Hoy puede ser un gran día. Por lo menos para los mercados del mundo, donde todas las bolsas de Asia abrieron en alza en la noche de Occidente y las Bolsas europeas operan con pronósticos positivos. Los que apuestan a Wall Street también creen en alzas y los tres índices, a diez horas de que abra la bolsa neoyorquina, rondaban subas de 0,90 por ciento.
Pero la Argentina es un país distinto. Con enormes vulnerabilidades deberá sortear una prueba crucial el lunes, en una semana más corta porque el martes será feriado.
Por un lado, desde el Gobierno vieron como una tendencia la baja del dólar del jueves y viernes que coincidió con más liquidaciones de los exportadores. A partir de ese momento, calcularon que hasta septiembre le ingresarán por ese sector alrededor de USD 10 millones. También hacen cálculos donde las reservas más el superávit comercial hacen imposible una escapada del dólar como la que tuvo entre lunes y miércoles pasado.
Los escépticos señalan que las mayores liquidaciones de los exportadores se debieron a que debieron cubrir las necesidades de fin de mes y a que se sumaron empresas que antes que acudir a un banco, venden sus dólares. Como ejemplo, los productores hablan de ExpoChacra, que se hizo a principios de marzo en Pergamino. Los bancos no consiguieron colocar ninguna de sus líneas de crédito a tasa variable. El gran ganador en ese evento fue una de las principales empresas del país que fabrica silo bolsas.
La verdad parece estar en el medio. El dólar puede seguir subiendo, pero no se espera que sea una disparada incontrolable. Sino que lo hará a un ritmo superior a la inflación y a las tasas de plazo fijo. Así lo demuestran los USD 30.084 millones que están depositados en cuentas bancarias locales y marcan el récord desde la convertibilidad. Esto significa que hay preferencia por los dólares, pero no hay síntomas de fuga.
El hecho de que el Gobierno haya aumentado el porcentaje de Letras de Liquidez (Leliq) que pueden tener en relación a su patrimonio para alentar tasas más altas, no parece ser una herramienta decisiva para los inversores que se resisten a inmovilizar su dinero por 30 días en una economía exageradamente volátil. Además, después de la brusca baja de las tasas, retomar el sendero de alzas aparece como un gesto de debilidad.
Por caso, en marzo el crecimiento de los depósitos as plazo fijo y de los ajustables por CER aumentaron $11 mil millones, menos de 9%, una suba que habla por sí mismo de la merma del entusiasmo de los ahorristas e inversores institucionales. Desde el 18 de marzo, los plazos fijos están prácticamente en el mismo nivel. En cambio, entre el 26 y el 27 de marzo los depósitos en cuenta corriente crecieron $15 mil millones. En 24 horas aumentaron 4 por ciento.
El movimiento muestra cómo se fueron preparando para cubrir las necesidades de fines de mes. No solo hubo una mayor venta de dólares, sino que la situación la padecieron los plazos fijos.
Además, después de la licitación de Leliq del viernes donde se captaron $166.003 millones a 68,16%, una tasa apenas 0,18 puntos inferior a la del día anterior, quedaron en libertad $47 mil millones, un volumen importante de dinero. Y acá el tema es si ese dinero irá a plazo fijo o a dólares.
A su favor el Gobierno tiene que el mundo se encamina a vivir una jornada sin sobresaltos por la que anticipan los movimientos de futuro al lunes. En contra tiene las novedades políticas adversas que llegaron de San Juan, donde Sergio Uñac, el candidato a gobernador que tiene a su vera a Cristina Kirchner, pero está más cerca de Roberto Lavagna arrasó en las PASO y lo ponen a un paso de ser reelecto como gobernador. Era un triunfo esperado, pero el porcentaje sorprende y puede influir en el mercado.
Pero de que vale adelantarse si los inversores con el precio del dólar darán la respuesta al optimismo del Gobierno en la primera rueda de la semana.