La tecnología de las criptomonedas revolucionó las distintas industrias. Sin embargo, todavía existen muchas inquietudes con relación a su funcionamiento, comercialización y regulación.
Cada vez son más los adeptos y personas interesadas en ingresar al ecosistema de las criptomonedas. Los beneficios que genera su comercialización, su utilización como medio para adquirir bienes o servicios y la revolución que provocan en la economía digital pusieron a estos activos digitales en el centro de la atención.
Sin embargo, aún existen muchas inquietudes respecto a su tecnología, funcionamiento, comercialización y regulación. Esta desinformación no solo afecta a las personas que consideran ingresar a este ecosistema, sino también a la reputación y el potencial de los activos digitales.
La plataforma online de compra y venta de criptomonedas Buda.com realizó un informe con los principales puntos que generan incertidumbre con relación a esta nueva forma de concebir la economía:
• Las criptomonedas no cuentan con el respaldo del Estado
VERDADERO – Al igual que el dinero de curso legal que goza únicamente de la confianza asociada a su uso, las criptomonedas se basan en este principio. La naturaleza descentralizada y distribuida de su tecnología subyacente, la blockchain, hace que las mismas estén respaldadas por la confianza que depositan en ellas sus usuarios, mediante su adopción como medio válido para realizar operaciones comerciales.
• Las transacciones realizadas con criptomonedas no pueden ser rastreadas
FALSO – La gran mayoría de las criptomonedas operan bajo la tecnología blockchain. En esta, se lleva a cabo la validación de todas las transacciones y queda registro inmutable de las mismas sin importar el lugar o la hora en las que se realicen. Por lo tanto, cualquier operación que involucre la transferencia de activos digitales puede ser consultada siempre en la red y cuando se conozca la dirección o el código asociado de la transferencia. En este sentido, se puede hablar de «pseudoanonimato» ya que las transacciones se expresan en forma de caracteres alfanuméricos y están asociadas con el monedero virtual del dueño de los activos. Por lo que si una persona u organización tiene conocimiento de con quién está vinculada dicha dirección, es posible rastrear a quién envía los fondos y saber cuánto dinero está movilizando con la moneda digital correspondiente, información que luego puede ser cotejada con las cuentas bancarias para determinar si hay indicios que apunten a la realización de actividades ilegales.
• Las criptomonedas son utilizadas para actividades ilegales
VERDADERO – A pesar de no haber estadísticas oficiales al respecto, estos activos pueden ser utilizados como medio para la realización de transacciones ilegales. Sin embargo, sería erróneo asegurar que solo las criptomonedas son empleadas para este fin, ya que las principales monedas de curso legal constituyen el vehículo preferido para el lavado de dinero y/o el financiamiento de actos ilegales (principalmente mediante pagos realizados en efectivo).
De acuerdo con datos de la ONU, el tráfico de drogas anualmente capitaliza más de USD u$s1 billón, mientras que apenas un poco más del 20% de esta cifra es lo que se comercializa en los mercados de criptomonedas según CoinMarketCap. En este sentido, las monedas digitales no pueden ser catalogadas como buenas o malas ya que la naturaleza de su uso recae sobre las acciones de sus usuarios. A su vez, y siguiendo los lineamientos establecidos por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), las compañías que operan con criptomonedas implementan mecanismos de autorregulación que contribuyen a evitar el lavado de activos y el financiamiento de actos ilegales, principalmente mediante la solicitud de datos de identificación a sus usuarios y el reporte de actividades sospechosas a las autoridades locales.
• Hay mucha volatilidad en los mercados de criptomonedas
VERDADERO – La cotización de estos activos digitales está directamente relacionada con el comportamiento de los mercados, que suelen fluctuar con facilidad cuando ocurren eventos importantes dentro del ecosistema o cambios en su estructura tecnológica y de desarrollo (ya sea que afecten de forma positiva o negativa los precios). En parte, esto se debe a la etapa inicial en la que se encuentra el mercado. A medida que ingresen más personas al ecosistema y haya una mayor inyección de capital, sus precios deberían tender a estabilizarse. Es importante aclarar que también existen instrumentos financieros, principalmente de renta variable (acciones, ETF’s, Hedge Funds, entre otros) y derivados (contratos a futuro) que tienen de igual o mayor forma, un grado de riesgo aún más alto por el apalancamiento y volatilidad en los precios de sus activos subyacentes.
• Las criptomonedas están diseñadas para ser utilizadas por personas con conocimiento tecnológico
FALSO – Cualquier persona puede operar con estos activos ya que fueron diseñados para que sea práctico y sencillo realizar transacciones entre sus usuarios. Todas las personas pueden comprender los principios generales para el intercambio de activos. Los interesados pueden comprar y vender criptomonedas a través de plataformas de intercambio, las cuales detallan paso a paso el proceso a seguir para adquirir, vender o transferir las mismas de forma segura y sencilla.
• Las criptomonedas no se pueden falsificar
VERDADERO – Cada moneda digital opera con códigos propios y, dada la naturaleza de la tecnología blockchain que registra todas las transacciones y su orden, no es posible que actores malintencionados dupliquen transacciones o creen criptomonedas de forma independiente sin que el sistema los detecte y bloquee.
• Las transacciones con criptomonedas toman menos tiempo que las bancarias
VERDADERO – La tecnología blockchain permite que las personas envíen saldos en criptomonedas sin importar el lugar o país en el que se encuentren. El receptor del pago recibe prácticamente al instante los activos sin tener que esperar entre 24 y 72 horas como establecen los bancos tradicionales. Además, las operaciones con criptomonedas resultan ser más económicas ya que no requieren de intermediarios. Los usuarios simplemente deben consignar por cada transacción una pequeña comisión que varía según la demanda de transacciones en la red, sin importar la cantidad que deseen transferir.
Fuente: http://www.ambito.com/930742-mitos-y-verdades-sobre-las-criptomonedas