Los bonos evidenciaron una caída del 35% tras las PASO que le dieron una abultada victoria a Alberto Fernández. El mercado especula con el inicio de una reestructuración y el valor de recupero de los bonos.
Tras las PASO, los bonos en dólares perdieron más de un 35% de su valor en un día. Luego del rebote, aún se mantienen un 20% debajo de los niveles del viernes 9 de agosto. La discusión que se abre ahora es si la renta fija debe ser sopesada por la tasa que paga o por su «paridad», en función de la expectativa de recupero en un escenario de reestructuración de deuda.
En circunstancias de estrés financiero como las actuales, los bonos dejan de ser analizados en base a lo que rinden y pasan a ser analizados en base a lo que pueden otorgar de recupero ante un escenario de reestructuración de la deuda. Ya no se mira el rendimiento al vencimiento.
LA PARIDAD DE LOS BONOS
Ingresar en un proceso de reestructuración de deuda no suele ser un trabajo sencillo ya que juegan varios factores como la reducción en la tasa de interés de la deuda, el alargamiento de los plazos y una posible reducción en el capital. Mientras, los bonos operan día a día en base a cuanto podrá el inversor recuperar del total de su inversión en caso de que ese escenario se concrete.
«Esto hizo que las cotizaciones de los bonos se vayan acercando al llamado recovery value, que se explica como el valor aproximado que un inversor recuperaría en caso de una reestructuración de deuda. Generalmente, depende el caso, este valor suele rondar en torno al 30% del valor del bono. En contextos como éste, los precios caen y se acercan cada vez más a ese 30% o, dependiendo la situación de cada país, puede ser cerca de 20%, o más cerca del 40%», comentó Saud.
Nicolás Max, director de Asset Management de Criteria, explica que cuando el mercado le asigna a la deuda una alta probabilidad de reestructuración (como en el caso actual), los bonos dejan de ser valuados por su rendimiento al vencimiento y comienzan a hacerlo por la paridad (precio sobre valor técnico) del bono como una estimación del valor de recupero post restructuración.
«En momentos como el actual el precio del bono deja de significar el valor presente del flujo futuro que ese mismo activo promete y que pasa a ser un boleto de entrada a la reestructuración por venir. De esta manera, se valúa al instrumento por lo que va a valer el nuevo bono a ser entregado en canje como resultado del proceso de reestructuración, o bien, lo que ese bono te va a permitir recuperar luego de la reestructuración», sostuvo.
Sobre este punto, Max agrega que de allí viene el concepto del valor de recupero, donde el mercado especula cuanto va a valer cada uno de esos bonos cuando los mismos no sirvan para otra cosa, sino que para ser canjeados por los nuevos bonos que serán entregados en la reestructuración con diferentes plazos, cupones y eventualmente valor nominal (capital) al existente.
«El mercado comienza a especular cuánto vale ese paquete total, no sólo en los nuevos términos de repago, sino a las tasas de rendimiento que tengan los futuros instrumentos y también el momento de cuándo se producirá el canje. Además, a la hora de analizarla paridad, habrá que observarla legislación ya que no es tiene el mismo valor el derecho a reclamar en tribunales locales que los internacionales», comentó el director de Asset Management de Criteria.