Es luego de una semana en la que el billete anotó cinco bajas consecutivas por mayor oferta de divisas financieras. Desde el lunes estarán disponibles los u$s 60 millones diarios del FMI para subastas diarias. Operadores y analistas no ven la divisa en el piso de la zona.
El dólar cerró una semana poco habitual para los tiempos que corren, en la que anotó cinco bajas consecutivas, y tuvo el mejor desempeño entre las monedas de la región.
Analistas y operadores coincidieron en que la recuperación del peso responde a una mejora en la oferta, debido por la llegada de dólares financieros y mayores liquidaciones de parte de los agroexportadores que se potenciarán en las próximas semanas con la cosecha gruesa en salida.
A ello se suma que el Gobierno ya cuenta con el dinero del Fondo Monetario Internacional (FMI), que podrá usar para realizar subastas a razón de u$s 60 millones por día.
Sin embargo, el mercado es cauto. Son pocos los que apuestan a que el tipo de cambio vuelva a coquetear con el piso de la zona de no intervención que se mueve entre los $ 39,66, mientras que el techo supera los $ 51.
También coincidieron en advertir que el dato de inflación que se dará a conocer el próximo martes, si bien se descuenta como malo y similar al número de febrero, puede devolver nerviosismo a la plaza cambiaria.
«El peso argentino fue la mejor moneda de la semana. Se apreció un 4% contra el dólar. La fuerza de la oferta de la cosecha puede seguir colaborando para que la baja continúe un tiempo más, siempre y cuando las condiciones internacionales acompañen y no haya una sorpresa negativa en Argentina», remarcó en diálogo con El Cronista Nery Persichini, gerente de Inversiones de GMA Capital.
Remarcó que «buena parte de la suerte de la semana que viene se juega el martes cuando el Indec dará a conocer el dato de inflación de marzo, que según el consenso de mercado es del 3,8%, si superara demasiado el nivel de 4% podría ser una señal de que el peso se vuelve a abaratar».
Al ser consultado sobre la posibilidad de que la divisa vuelva a coquetear con el piso de la banda, planteó que «más que verlo cerca de la banda inferior, lo mejor sería verlo más calmo».
«A los argentinos nos afecta más su volatilidad de corto plazo que el umbral sobre cual se pueda mover. Ahora bien, si la inflación no se detiene y sigue arriba de 3,5% por varios meses más, este ritmo será el doble del que se actualizan las bandas hoy (1,75%). Y, salvo que haya un «boom» de confianza en Argentina, la cota inferior se alejará cada vez más del horizonte», opinó.
Señaló además que «otra cuestión no menor es el riesgo país», al recordar que «cuando el tipo de cambio perforó la banda inferior en enero y el BCRA compró casi u$s 1.000 millones, el sobrecosto argentino rondaba los 650 bps, 200 bps menos que actualmente».
«Sin mejora en los bonos, muy atados al ciclo político, es complicado que la estabilidad cambiaria sea permanente», advirtió.
La economista Liliana Cardone, dijo no percibir «preocupación en el Gobierno en dejar que el peso se aprecie y toque e incluso perfore el piso de la banda, pero podría ser una posibilidad, dada la mayor oferta de dólares que llegarán de la mano de exportadores y liquidación de dólares del FMI».
«La preocupación de los inversores externos está puesta en que Argentina pueda contener una corrida cambiaria (suba del dólar). Por lo que la baja del dólar lejos de preocupar, le da margen para continuar bajando la tasa y darle algún impulso a la actividad económica. En este sentido las Leliq le vienen dando resultado para manejar la liquidez del mercado y por ende, los movimientos hacia el dólar», agregó.
Respecto al próximo trimestre, pronosticó «una alta volatilidad del tipo de cambio, que tiene margen para moverse dentro de la banda, en dónde inciden factores locales, como cierre de listas, incertidumbre respecto al devenir de la economía y del próximo gobierno y la típica dolarización de carteras, entre otros».
«A eso hay que adicionar un mundo sin rumbo muy definido, con potencias en «guerra comercial», lo que como vimos impacta en las monedas de países emergentes como el nuestro», recordó.
En este sentido, el analista financiero Pablo Ricatti calculó que «el 50% mínimo de lo que liquidan los exportadores no se dolarizará».
«Veo gran probabilidad de que vayamos a piso de la banda sobre todo a mediados de mayo. Además el campo cuando vea que esto va a estar calmo acelerarán las ventas», señaló y planteó que «después de junio y hasta las elecciones el proceso de dolarización habitual previo a elecciones con dólares será más calentito».
Y subrayó: «Es siempre y cuando el contexto internacional no se ponga picante».
En la misma línea, el analista financiero Christian Buteler evitó ser optimista: «el año va a seguir teniendo volatilidad y dos a tres días de calma no nos convierte en Suiza mágicamente».
«Los últimos días estuvimos en línea con la región, bajando un poco más tal vez pero también veníamos subiendo mucho más y ni hablar el 2018. Es una buena semana en relación al tipo de cambio, la mejor desde que se revirtió la tendencia en febrero si no me equivoco», agregó.
Recordó que a ello «la semana que viene se le suma los dólares del Tesoro, pero también salen los datos de inflación que se saben son pésimos».
«A medida que nos acerquemos a las elecciones se incrementará la posibilidad de que los inversores se decidan a dolarizar carteras. La volatilidad será la palabra asociada al dólar en el 2019.