En un informe distribuido hoy la calificadora de riesgo estima que la debilidad del peso argentino se mantendrá hasta bien entrado el año próximo, lo que, combinado con la alta exposición de las compañías a deuda denominada en dólares afectará a las empresas locales
El riesgo cambiario para las empresas argentinas persistirá hasta mediados de 2020 debido a la debilidad del peso y a la alta exposición de las compañías a deuda en dólares, según la calificadora de riesgo Moody’s. La agencia dijo que la calidad crediticia de las firmas locales probablemente seguirá siendo afectada por el riesgo de liquidez resultante, el deterioro de las condiciones de negocios y la recesión.
«El riesgo de liquidez seguirá siendo alto para 14 de los 27 corporativos no financieros argentinos calificados», dijo Moody’s en un comunicado distribuido este miércoles. «El deterioro de las condiciones de negocios y la recesión probablemente incidirán en la calidad crediticia de las compañías», agregó.
Moody’s analizó la situación de los emisores corporativos no financieros, de infraestructura y de servicios públicos de la Argentina.
«En términos generales, la liquidez mejoró levemente en 2018, principalmente debido a que varios sectores anticipan menores necesidades de efectivo hasta mediados de 2020, aunque la cobertura de efectivo de deuda de corto plazo de los emisores se debilitó con el desplome del peso argentino en 2018», señaló Martina Gallardo Barreyro, assistant vice president de Moody’s.
«Adicionalmente, las difíciles condiciones de mercado a nivel local e internacional han impedido a las compañías acceder a los mercados financieros internacionales desde mediados de 2018», agregó la analista.
El informe considera que las necesidades de refinanciamiento son moderadas para el período 2019-2020 para las compañías no financieras argentinas que califica. «Sin embargo, el riesgo cambiario persistirá hasta mediados de 2020 debido a la debilidad del peso y a la alta exposición de las compañías a deuda denominada en dólares estadounidenses. Si bien las compañías deberían poder refinanciar sus vencimientos de deuda hasta mediados o fines de 2020, es probable que sigan dependiendo en gran medida de refinanciamiento con deuda bancaria», detalló el texto.
Mercado interno, el más afectado
Aunque no hace previsiones respecto a cambios en las notas de deuda de los emisores locales, la calificadora analizó que «la incertidumbre política que afecta al país y las difíciles condiciones de negocios locales para los próximos 12 a 18 meses probablemente repercutirán en la calidad crediticia de las compañías».
«Las empresas que dependen de ventas domésticas serán las más afectadas por la debilitada economía y las altas tasas de interés, en particular los productores de bienes de consumo durables y compañías constructoras de viviendas. Además, la elevada inflación, un peso debilitado y la suba de tarifas de transporte y servicios públicos reducirán el poder adquisitivo, al mismo tiempo que las tasas de interés en niveles récord harán que el financiamiento con tarjetas de crédito sea inusualmente caro», concluyó.