En los primeros nueve meses del año, el déficit de cuenta corriente llegó a US$2.871 millones. La llamada cuenta capital y financiera, por su parte, exhibe un rojo de US$5.008 millones
Las cuentas externas están teñidas “de rojo”. Por las mayores importaciones de energía y autos y el déficit en los servicios, la balanza de pagos registró en los nueve primeros meses de 2013 un déficit de cuenta corriente de US$2.871 millones. También la cuenta capital y financiera –que registra, entre otros, el movimiento de préstamos e inversiones extranjeras y el pago de deuda– fue negativa en otros US$5.008 millones. En consecuencia, esos déficits provocaron una pérdida de reservas de US$7.879 millones, de acuerdo a las cifras oficiales.
En el cuarto trimestre este proceso negativo no se detuvo y se calcula que las reservas terminarán cayendo en otros U$S4.000 millones, con una mayor devaluación del peso. El año arrancó con el dólar a $4,91 y estará cerrando en torno a los $6,50, una suba de más del 30%, superando incluso la mayor inflación de este año.
En todo 2012, las reservas se redujeron en US$3.305 millones y el dólar pasó de $4,30 a 4,91, un 14% más.
Todos estos números marcan un fuerte y mayor desequilibrio del sector externo. Porque si bien, según el informe del INDEC, la balanza comercial fue positiva en US$9.534 millones, igualmente se redujo en casi US$3.000 millones respecto de igual periodo de 2012. Y esto pasó porque las exportaciones crecieron apenas 4%, en tanto las importaciones crecieron un 11%. En especial las de combustibles y lubricantes (+25%) y autos (+33%) por el efecto combinado de mayores precios internacionales y mayores cantidades importadas. Estas cifras se potenciaron porque, por las necesidades de abastecimiento interno, disminuyeron las exportaciones de energía un 21%, 14 puntos por menores cantidades vendidas y 9 puntos por descenso de los precios.
No obstante contar con un superávit comercial de US$9.534 millones, esas divisas no alcanzaron para afrontar el pago de servicios y las utilidades devengadas en esos 9 meses. Ese “bache” explica que, entre otras medidas, el Gobierno haya suspendido el giro de utilidades y dividendos al exterior que, entre enero y septiembre, sumaron US$6.158 millones. De haberlas autorizado, las reservas se hubieran desplomado mucho más. Pero constituye, al mismo tiempo, una demanda potencial de divisas muy grande. También una contracara del “cepo” al giro de utilidades es la fuerte desaceleración de la inversión extranjera y de préstamos al exterior.
En esos 9 meses los organismos financieros internacionales hicieron desembolsos de créditos por US$1.660 millones pero que ayudaron a pagar los vencimientos con esos mismos organismos por US$1.274 millones e intereses por otros 415 millones. Prácticamente lo que entró por una ventanilla se fue por otra. En 2012 pasó algo parecido.
Ahora el Gobierno busca destrabar la aprobación de nuevos créditos en especial del Banco Mundial, pero una condición es que previamente el Gobierno arregle los litigios en los tribunales del CIADI (entre otros, el de Repsol) la deuda impaga con el Club de París, las demandas en los tribunales internacionales y otro canje con los bonistas que no aceptaron las reestructuraciones anteriores. Esos “arreglos” suman más de US$20.000 millones.
El “cepo” cambiario, con la imposibilidad de atesorar en divisas, frenó la fuga de dólares pero generó otras consecuencias, como el aumento del déficit del turismo por la mayor demanda interna de pasajes y porque los turistas extranjeros prácticamente dejaron de vender sus dólares, euros o reales en el mercado de cambios oficial y se pasaron al “blue”. Muchos comercios ofrecen descuentos importantes si el turista extranjero paga en “dólares-billete” o los acepta a un valor cercano al “blue”.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/frena-deficit-dolares-sector-externo_0_1056494703.html