El riesgo país está cerca de perforar los 1.500 puntos, mientras que algunos papeles de bancos e YPF acumulan subas que en algunos casos superan el 15%. Es prematuro pensar en el inicio de un rebote sostenido
Los activos argentinos tuvieron ayer una jornada muy favorable en Wall Street. En el caso de los títulos públicos hubo mejoras que superaron el 2%, mientras que algunas acciones, especialmente de bancos, recuperaron más del 4%. Pero no se trató de un movimiento aislado: en general a lo largo de mayo la tendencia fue favorable, saliendo del largo ostracismo de las cotizaciones de los últimos meses.
El riesgo país reflejó claramente la mejora de la deuda deuda argentina, aunque todavía con niveles muy altos. De niveles de 1.600 puntos básicos a fines de abril ahora pasó a 1.519 puntos. Los bonos que venían cotizando con paridades cercanas al 35% ahora volvieron a niveles del 40%. Aún se trata de rendimientos muy altos, pero alejados de los picos de principios de año. Incluso los bonos más largos, que son ahora los favoritos porque pagan cupones más altos en los próximos años, ya rinden por abajo del 15% anual en dólares. Así sucede con los que vencen en 2041. En cambio, los más cortos –por ejemplo al 2030- tienen una cotización menor y rendimientos mayores, que rozan el 19%. Esto sucede porque pagan cupones bajísimos en los próximos años (ahora debajo del 1% anual) y en caso de una nueva reestructuración también serían los más afectados.
Las acciones tuvieron un comportamiento similar. Aunque con algunos altibajos, en general están terminando un mes positivo en Wall Street. La mejor resultó YPF, con una suba del 17%, pero impulsada por un balance que en el primer trimestre mostró cierta recuperación de actividad y menores pérdidas.
También los papeles bancarios muestran una interesante recuperación. Banco Macro gana casi 12% en dólares en lo que va del mes y Grupo Financiero Galicia sube otro 11%, mientras que Telecom acumula 10%. Cresud, con el impulso de los precios agropecuarios, ganó ayer 4,5% y en mayo ya sube más del 16%, convirtiéndose en otro de los papeles ganadores.
¿Cuáles son los motivos para este “despertar” de los activos locales? Como sucede en estos casos, se puede hablar de una confluencia de factores:
– La tranquilidad financiera influye. El Banco Central pudo mantener su política de pinchar el tipo de cambio oficial y al mismo tiempo ya suma casi USD 2.000 millones a las reservas en lo que va del mes. Hay muchas dudas por la sostenibilidad de este esquema después de las elecciones pero para eso falta mucho: seis meses, en la Argentina, es el larguísimo plazo.
– Algunos papeles tienen algo de “vida propia”. Es el caso de YPF que ya está mostrando en sus balances los efectos de la suba del precio del combustible o el ya mencionado caso de Cresud por el precio de la soja y en general de productos primarios.
– Expectativa por una salida “razonable” con el Club de París. El mercado compró la versión de la agencia Bloomberg sobre un posible acuerdo con los principales países acreedores para postergar unos meses el pago de USD 2.400 millones. En el peor de los casos, hay 60 días de gracia para pagar el vencimiento de este fin de mes.
– También las elecciones empiezan a estar dentro del radar. Pero en este caso la recuperación de bonos y acciones estaría reflejando la posibilidad de un traspié electoral del oficialismo, ante los flojos resultados económicos y sanitarios. No es un misterio que los inversores tienen una valoración negativa del gobierno kirchnerista y como mínimo están esperando un mayor equilibrio de fuerzas en los próximos comicios. Por ahora sólo se trata de encuestas que marcan un deterioro fuerte de la gestión de Gobierno.
– En una mirada un poco más amplia, los precios siguen por el piso. Aún después de esta mejora, las acciones cotizan a una fracción de cómo estaban antes de las PASO. Y en la inmensa mayoría de los casos todavía están lejos de los precios que mostraron luego de caer 50% inmediatamente después del 11 de agosto de 2019. El índice Merval medido en dólares cotiza en niveles de USD 350 (tomando el “contado con liquidación”), que está cerca de los mínimos históricos.