Las tasas implícitas de futuros se vienen desmoronando y tanto brokers como consultoras creen Gobierno no convalidará un salto cambiario.
Ningún Gobierno quiere devaluar en año de elecciones, pero no siempre logran evitarlo. De hecho, hasta hace algunas semanas el mercado parecía descontar que no se iba a poder contener la presión sobre el tipo de cambio oficial, aunque las expectativas empezaron a corregirse y ahora las tasas de dólar futuro muestran una tendencia decreciente. Hoy cada vez más agentes creen que el Gobierno logrará postergar la devaluación, aunque advierten que el riesgo de planchar el tipo de cambio es seguir perdiendo reservas y que la brecha se recaliente.
“Las expectativas devaluatorias mermaron. En los futuros del Rofex hay dos indicios muy claros: uno es la caída en el interés abierto, que muestra menor vorágine por cobertura. Y otro es lo que sucede con las tasas, que cayeron bastante, y no por intervención”, señaló el analista de Invertir en Bolsa Federico Broggi.
Los contratos futuros a septiembre 2021, por citar un caso, se llegaron a operar en niveles de $144 a fines de octubre pasado. En tanto, al cierre del último viernes los futuros del dólar para el noveno mes de este año se pactaron en $122,50. Asimismo, las tasas implícitas efectivas del tramo largo de la curva habían llegado a estar en 84% en octubre y ahora los contratos para noviembre de este año están en 55,69% de TEA.
En tanto, el analista de renta fija de Capital Markets Argentina, Nicolás Viveros, agregó: “Se vio una baja fuerte en los futuros, que hasta hace unas semanas priceaban una tasa de devaluación más acelerada. Esto va en línea con que la probabilidad de un salto devaluatorio, al menos como decisión de política económica, es cada vez menor en un año electoral”.
Quien no cree que las posibilidades de un salto cambiario se hayan disipado es Fernando Baer, de Quantum Finanzas, que indicó: “Es una señal lo del Rofex, sí, pero la volatilidad que tienen los mercados futuros es elevada. Pensemos que la cuenta corriente 2020 en base caja fue deficitaria y en el arranque de 2021 pusieron más restricciones a las importaciones, con reservas con tendencia decreciente. Todo eso es un cocktail complejo de administrar”.
No obstante, tanto Viveros como Broggi hicieron hincapié en que en la última semana la paridad del bono dólar linked que vence en noviembre de este año y la del que vence en abril del año que viene se acercaron (aunque la del T2V1 cerró medio punto por encima). Broggi indicó al respecto: “En la última semana hubo mucha demanda en el TV22. Es una señal similar a la de futuros, pero todavía no es tan contundente”.
Por su parte, el director de EcoGo, Federico Furiase, indicó “No veo que el Gobierno convalide un salto discreto del tipo de cambio antes de octubre, aunque le quede poca nafta en las reservas netas. Antes de devaluar cerrará importaciones o subirá la tasa”. Sin embargo, a la hora de analizar lo que sucede en los mercados paralelos, es otro cantar: “El MEP y el CCL están más cerca de un piso que de un techo”, consignó.
No obstante, en los primeros días del año el Gobierno aceleró un poco el crawling peg, quizás para que no se dispare tanto la brecha. “El dólar oficial subió 1,1% en la semana. De mantenerse el ritmo, el peso se depreciaría 4,6% en el mes, marcando una aceleración (en el margen) respecto a la dinámica previa (+3,5% en diciembre). Podría ser la respuesta del BCRA a los datos crecientes de inflación, tratando de mantener un tipo de cambio real en niveles que el Gobierno considera adecuado” explicó un informe de la consultora LCG. También se puso el foco en la brecha: “Nuevas limitaciones y controles a las importaciones suntuarias podrán sumar presión sobre el mercado paralelo”.
Un informe reciente del broker Consultatio compara dos escenarios posibles de acuerdo entre el Gobierno y el FMI, en relación a lo que sucedería con el mercado cambiario. Para esta firma, lo “razonable” sería que el Gobierno busque un acuerdo clásico, similar al que concertó Angola. Esto implicaría un salto “discreto” del tipo de cambio que lleve las brechas al 40/50%. Pero, al mismo tiempo, aclararon: “El escenario más lógico desde el punto de vista macro es el menos apetecible en términos políticos, pues conlleva mayores costos en términos de inflación. Desde el 2003 en adelante la inflación y la devaluación del tipo de cambio oficial han sido, en promedio, 6 puntos menor en años electorales. La diferencia es aún mayor si excluimos de la muestra los últimos dos años, que fueron atípicos”.
El informe advierte que el escenario que buscaría el Gobierno tiene altos riesgos y que las brechas actuales son incompatibles con la acumulación de reservas.
En cuanto a esto último, el BCRA que comanda Miguel Pesce había tenido un diciembre muy positivo, en el que compró u$s608 millones (en el resumen del año perdió u$s4.250 millones). Pero la racha empieza a darse vuelta. El 4 de enero, último día hábil con datos, apenas pudo comprar u$s5 millones.
Donde se empiezan a encender luces amarillas es en los tipos de cambio paralelos. El MEP aumentó $5,07 en lo que va del año y el CCL, $4,99. De esta forma, el liqui llegó a los $145,25 y el Bolsa a $145,06, estirando la brecha con respecto al mayorista por encima del 72% en ambos casos.