Tras las experiencias fallidas del pasado, creen que esta vez el BCRA será más cauto antes de recortarla. Las previsiones más pesimistas llegan a 2 meses de tasa alta
Luego del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central no tendrá margen en los próximos meses para bajar la tasa de referencia.
La autoridad monetaria volvió a calibrar sus metas de inflación, dejando desierta la correspondiente a este año y llevando a la de 2019 al 17%. Este anuncio lo obliga a mantener el sesgo contractivo de la política monetaria, por lo menos hasta que comiencen a controlarse las expectativas de inflación.
El mercado no espera que haya cambios en las tasas en el corto plazo. En un reporte a sus clientes, la banca de inversión Goldman Sachs afirmó que tras la corrida cambiaria, la posterior suba de emergencia de las tasas de referencia y el blindaje de u$s 50.000 del Fondo Monetario quedará en la economía argentina una cicatriz financiera duradera. Dado el reciente episodio de muy alta volatilidad, mercados ilíquidos y las poco ancladas dinámicas del tipo de cambio, es probable que los futuros inversores (nacionales y extranjeros) exijan una mayor prima de riesgo que antes para permanecer expuestos a los activos locales, remarcó el análisis y prosiguió: De ahí la probable necesidad de mantener elevadas las tasas nominales y reales por un tiempo para anclar las expectativas monetarias y de inflación, proteger la cuenta de capital de la balanza de pagos y limitar los efectos secundarios y de segunda ronda del reciente gran depreciación del peso.
En medio de la corrida cambiaria, el BCRA subió la tasa de referencia al 40%, para intentar evitar, sin éxito, que el dólar continuara disparándose. Esto impactó de lleno en ciertos sectores de la economía, especialmente en las líneas de financiamiento del segmento pyme.
Por eso, existe cierta expectativa de que el Central vuelva a normalizar su política de tasas. Sin embargo, analistas locales tampoco ven que haya margen para que lo haga en el corto plazo.
No soy optimista en el corto plazo. Creo que si bien tras el acuerdo con el FMI el BCRA salió fortalecido y tiene el grado de libertad para comenzar a bajar la tasa, recién va a poder comenzar a hacerlo en el mediano plazo. Todavía tenemos que esperar meses de inflación alta en junio y julio, por el traspaso a precios de la suba del dólar y los ajustes tarifarios previstos, y recién cuando logren controlarse las expectativas de inflación, el Central va a poder encarar una baja gradual de las tasas de interés, afirmó el director de la consultora EcoGo, Federico Furiase.
Su colega, Diego Falcone, head porolio de Cohen, recordó: Cuando en 2016 el BCRA se apuró a bajar la tasa y tuvo que volverla a subir en marzo, tardó 60 días en volver a bajarla. En ese momento, empezó en mayo y lo hizo muy, muy despacito. Creo entonces que desde el día en que la llevó a 40% va a dejar correr como mínimo esos dos meses para comenzar a bajarla. Pero Cohen advirtió que en esta oportunidad, Sturzenegger va a hacer más cauteloso y esperará a que se domen las expectativas de inflación y devaluación. El dato de inflación de junio no va a ser bueno: va a dar una inflación anualizada del 30%, entonces es difícil pensar que desde ese lugar el BCRA retroceda con su política de tasas altas, dijo. La semana pasada una cadena de electrodomésticos de primera línea se financió al 49,9%. Este nivel de tasas no es sostenible para las empresas. Todos coincidimos que estas tasas son de emergencia. Esto no quiere decir que el BCRA vaya a comenzar a reducirlas en un plazo de 60 o 90 días, lo que más bien es un consejo de política monetaria.
El cambio de dinámica del mercado para lograr el desarme de Lebac agrega otra pregunta sobre cuándo el BCRA podrá comenzar con su sendero descendente de tasas de referencia. El viernes el ministro de Finanzas le dijo a los agentes del mercado la emisión de nuevas letras no es viable a estas tasas, lo que daría a pensar que puede esperar a que Sturzennegger dé el primer paso. Por otro lado, otros creen que la autoridad monetaria se decidirá a bajar la tasa una vez que el Tesoro haya emitido los nuevos bonos.
Cambia todo porque el Banco Central va a buscar que la tasa se comporte de manera endógena y lograr sacar pesos del sistema vía bonos. A mediano plazo hay que ver a qué tasa coloca el Tesoro que va a influir en las Lebac, afirmó Ramiro Marra, de Bull Market Brokers.