En la visita del presidente Macri a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, ejecutivos bursátiles reconocieron los avances estructurales pero coincidieron en que los próximos seis meses serán difíciles
En una casa amiga, donde cada una de sus explicaciones era recibida con aplausos y cabezas que asentían, el presidente Mauricio Macri no tuvo sobresaltos en el 164 aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Es que, en su gran mayoría, los presentes coinciden con el diagnóstico del Gobierno de que los próximos meses serán duros en materia económica, pero que es el camino necesario para atravesar la tormenta.
Una vez que el Presidente se retiró del evento y las mesas de comida fueron liberadas, primeras y segundas líneas del mercado bursátil y socios de la BCBA empezaron a mezclarse. También dijeron presente algunos representantes del sector público, como el director de la AFIP, Leandro Cuccioli.
En general, el balance de la primera mitad del año estuvo empañada por el segundo trimestre. Y las expectativas para lo que queda del año no son buenas. Pero la mayoría confía en que el trabajo que se está haciendo es necesario y los resultados finales serán positivos tanto para el sector financiero como para la economía real.
El presidente de la BCBA, Adelmo Gabbi, transmitió un mensaje optimista de cara al futuro para el Gobierno. Durante sus comentarios de apertura, sostuvo que «en la Bolsa tenemos la fe intacta, estamos seguros de que este es el camino. Los baches y las roturas del pavimento son por el momento».
Durante el bufé, los comensales coincidían a grandes rasgos con el mensaje de Gabbi. Es cierto que en el contexto histórico, seis meses de actividad económica a la baja, parecen «baches y roturas», mencionaban, pero remarcaban que no hay que sacarle el ojo a las cuestiones que nos llevaron a la situación actual y lo que se necesita para que el bache dure lo menos posible.
«No se puede decir que hay un balance bueno del primer semestre si se miran algunos números de la situación actual, eso es innegable», comentó a Infobae Juan Napoli, presidente del Banco de Valores.
«La recesión en el segundo semestre es un hecho y es una pena, pero ahora lo importante es lograr avanzar con la cuestión del gasto público», distinguió Ernesto Allaria, presidente de Allaria Ledesma y Cía, además de ser la máxima figura dentro de BYMA, una de las principales bolsas bursátiles locales.
Allaria también puntualiza que «es importante sacar el jugo a la situación actual y atender rápido el tema de las tasas de interés, que en algún momento verdaderamente se van a volver insostenibles». El ejecutivo privado señaló que cree que la conducción actual del Banco Central no solo reconoce esa necesidad, sino que está en una buena posición para lidiar con los vaivenes del mercado.
«Caputo es un buen capitán de tormenta. Lo que muchos veían después de mayo es que al [Banco] Central le faltó timing para enfrentar la corrida de la mejor manera. Por ahí no a largo plazo, pero en lo inmediato, Caputo tiene la experiencia y el equipo como para empezar a calmar un poco las aguas», desarrolló Allaria.
La cuestión de las tasas de interés fue un tema que se repitió en todos los grupos que se formaron alrededor de las mesas y en las filas para buscar un vaso de gaseosa o una porción de jamón ibérico.
«Lo importante es el trabajo para adelante, sobre todo con todo lo que tiene que ver con tasas. Ahora las están manteniendo altas para tratar de estabilizar el dólar, el paso siguiente sería bajarlas gradualmente para hacer más sostenible la situación», desarrolló Napoli.
En off, un operador del mercado coincidió con los pronósticos de Napoli y Allaria para lo que queda del año. Y agregó que «los ajustes que pide el Fondo no son populares, pero son necesarios para empezar un tramo económico fuerte de cara a los próximos años. Con el gradualismo como veníamos, se iba a seguir pateando la pelota hasta cualquier momento».
La sensación general en el mercado financiero es que la segunda mitad del año será dura en materia de economía real, pero que cuestiones como el acceso al crédito y las tasas no deberían ser desatendidas por priorizar el corto plazo y el consumo.