El sector aceitero argentino enfrenta un retroceso significativo en el ingreso de sojadólares, pese a que compara con un año de dura sequía. Mientras tanto, las cerealeras advierten sobre el futuro del sector
La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) comunicaron que las empresas del sector liquidaron en mayo USD 2.612 millones.
Esta cifra representa una suba del 37% en relación a abril pero también una caída del 37% en comparación al mayo del año pasado, en plena sequía. En los primeros 5 meses del año la baja es del 4% frente al mismo período de 2023.
“El ingreso de divisas del mes de mayo es el resultado del régimen de dólar exportador vigente desde diciembre de 2023, de los precios internacionales, del impacto del clima sobre el ritmo de cosecha de maíz y soja y de la relación de costos de insumos y granos”, señaló el comunicado de las entidades que conjuntamente representan el 48% de las exportaciones argentinas.
“La exportación de granos sigue trabajando con altos niveles de capacidad ociosa, así como la industria aceitera, padeciendo márgenes negativos permanentes; algo que creció este mes debido a los paros de los sindicatos aceiteros que paralizaron la actividad por razones ajenas a la industria”, agregó.
La demora en la liquidación de la cosecha gruesa “empieza a poner en evidencia que la dinámica de atraso del dólar como ancla antiinflacionaria tiene riesgos asociados para otros de los objetivos del Gobierno por fuera de la desinflación”, aseguraron desde LCG.
Asimismo, la consultora Invecq, en un informe en el que presenta los desafíos para la acumulación de reservas internacionales y saneamiento del balance del Banco Central para el segundo semestre indicó que si bien mayo-agosto suelen ser los meses de mayor volumen de exportaciones -por la cosecha gruesa-, habrá que seguir de cerca el nivel del tipo de cambio real.
“Pese a que el gobierno insista en que no se encuentre atrasado, y mantenga su estrategia de crawling-peg al 2%, el tipo de cambio real ya está 4% por debajo del promedio de enero-noviembre 2023. De seguir apreciándose, podría demorar la liquidación de divisas en el MLC; y, pese a que se espera un repunte, el agro podría vender solo lo necesario para cancelar compromisos y/o comprar insumos -financiándose en pesos a tasas reales negativas-, a la espera de un mejor precio”, consideraron.
“De mantenerse el esquema cambiario actual, en el segundo semestre el BCRA pasaría a ser vendedor neto en el MLC, y hasta podría perder lo ganado durante la primera parte del año”, agregaron.
Cabe destacar que el complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados, aportó en 2023 el 50,1% del total de las exportaciones de la Argentina, según datos del INDEC.
El principal producto de exportación del país es la harina de soja (12% del total), que es un subproducto industrializado generado por este complejo agroindustrial, que tiene actualmente una elevada capacidad ociosa, cercana al 70%. El segundo producto más exportado el año pasado fue el maíz (11%) y el tercero fue el aceite de soja (6,9 %).
Por su parte, Gustavo Idígoras, presidente de CIARA-CEC, hizo un lapidario diagnóstico sobre el sector asegurando que Argentina va al fracaso total de la industria y a la desaparición de la soja. “El partido lo perdimos. No hay vuelta atrás. Argentina es un jubilado de la agricultura y vamos al fracaso total de la industria aceitera. Es más, no hay una sóla inversión global que se piense para la industria aceitera Argentina. Todo lo contrario: hay visiones globales de desinversión sobre el Gran Rosario”, aseguró.
En declaraciones al portal Rosario3, agregó: “Es que desde hace 10 años nos estamos engañando. Desde hace 10 años venimos diciendo que nos ‘comemos a los chicos crudos’ y que vamos a alimentar al mundo, y la verdad es que cada vez alimentamos menos al mundo, que está siendo alimentado por Brasil y Estados Unidos. Hoy, mientras que Paraguay es una topadora, Argentina es un jubilado de la agricultura, porque hace 15 años que estamos absolutamente estancados, como en la producción de soja”.