Los activos bursátiles se sobreponen a la volatilidad externa. El S&P Merval asciende 5%. Los bonos Globales suben 0,3%, con un riesgo país en los 1.561 puntos
Los negocios bursátiles latían el jueves al compás de los mercados externos, principalmente al ritmo ascendente de Wall Street donde cotizan influyentes ADR nacionales, frente a los temores vigentes de una recesión económica estadounidense y un eventual impacto sobre los activos domésticos.
Los indicadores de Nueva York se afianzaban a firmes ganancias, con un panel tecnológico Nasdaq que sube un 3,1% a las 15:15 horas. Con ese marco, los ADR y acciones de compañías argentinas operadas en dólares subían hasta 14%, con el Banco Supervielle al frente.
La llegada de fondos frescos movilizados por inversores institucionales permitían una evolución firme alcista en el plano bursátil. El índice líder S&P Merval de la Bolsa porteña subía un 5%, a 1.524.875 puntos.
El cimbronazo de los mercados a comienzo de semana reavivaron las dudas de los inversores de cara a los compromisos de deuda que tiene el Gobierno argentino a corto plazo, cuando por una flamante vuelta de tuerca en su política monetaria le es difícil consolidar las reservas del Banco Central.
La compañía Pampa Energía (+8,8% en Wall Street) presentó su resultado contable al segundo trimestre del año con utilidad neta de 100 millones de dólares, un retroceso del 39% interanual dado un peor resultado financiero.
Los bonos Globales -en dólares con ley extranjera- subían un 0,3% en promedio en el exterior, mientras que el riesgo país de JP Morgan restaba 16 unidades para Argentina, en los 1.561 puntos básicos.
En el actual contexto hay posturas de “un tipo de cambio nominal retrasado”, dijo el Fausto Spotorno, economista de la consultora Ferreres & Asociados, quien coincidió en que los controles cambiarios vigentes ayudaron a amortiguar el derrumbe de los mercados locales el lunes pasado.
“Los mercados internacionales están atentos a la posibilidad de una recesión en los Estados Unidos. Aunque aún se requiere más evidencia para confirmar esta tendencia, la volatilidad actual refleja la falta de consenso entre los inversores. Esta incertidumbre, dependiendo de la profundidad y extensión de las turbulencias, podría reducir el apetito por activos de riesgo, afectando negativamente a la Argentina. A pesar de la baja en la tasa libre de riesgo, persisten dudas sobre la capacidad del país para superar los controles cambiarios y establecer un nuevo esquema monetario”, indicó un informe del IERAL de la Fundación Mediterránea.
Los expertos del Grupo IEB (Invertir en Bolsa) precisaron que en Wall Street, “la pregunta vigente es hasta dónde se puede extender la corrección. Interpretamos que el mercado encontró un soporte al menos temporal, pero aún en un escenario de soft landing, el draw down podría llevar al mercado a un nivel inferior. Por lo tanto, mantenemos la sugerencia de posicionamiento con criterio underweight con respecto a cada uno de los perfiles de tolerancia de riesgo”.
Con una paridad controlada desde el BCRA con una devaluación mensual del 2%, el dólar mayorista avanzó 50 centavos a 937 pesos, mientras que las paridades bursátiles son operadas en el orden de los 1.315 pesos.
En el plano local, Piedad Ortiz, Chief Economist de Wise Capital, explicó que “el escenario que visualizamos, es una recuperación gradual que va a estar marcada por la baja de la inflación, la cual permitirá que se consolide una recuperación del salario real que traccione al consumo privado y a partir del tercer trimestre, condicionada por el segundo aumento de las paritarias. Para acelerar el crecimiento, el Gobierno tendría que estimular las exportaciones, pero con el actual tipo de cambio se hace difícil. Esto nos lleva a pensar que este año va a cerrar con una caída de 3,9% en el PBI. El despegue “en serio” lo vemos para el segundo trimestre de 2025″.