Analistas advierten que las últimas colocaciones del Banco Central, la quita de los mínimos antes exigidos a las aseguradoras y la menor intervención de ANSES desde la entrada de la nueva gestión aumentan los costos
En la jerga financiera se llama «crowding out» al desplazamiento que genera el Estado en el mercado de deuda cada vez que intenta hacerse de recursos. En español, significa que al aumentar la deuda pública y la emisión de títulos públicos, se desplaza la inversión privada. Hoy, las significativas necesidades de financiamiento de las que da cuenta el sector público para tratar de mitigar el déficit que lo aqueja al tiempo que pone en marcha distintas iniciativas para reducir el gasto parecen haber generado un reacomodamiento de los recursos que están disponibles en el mercado doméstico. Y en la misma línea presiona la misión del titular del BCRA, Federico Sturzenegger, de controlar la inflación mediante lo que se denomina «absorción monetaria», es decir, retirar pesos del mercado para que no presionen los precios de la góndola (y sobre todo la cotización del dólar).
Para los analistas de Delphos Investment, los «damnificados» de este escenario que se manifiesta en estado embrionario son las minorías, es decir, los emisores privados. «Contemplamos que el significativo incremento que se espera en la demanda de fondos por parte del Estado Nacional se encuentra generando un efecto crowding out en el mercado local, dejando a emisiones privadas tales como obligaciones negociables corporativas y fideicomisos financieros (FF) en un plano secundario en términos de liquidez».
En la City sostienen que debido a este escenario es que, en los últimos días se ha registrado una suba de rendimientos exigidos en las licitaciones privadas de fideicomisos financieros, cuyos spread versus las tasas de las Letras del Banco Central (Lebacs) se han disparado en relación a meses previos. Un comparativo de las curvas que dibujan estas tasas muestra que mientras en la última licitación las tasas rozan el 40%, en diciembre de 2015 no llegaban al 35%. Es más: en noviembre de ese año se ubicaron por debajo del 30%.
A la vez, los analistas advierten que en las últimas semanas se detecta un fuerte incremento de las emisiones de carácter público para el mercado doméstico versus las del sector privado: «Utilizando como proxy a las colocaciones de letras del Banco Central detectamos un significativo incremento del volumen de emisiones de carácter público respecto de las de carácter privado como cheques de pago diferido, Fideicomisos Financieros y Obligaciones Negociables», sostienen en Delphos.
Informes de diferentes brokers han dado cuenta en los últimos días que la quita de los mínimos antes exigidos a las compañías aseguradoras para inversiones encuadradas en inciso ?k? y la menor intervención de ANSES en colocaciones privadas desde la entrada de la nueva gestión han llevado a que el mayor costo de financiamiento privado (relativo) se vuelva un aspecto más estructural del mercado local.
Sin ir más lejos, la Provincia de Buenos Aires recientemente anunció la intención de emitir un bono por entre u$s 500 y u$s 1000 millones, no sólo con la intención de conseguir recursos para financiar su déficit fiscal, sino también de proyectar el repago de la deuda del Banco Provincia.
De todas formas, en el mercado se muestran interesados en las colocaciones de este tipo. Por ejemplo la semana pasada Puente y el Banco de Servicios y Transacciones (BST) anunciaron la colocación de $ 948 millones para la Ciudad de Buenos Aires en títulos de deuda con vencimiento a 4 años, el plazo más largo logrado en moneda local por un sub-soberano.