El crecimiento económico global continuará robusto durante 2018, aunque moderado hacia el cierre del año debido a que una serie de países alcanzarán el pleno empleo y las condiciones crediticias se volverán más ajustadas en un entorno de tasas de interés al alza, señaló Moodys en su informe de Perspectiva Macroeconómica Global.
En el informe, la calificadora de riesgo alerta sobre el riesgo para economías emergentes del endurecimiento de las condiciones financieras globales, entre las que se cuenta la Argentina. La firma recortó las previsiones de crecimiento argentinas 1,5%, desde el 3% anterior. Y señaló que las presiones devaluatorias se mantendrán mientras la inflación continúe alta.
«Argentina ha sido el país más golpeado en la última ola de ventas en los mercados emergentes», dice el informe de Moodys. «Una fuerte dependencia del endeudamiento externo en moneda extranjera, con una deuda externa en torno al 36,5% del PBI, un creciente déficit en cuenta corriente y una tasa de inflación de dos dígitos cercana al 25% hacen que Argentina sea extremadamente vulnerable a los cambios en el sentimiento de los inversores internacionales», agregó.
Tras la devaluación del peso en abril y mayo, la suba de la tasa de interés de referencia al 40%, el anuncio de recortes fiscales y la negociación con el FMI se resintió el panorama macroeconómico, dice el análisis de Moodys: «En conjunto, estas medidas pesarán sobre el crecimiento económico».
«Hemos revisado nuestro pronóstico de crecimiento para Argentina al 1,5% en 2018 y al 2,5% en 2019, por debajo de nuestros pronósticos previos de 3,0% y 3,5%, respectivamente», estimó el grupo de analistas dirigidos por Madhavi Bokil, VP Senior Credit Oicer de Moodys. «Los riesgos para el pronóstico son a la baja dados los persistentes desequilibrios internos y externos», agregó.
«En particular, la presión de una mayor depreciación nominal del peso se mantendrá mientras la tasa de inflación se mantenga elevada», concluyeron.