La diferencia entre el mayorista y el contado con liquidación se ubica en 25%. Ante la expectativa de una mayor emisión monetaria y la llegada de meses complicados en materia cambiaria, operadores esperan que la brecha se amplíe a niveles de entre 35% y 45%.
En la última semana trascendió en los medios cuáles serán las primeras medidas que planea llevar a cabo el equipo económico albertista para reactivarla economía. A la falta de un mercado de capitales para obtener financiamiento, estas medidas implicarían un aumento de la emisión. Junto con la mayor cantidad de pesos a n de año, la llegada del verano y la incertidumbre por cambio de gobierno, analistas esperan que la brecha entre el mayorista y el contado con liquidación salte al 45%, desde los 25% actuales.
En la última semana trascendieron algunas de las propuestas económicas que planea llevar a cabo el próximo gobierno. Entre ellas, un aumento salarial universal para todos los trabajadores, incremento en el monto de los planes sociales, suba de jubilaciones, beneficios impositivos y fiscales para empresas, congelamiento de precios y nuevas líneas de financiamiento productivo. Ante la ausencia de financiamiento de un mercado de capitales profundo local e internacional, el riesgo radica en que dichas medidas sean financiadas con mayor emisión monetaria y, que ello genere un proceso inflacionario aún mayor.
Adrián Yarde Buller, economista jefe de Grupo SBS, resaltó que, en el corto plazo, la dinámica del tipo de cambio implícito estará influida tanto por factores monetarios como por anuncios en relación a la política económica futura.
“En relación a lo primero, esperamos que la expansión monetaria de las últimas semanas se profundice en el último mes del año a medida que el Tesoro vaya necesitando de la asistencia del BCRA para cerrar su programa financiero. Creemos que esta dinámica monetaria creará condiciones para que las tasas de inflación y depreciación se mantengan elevadas. Respecto de lo segundo, creemos que vamos a estar en clara presencia de anuncios que tendrán un profundo impacto económico y financiero, aunque la incertidumbre alrededor del rumbo que tomará el próximo gobierno evita que podamos estimar su impacto”, dijo Yarde Buller.
El futuro de la brecha
La brecha cambiaria entre el dólar mayorista y el contado con liquidación se mantiene en niveles de 25%. Se nota, además, un mercado a la espera de definiciones para conocer al nuevo equipo económico, así como también a las primeras medidas que se tomarán por parte de dicho equipo. Sin embargo, operadores esperan que se recaliente la brecha ya sea por cuestiones de cobertura, así como también por la expectativa de que la mayor emisión derive en un recalentamiento inflacionario y devaluación del peso.
Un operador de bonos de un banco local señaló que un control de cambios junto con pérdida de reservas y emisión monetaria podría generar una ampliación de la brecha a niveles vistos en la era kirchnerista.
“Estimamos que la brecha se amplíe a niveles de 35% al 45% ya que esperamos una mayor demanda de dólares por cobertura y dolarización de carteras. El flujo de pesos de n de año buscará probablemente el dólar, ciclo en el cual el tipo de cambio tiende a recalentarse. Además, esperamos que la emisión monetaria se acelere en los primeros meses del año próximo, con riesgo a que haya un recalentamiento inflacionario y una ampliación aun mayor de la brecha. Dado que no hay incentivos para quedarse en pesos, todo conduce a que la demanda de dólar se mantenga y, junto con el cepo, derivarían en una ampliación del diferencial entre los tipos de cambio”, sostuvo el trader.
Por su parte, Juan Guma, research de Capital Markets Argentina (CMA) sostuvo que, si el BCRA lleva a cabo una política expansiva, con la demanda de dinero en baja como está actualmente, va a terminar canalizándose a más inflación y a mayor brecha. Además, Guma alertó que, “si empieza una tendencia de tasas reales negativas, habría cada vez menos incentivos a quedarse en moneda local también, por lo que la brecha entre dólar oficial, dólar MEP y contado con liquidación posiblemente se amplíe”.
En noviembre se prendió la maquinita
En lo que va del mes de noviembre, la base monetaria creció $ 218 mil millones, es decir, un 15%, hasta los $ 1.605 mil millones, que equivalen a u$s 27.000 millones. Este aumento obedece a un cambio regulatorio del BCRA, que obligó a bancos a volver a integrar encajes bancarios de depósitos a la vista que antes lo hacían con Leliq y a que el Banco Central viene comprando fuertes cantidades reservas en el mercado –aproximadamente u$s 2300 millones, por $120.000 millones- y para ello necesita emitir pesos.
Al igual que las medidas que se esperan para el próximo gobierno, la clave de este proceso de emisión y de expansión monetaria pasa por si la misma derivara en un ciclo inflacionario aún mayor.
El economista Fernando Marull explicó que, en principio, la fuerte expansión de la base monetaria no sería inflacionaria.
“En los meses de diciembre la demanda de base monetaria es estacionalmente alta y, además, la nueva regulación bancaria obliga a los bancos a tener una mayor demanda vía encajes. Parte de los cambios regulatorios que viene haciendo el BCRA son para “preparar el terreno” para una mayor expansión de pesos en los próximos meses. La preocupación recalentará después de diciembre, cuando empiecen a sobrar esos pesos, como pasa todos los años”, advirtió el economista.
Según los cálculos de Delphos Investment, para n de año la base monetaria podría alcanzar valores cercanos a 8,5% del PBI lo que implicaría un riesgo no menor considerando el comportamiento de la demanda de dinero en los meses previos.
“Se trata del gran riesgo a monitorear en las próximas semanas, ya que le mismo podría tener impacto en el nivel de brecha cambiaria. Todavía no sabemos quién liderará el BCRA y cuál será su política al respecto. Se trata de un dato clave en el contexto actual”, señalaron.