Así lo reflejó la última encuesta del año realizada por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral. Para los próximos 5 años, la incertidumbre política también es la principal amenaza. Optimismo del campo tras las elecciones de noviembre pasado
La última encuesta del año realizada por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral reflejó que el 57% de los productores agropecuarios consultados señalaron que la incertidumbre política es la principal amenaza que el sector deberá enfrentar en el 2022. Lo mismo sucedió cuando la consulta se realizó para los próximos 5 años. Pese a esto, hay optimismo en el sector tras el resultado electoral de noviembre pasado.
La encuesta bimestral Ag Barometer realizada por la casa de estudios citada, relevó la opinión de más de 400 productores con un valor bruto de producción igual o superior a los USD 200.000 sobre la situación financiera actual y futura de sus empresas, en base a las cuales construye un índice de confianza.
Como sucede todos los años en el relevamiento que realiza la Universidad Austral en el mes de noviembre se consulta a los productores sobre los principales desafíos y amenazas que deberán enfrentar en los próximos 12 meses. Al respecto, en la última encuesta las mayores menciones individuales son: incertidumbre política (57%), clima (49%), retenciones y presión impositiva (32%), precios de los insumos (32%), condiciones macroeconómicas desfavorables (30%), financiamiento y acceso al crédito (22%).
Por otro lado, al realizar la misma pregunta para un horizonte de tiempo de cinco años, la incertidumbre política se despega claramente del resto de las preocupaciones (55%), el clima, las retenciones y presión impositiva le siguen en importancia y, en menor medida, los factores macro y microeconómicos (contexto macroeconómico negativo 27%, precios de los insumos y acceso al crédito, 25% y 24% respectivamente).
A su vez, el índice de confianza de noviembre pasado alcanzó un valor de 79 puntos que es igual al de la medición de septiembre del presente año y casi en los mismos valores de hace un año atrás cuando llegó a 78 puntos. Los últimos datos ratifican la recuperación que comenzó en julio, aunque con valores inferiores al valor de indiferencia que es de 100 puntos.
Además, el índice de condiciones presentes, que incluye la situación financiera actual comparada con un año atrás y la oportunidad para realizar inversiones en activos fijos, alcanza los 75 puntos. Esto implica una leve desmejora (del 5%) frente a la edición previa. Un 43% de los productores señaló que su actual situación financiera está peor que hace un año atrás, igual porcentaje para aquellos que respondieron que es igual, y solamente un 14% respondió que está mejor.
Por el lado de las expectativas futuras, que contempla las percepciones acerca del futuro de la explotación agropecuaria y del sector agropecuario en general, en horizontes de tiempo de 1 y 5 años, es el que muestra una muy leve mejora con relación a la medición anterior (1%). Por otra parte, adquiere el mismo valor que un año atrás, en noviembre 2020. Según comentaron los especialistas de la Universidad Austral, la mejora es gracias a las expectativas de una mejor situación financiera de las empresas en los próximos 12 meses (74 vs 61) y del sector agropecuario en general (62 vs 54).
Los encargados de realizar el relevamiento recordaron que desde julio de 2029 se registra una significativa caída del índice de confianza de los productores agropecuarios, que muestran el desánimo de ellos como consecuencia del contexto político y macroeconómico desfavorable, en momentos de buenos precios internacionales y récord de ingreso de divisas por las exportaciones agroindustriales.
“La explicación puede encontrarse en la falta de confianza hacia las autoridades gubernamentales, el frecuente cambio en las reglas de juego y la permanente amenaza de intervención en los mercados agropecuarios cada vez que los precios internacionales experimentan subas, tal como ha estado ocurriendo a partir de septiembre 2020″, señalaron desde la Universidad Austral. Pese a todo esto, los productores no han bajado el nivel de tecnología aplicado a los cultivos y han destinado una parte importante de sus buenos resultados financieros a la inversión en maquinarias.
Optimismo
El relevamiento también mostró el optimismo del campo tras el resultado de las últimas elecciones legislativas de noviembre pasado, teniendo en cuenta los resultados en Santa Fe, Córdoba, La Pampa y Entre Ríos. En ese sentido, el 68% de los productores piensan que el mayor equilibrio de fuerzas en ambas Cámaras del Congreso se traducirá en políticas más favorables hacia el sector o al menos en una menor discriminación.
En relación a la marcha de la campaña agrícola, la encuesta sostuvo que el aumento en los precios de los insumos (liderados por los fertilizantes) ha afectado la rentabilidad de un 61% de los productores, un 34% no va a cambiar sus planes de siembra, mientras que un 27%, los va a cambiar como respuesta a una menor rentabilidad, y un 9% de los productores no se ha visto afectado ya que había comprado los insumos en momentos previos a la suba de precios. Sin embargo, un 30%, piensa que el impacto negativo sobre la rentabilidad no se experimenta en la campaña 2021/22 pero sí se hará sentir en la campaña 2020/23.
Por último, en lo relacionado a la actividad ganadera, en momentos de intervención oficial en las exportaciones de carne vacuna, la cría es la que está generando los mejores resultados y expectativas para el próximo año, ya que un 51% piensa que la rentabilidad será entre muy buena (9%) y buena (42%). La recría y el engorde a pasto muestran resultados positivos ya que las expectativas buenas y muy buenas superan ampliamente a las malas y muy malas.