Había convalidado la tasa del 1,75% sobre la devaluación con el mercado, así que pudo colocar los casi u$s 1.000 millones deseados en un solo tramo
No era fácil por el monto y por el contexto de fuerte control del gobierno sobre las carteras de las aseguradoras y bancos. Pero ayer el Gobierno nacional logró colocar u$s 983 millones en el bono atado a la devaluación a dos años. La tasa de 1,75% sobre la devaluación había sido consensuada con el mercado y terminó siendo convalidada en la licitación, ya que los títulos terminaron siendo comprados a la par.
La intención del gobierno era buscar u$s 500 millones y otro tanto en otro tramo hasta completar u$s 1.000 millones. Es mucho dinero para el mercado de capitales local. Así que se consideró exitoso que haya obtenido un 98,3% del monto máximo buscado en un solo tramo.
El Bonad 16 recibió ofertas por u$s 1.194.463.153, por lo que el Ministerio de Economía amplió la adjudicación -tal como lo facultaba el pliego de la subasta-para completar el máximo previsto. Logró $ 8.350 millones al tipo de cambio de $ 8,4915.
Economía no informó qué tipo de inversores compraron el bono. Pero en el mercado explicaron que asistieron las aseguradoras -que han tenido que vender bonos en dólares para bajar el contado con liquidación a pedido del gobierno-, los bancos -a los que el gobierno no accedió a subir el tope de posición en moneda extranjera, hoy en 20%, para esta emisión-, fondos comunes de inversión y particulares. También se especulaba con ayuda de bancos públicos y de Anses.
Para el gobierno, se trata de la alternativa de financiar su déficit fiscal evitando la financiación a través de la emisión monetaria que realiza el Banco Central y que los expertos consideran que la causante de la fuerte inflación.
Hace un mes atrás, el Estado recaudó $ 10.000 millones con el Bonar 16, atado a la tasa Badlar más 2%, entre bancos, Anses y Sedesa.
Ayer el gobierno recaudó otros $ 8.350 millones con un bono más atractivo para el mercado. Y el mercado espera más emisiones de títulos para financiar la suba del gasto público de fines de año.
Para el inversor se trata de un instrumento de cobertura frente a la devaluación esperada. Si bien para este año la expectativa de alza del tipo de cambio es pequeña, con el vencimiento al 23 de octubre de 2016, el bono cubre un evento cambiario que podría suceder el año que viene. Paga un cupón semestral del 1,75% en pesos al tipo de cambio local.