• La CNV reduciría la exigencia de mantener bonos por 72 horas.
• Los bancos ven un triunfo sobre las expectativas.
Quedó un sabor a triunfo en las mesas. El levantamiento del cepo cambiario, en un día con poco volumen por el trastorno de las normativas, generó un efecto psicológico que los bancos celebraron. Reaparecieron, como no sucedía desde hace mucho tiempo, los llamados de fondos especulativos de distintas partes del mundo para ingresar divisas al país; y pareció ratificarse, por ahora, que estaban equivocados quienes decían que liberar las ventas de dólares terminaría vaciando de reservas al Banco Central. Y el optimismo se completó con un trascendido que empezó a circular sobre un nuevo paso que estaría evaluando el Gobierno hacia la liberación del mercado: la eliminación (o flexibilización) de una exigencia que rige desde los tiempos de Martín Redrado, de mantener al menos por 72 horas en cartera los títulos públicos que se compran. El requisito fue impuesto para aumentar el riesgo de las operaciones de contado con liquidación y, así, limitarlas. Pero quedaría obsoleto en un mercado único en el que todos los tipos de cambio convergen hacia un mismo valor. La Comisión Nacionales de Valores (CNV) prepara una batería de medidas para adecuarse a este nuevo paradigma que en la madrugada de ayer dejó instalado el organismo de Federico Sturzenegger.
Aún así, en el sector consideran que la rueda de ayer fue prácticamente simbólica: un volumen bajo, de apenas u$s 125 millones, que reflejó la ausencia en la demanda de importadores y ahorristas, por las dificultades que sufrieron las entidades para adecuarse a los nuevos sistemas, pero que fue suficiente para disipar los principales temores.
El verdadero desafío del libre juego de la oferta y la demanda, dicen, se verá recién a partir del lunes próximo. Los banqueros aún creen que el tipo de cambio pasará entonces a oscilar entre los $ 14,50 y los $ 15, y que el Gobierno se verá forzado tanto a intervenir en el mercado cambiario como a mantener altas las tasas de interés (y a hacer, probablemente, un nuevo ajuste).
Otro dato alentador que percibieron los banqueros y que transmitían con entusiasmo fue el de que se hubieran multiplicado las consultas de fondos del exterior. Los interesados por ahora son aquellos altamente especulativos, que buscan invertir en países con buenos rendimientos. La eliminación del encaje del 30% para el ingreso de capitales fue el primer elemento que despertó la curiosidad. Pero, también, el optimismo que existe en torno a la eliminación (o flexibilización) del «parking» de 72 horas para los títulos públicos. Los ejecutivos consideran que ya están dadas las condiciones para atenuar esa traba y facilitar aún más el ingreso de capitales al país: el contado con liqui, el dólar Bolsa y el oficial operaban ayer prácticamente en los mismos niveles, de $ 13,80. A esto ayudó la nueva habilitación que el BCRA concedió a los bancos, ayer, para comprar títulos con dólares (hasta en un 5% de sus patrimonios). Este mecanismo, que ayer ya realizaron muchas entidades, supone una intervención privada en los mercados bursátiles del dólar, que ayudan a descomprimir el mercado cambiario. Un dólar Bolsa más barato que el tipo de cambio oficial genera incentivos a los inversores para comprar divisas en el mercado de capitales y salir a venderlas en el oficial.
Así y todo, en el sector esperan que Sturzenegger continúe con la suba de tasas durante la semana próxima. Las mesas llegaron a pagar ayer un 33% anual por los depósitos a grandes empresas, y un 30% a ahorristas particulares. Pero se desplomaron, sorprendentemente, las tasas de interés de las Lebac en el mercado secundario.
El fenómeno parece ser transitorio y fruto de algunas distorsiones que se registraron ayer. Los rendimientos de estas letras se hundieron casi siete puntos porcentuales, del 38% al 30,5% anual, por dos factores: las fuertes ventas, por segundo día consecutivo, que se registraron en los bonos atados al tipo de cambio («dollar linked»), que perdieron buena parte de su atractivo frente a una devaluación ya consumada y a una unificación del dólar; y la reapertura del mercado de futuros prevista para hoy, en la que se espera un gran cierre de las posiciones y, por lo tanto, una enorme inyección de pesos para el sistema.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=820401