El Banco Central cambia constantemente la manera de intervenir en el MEP y el contado con liquidación con la idea de ahorrar reservas. Cuál es el resultado
Tras dejar subir 22% el dólar oficial el día después de las PASO, el Banco Central pelea cada día una batalla en los mercados de bonos, Letras del Tesoro y hasta Cedears, para tratar de contener la brecha cambiaria gastando la menor cantidad de divisas que sea posible.
Como resultado, el mercado del dólar financiero muestra ahora una multiplicidad de tipos de cambio, mucho más allá de la simple división entre dólar MEP de cabotaje y dólar contado con liquidación para movimientos internacionales.
Para los operadores, y en medio del apetito siempre presente por el billete estadounidense, la tarea cotidiana se ha transformado en un intento por descifrar los movimientos de cada día del BCRA y tratar de acertar así operar el precio más barato posible a la hora de comprar.
La secuencia que cuentan distintos operadores del mercado, que fueron pidiendo no ser mencionados a medida que los humores del otro lado de los teléfonos en dependencias oficiales se fueron poniendo más oscuros, es de un proceso de ensayo y error por parte de la mesa de operaciones de la autoridad monetaria.
Inmediatamente después de las PASO, la decisión oficial pareció haber sido la de abandonar a su suerte a todos los dólares financieros menos a uno. El dólar MEP operado en unos pocos bonos, a plazos de 48 horas. Sosteniendo ese dólar financiero en cierta medida minorista, confiaban en la calle Reconquista, podrían ponerle techo al dólar libre.
Para facilitar la tarea de mantener barato a ese dólar MEP, la Comisión Nacional de Valores (CNV) acompañó con una normativa que limitó a 100.000 bonos nominales los que se pueden operar, cada semana, en ese dólar financiero. En los hechos, según el bono, eso limita las compras semanales a no más de USD 30.000 o USD 35.000 por cliente. Cifras interesantes para más de un individuo -incluso inalcanzables- pero que dejan afuera a los grandes jugadores. Así, con menos gasto de reservas, se puede contener esa cotización.
Al dólar MEP más barato se lo empezó a conocer en algunas mesas como el “MEP subsidiado”, es el más barato que hay -son reservas que vende el BCRA más baratas- y los operadores hace todo tipo de contorsiones para acertar a comprarlo. Aunque a veces puede ser esquivo.
La creación de este dólar MEP tan específico, que se opera en el plazo de liquidación de 48 horas exclusivamente y más que nada a ciertas horas del día, multiplicó las cotizaciones del MEP. Las hay en contado inmediato, en 24 horas de liquidación, en distintos bonos e, incluso, en Letras del Tesoro. Y supo haber más de $70 de diferencia entre una cotización y la otra. El viernes la versión más barata cerró a 669 pesos.
Pero hubo otro efecto, no esperado, que resultó del límite de 100.000 bonos nominales por semana. Los operadores más grandes -empresas, fondos, inversores con más espalda- no pudieron recurrir al MEP para saciar su sed de divisas. Y tuvieron que ir a por el contado con liquidación. En lo posible, uno que no tuviera límites.
Así, volvió a tomar relevancia el contado con liquidación operado vía Senebi, un mercado over the counter más opaco y destinado a grandes montos cuyos precios se acuerdan por teléfono antes de concretarse. Y también se disparó el contado con liquidación implícito en Cedears (Certificados de Depósito Argentinos, una especie de papel que representa acciones que cotizan fuera del país y que se operan en pesos y en dólares, como un bono soberano).
Esta cotización llegó a los títulos porque, esta semana, llegó a superar ampliamente los $800 por billete. Pero eso cambió en las últimas ruedas. Ante la disparada de los contados con liquidación, los múltiples contados con liquidación, el Banco Central decidió salir a usar sus pocos dólares también para poner a raya esos precios.
“Llegó a cotizar a $820 el jueves, y ahora está en torno a $770, le dieron con todo. Usan los dólares que compran en el mercado mayorista para esto”, confió un operador de renta fija al cierre de la rueda del viernes, que prefirió no ser mencionado ante el nerviosismo que reina entre los controladores.
“La verdad que esto ya es una locura, porque encima marcan en cable -N. de la R.: la cotización para girar fuera del país, o entrar divisas al mercado local. precios que no son reales. Bonar 30 cable por ejemplo en contado se operó a 47 dólares y es un precio muy fuera de mercado”, dijo otro operador de una conocida sociedad de Bolsa porteña.
“Están haciendo lo que sea para aguantar”, dijo.