos son grandes conviene pensar en otras formas de guardar ese dinero, en un principio se puede atesorar temporalmente en la propia plataforma. Para plazos más largos, probablemente convenga recurrir a una cold wallet -billetera fría- que permite administrar en forma independiente las tenencias.
Los ahorristas argentinos que dan sus primeros pasos en cripto o que no están para los sobresaltos de Bitcoin, las eligen como una forma de dolarizarse, aunque no toquen nunca un dólar físico. También, como algunas plataformas lo permiten, muchos usuarios venden a cambio de dólares sus stablecoins, como una especie de contado con liquidación.
A la hora de pagar impuestos, pueden declararlas como cualquier otro activo por su valor en pesos.
“Las cripto estables son una gran alternativa de ahorro en los países donde existen limitaciones a la compra de dólares. Por un lado, son la forma más fácil de entrar al ecosistema cripto, ya que 1 cripto dólar vale lo mismo que 1 dólar, lo que hace que el tenedor de los fondos no sufra la ansiedad que suelen generar las criptomonedas volátiles”, dijo a Infobae Maximiliano Hinz de Binance.
“Hoy en día, el grueso de los clientes opta por entrar al mundo cripto a través de stablecoins. Una vez que las tienen, algunos deciden mantener su posición en estas monedas estables, mientras que los que buscan rendimientos mayores suelen cambiar a criptomonedas volátiles”, agregó el ejecutivo de la empresa que comercializa dos de las monedas ya mencionadas y una más, propia, Binance USD.
Aunque existen alternativas para invertirlas a cambio de una tasa pagada en la criptomoneda, el uso que le dan los ahorristas locales suele ser el de cubrirse contra saltos del dólar.
De acuerdo al exchange que se use y la criptomoneda que se compre, el precio suele moverse entre la cotización del dólar contado con liquidación y la cotización del blue. Este viernes, por ejemplo, DAI se conseguía a entre $156,70 y $161,20 para la compra en Buenbit, Let’s Bit, SatoshiTango y Decrypto, algunas de las cotizaciones que sigue el panel de iFinanzasArgy.
“Es la mejor forma de estar en dólares, porque es más eficiente que comprar billetes, mucho más económico que guardarlos en una caja de seguridad y tiene distintas aplicaciones financieras posibles”, dijo Scaliter. “Los únicos cuidados a tener son operar siempre con exchange reconocidos, que tengan buenas reseñas de usuarios y cuidar las contraseñas”, agregó.