Avances en materia de déficit e inflación, además de muestras de continuidad del rumbo político, son los elementos que mira la calificadora para decidir nuevas subas
Moodys espera que la economía argentina crezca 3,5% en 2018 con una inflación del 15%, 3 puntos por encima de la meta oficial y que tras dos años de crecimiento el déficit público empiece finalmente a bajar. Más aún, la agencia de riesgo que subió recientemente la nota crediticia del país adelantó que está mirando tres factores clave antes de decidir nuevas mejoras a la calificación: una baja consistente del déficit, signos de avance en la lucha contra la inflación y una profundización del rumbo político.
La calificadora de riesgo subió la nota de la Argentina a B2 el 29 de noviembre último, como un reflejo de lo que considera una mejora en las decisiones de política y una mejor performance económica. Por otro lado, la suba de nota no llegó más lejos debido a la debilidad de las instituciones locales y a los todavía crecientes desequilibrios externos. Avances en materia de déficit e inflación, además la continuidad del rumbo político, son los elementos que mira la firma para decidir nuevas subas de nota.
«En los próximos dos años habrá dos grandes pruebas para la efectividad y la continuidad de estos cambios de política. La primera gran prueba será la estabilización macroeconómica continua, particularmente a través de esfuerzos de consolidación fiscal. En 2017, el déficit será más amplio que en 2016. Esta fue una decisión consciente del gobierno, que retrasó la consolidación fiscal al abordar otras prioridades de política. Pero los altos déficits fiscales continuados, financiados en moneda extranjera, aumentan el riesgo de un shock externo y limitarán las acciones de calificación positivas hasta que se aborden», advirtió Moodys.
«La segunda gran prueba serán las elecciones presidenciales de 2019. Los resultados legislativos a medio plazo de este año representan una fuerte indicación de un mayor apoyo para las políticas del gobierno, pero persisten las preocupaciones sobre su sostenibilidad a largo plazo. Los resultados de las elecciones presidenciales de 2019 proporcionarán una mayor claridad sobre las preferencias políticas de la oposición», agregó.