Hoy será un día de estudio para los inversores. En lo que coincidirán todos es prestar especial atención a la cotización paralela y las financieras. Cada prohibición da luz a un nuevo negocio
Desde el viernes el mercado veía venir nuevas regulaciones por una sencilla razón: el Banco Central no estaba preparado para vender dólares a un ritmo mayor a USD 20 millones y lo estaba excediendo largamente con el agravante de que cada día debía vender más dólares para evitar que la divisa se dispare.
Por eso, los operadores se autoregularon, aunque no lograron frenar el nuevo cepo. El mercado sin conocer las medidas, se achicó en demasía y disminuyó la brecha entre los distintos dólares MEP (el del AL30D y el del GD30D).
En el dólar MEP a través del AL30D, el Banco Central tuvo que intervenir con algo más de USD 30 millones a los que hay que sumar USD 100 millones que se le vendieron a importadores y empresas. El resultado fue una caída de las reservas de USD 97 millones a 42.718 millones.
Esta forma de intervenir, desde hoy cambiará. Solo se podrán comprar AL30D o C por un valor de USD 50 mil nominales por semana que equivale a poco menos de USD 20 mil en billetes. Pero no solo se les redujo el monto negociable, sino que a los que hacen operaciones de contado con liquidación -que deben tener una cuenta local y otra en el exterior- los limita a una sola por mes, porque no pueden volver a comprar o vender títulos en los próximos 30 días.
De esta manera, atacan a las operaciones del llamado “dólar fuga”. En la plaza oficial, con escasos negocios cerraron a $176,44 (+45 centavos) un precio que no es representativo porque los montos operados con el AL30C, fueron de apenas USD 1,2 millones.
El negocio estaba en que en la plaza donde interviene el Banco Central el precio era notablemente más bajo para el contado con liquidación que en el Senebi, donde las operaciones son libres y se hacen entre operadores y clientes sin que aparezcan en pantalla, llegaron a cotizar a $192 pero se desmoronaron a $188 porque se presentían los cambios y nadie quería quedar colgado con el fin de semana largo. La enorme diferencia entre $176 y 192 alentaba a hacer este cruce y ganar montos elevados. De hecho, pasarse de dólar MEP al contado con liquidación (cable) tenía un costo que llegó a 8 por ciento. Este negocio llamado “rulo” es el que se pretende cortar con la nueva norma porque limita a una operación por mes a los que compran bonos AL30 tanto en su versión D (dólar) o C (cable).
Pero las limitaciones no fueron solo en la plaza cambiaria, también le restringieron los pagos al exterior a los importadores que no pueden pagar anticipadamente sus compras, sino en el momento en que son embarcados en el exterior, si su precio es superior al de embarques anteriores. Aunque el Banco Central dice que esto alcanza a 13% de las importaciones, en el mercado descreen de esa minimización de la medida y descuentan que va a afectar a todos los importadores porque las autorizaciones para venderles dólares al tipo de cambio oficial serán aún más lentas.
En el mercado creen que con esto van a generar una fuerte presión en el “blue”, el único dólar realmente libre. Allí los importadores y los expulsados por las nuevas normas podrán conseguir parte de los dólares que necesitan. El libre cerró a $185, igual que el lunes, un precio notoriamente más bajo que el contado con liquidación.
Lo más complicado está en los que operaron ayer y tienen que hacer el parking de 48 horas porque, además de tener el feriado de viernes y lunes, cuando salgan a transformar los bonos en pesos o dólares, se van a encontrar con la nueva norma que les impide tradear contra otros bonos.
Ayer hubo muchos clientes que se pasaron de contado con liquidación a dólar MEP, porque en estos niveles de 7,5%, que es el costo del cable, vieron una buena oportunidad para bajar saldos en cable. Clientes que tenían bonos corporativos (de empresas endeudadas en dólares) de corto plazo, comenzaron a salir de esas posiciones porque quedaron caros medidos en dólar MEP por la suba del precio del canje con el contado con liquidación.
En el futuro, el MEP que maneja el Central va a quedar para las manos chicas, el resto deberá operar con el bono GD30 que sigue sin restricciones y seguramente verá aumentada su demanda, pero pierden el negocio del “rulo”, más chico que el de contado con liquidación, que hacían con el MEP que se conseguía con el AL30D.
“El mercado quedó bien para los más chicos que compran dólar MEP, pero los grandes fondos van a seguir operando con fuerza en el Senebi. No pierda de vista al “blue”, señaló un operador.
La Bolsa puede ser directamente afectada por esta medida, pero se reacomodará en pocos días lo mismo que los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street-.
De todas maneras, acciones y ADR’s se manejaron sin “drivers”. La mayoría de los inversores acumula papeles por lo bajo de su precio en dólares. La medida puede restar jugadores en estas plazas temporalmente. “Este es un capítulo que termina en noviembre y el mercado se anticipa al resultado de la elección por lo que la Bolsa volverá a reaccionar más allá del paréntesis que imponen las nuevas medidas. No hay que olvidar que esta historia es por las elecciones de noviembre y que después se abre otro mercado que puede ser mucho más tenso” señaló el operador.
Como ejemplo de lo que se viene aparece la licitación de bonos que, a primera vista, se lee como un éxito del ministerio de Economía por el monto captado ($97.985 millones). Pero la lectura profunda es que los que entraron al canje de los bonos dollar linked que ajustan por el precio del dólar oficial fueron mayoría porque apuestan a una devaluación. Un inversor que supo entrar a tiempo al TV21 y los canjeó contra los nuevos bonos con vencimiento en noviembre de 2022 (T2V2D) y el 28 de abril de 2023 (TV23D), financió su cobertura a una tasa de 35% anual.
El 45% de los TV21 que vencen a fin de noviembre ya fueron canjeados y es una buena señal porque representaron 41% de lo que se captó en la licitación (alrededor de $ 44 mil millones).
El resto se distribuyó en 32% en bonos a tasa fija -acá hubo participación de entes estatales- y 26% fueron a Letras que ajustan por el CER.
Las empresas dominaron la licitación porque aprovecharon estos nuevos bonos del canje para extender la cobertura cambiaria a menor costo.
La licitación basó su éxito en el corto plazo de los bonos. El mercado no está tan apacible. De todas maneras, lo captado más el colchón que tenía de anteriores licitaciones, le permitió cubrir casi todos los vencimientos de este mes y devolver Adelantos Transitorios por $75 mil millones al Banco Central. En palabras, directas retornaron a la entidad que preside Miguel Ángel Pesce, una ínfima parte del dinero emitido para cubrir el déficit del Tesoro.
Hoy vas a ser un día de estudio para los inversores. En lo que coincidirán todos es en no quitar la vista del libre y de los dólares financieros. Cada prohibición das luz a un nuevo negocio.