Retrocedieron ayer en otros 37 millones y quedaron a un paso de perforar el nivel de los 38.000 millones, el más bajo desde abril de 2007 hasta hoy
El proceso de franco deterioro en las reservas internacionales del país no encuentra freno.
Ayer, esa tendencia se redujo en otros 37 millones de dólares, por ajustes a la baja en la valorización de algunos activos que la componen (0,6%, el oro; 0,27%, el euro) y nuevos pagos -presumiblemente vinculados con importaciones de energía-, con lo que el activo quedó haciendo equilibrio apenas por encima de los US$ 38.000 millones y marcó un nuevo piso en seis años y dos meses.
Según la contabilidad preliminar del Banco Central (BCRA) las reservas finalizaron la jornada en US$ 38.001 millones, cifra que estiró la pérdida en lo que va del año hasta poco menos de 5300 millones de dólares (US$ 5289 millones para ser exactos) o un 12,25% en relación con el stock valuado en US$ 43.300 millones con que se cerró 2012.
El marcado retroceso no deja de sorprender toda vez que se registra en momentos en que el Gobierno perfeccionó el cepo cambiario (tomó 16 medidas al respecto desde su imposición, tras las elecciones presidenciales de 2011) al punto de haber reducido prácticamente a cero la fuga de capitales financieros de un año y medio a esta parte.
De hecho, la formación de activos externos del sector privado (renglón de la cuenta cambiaria identificada con la fuga de capitales y que llegó a consumir US$ 21.500 millones en 2011) mostró un saldo favorable levemente superior a los US$ 600 millones en el primer trimestre del año.
También, porque dispone de un férreo control sobre las operaciones de comercio exterior, con el objeto de mantener en lo posible un saldo positivo en la balanza comercial, y redujo de 500.000 a 300.000 dólares el monto máximo que los bancos pueden venderle a los importadores por jornada sólo a los efectos de tratar de asegurar una intervención compradora en la plaza cambiaria oficial que le permita detener este deterioro.
Y, además, porque mantiene bloqueadas casi totalmente las transferencias de utilidades de las empresas al exterior, al punto que, según el último balance cambiario, apenas se permitieron entre enero y marzo de este año pagos al exterior por 155 millones de dólares, de los cuales el 68% correspondió a empresas del sector minero que parecen seguir gozando de preferencias en la consideración oficial.
Todo esto apunta a que la Argentina pueda seguir cancelando deuda externa con recursos del Banco Central.
UN FENÓMENO BIEN ARGENTINO
Los analistas consideran que el sostenido deterioro en este activo de valor estratégico para el país muestra el fracaso de la estrategia represiva que adoptó para lidiar con la restricción externa.
Para abonar esta hipótesis, la consultora Economía & Regiones (E&R) recientemente comparó la evolución de las reservas de la Argentina con las de otros países de la región desde la imposición del cepo cambiario.
De ese análisis surge que, mientras el BCRA perdió más de 11.500 millones en reservas, los recursos bajo administración de los bancos centrales de Brasil, Chile, Uruguay o Perú crecieron del 19 al 74% en el mismo lapso.
"La pérdida de reservas es la manifestación final de una enfermedad económica que enfrenta nuestra economía, que son las inconsistencias de política económica", diagnosticó esa consultora, al evaluar este dispar comportamiento.
UN STOCK EN EL TOBOGÁN
Evolución de las reservas en el transcurso del año
-12%
El retroceso durante 2013
Las reservas internacionales argentinas cerraron 2012 en 43.290 millones de dólares
24,4%
La pérdida desde que se aplica el cepo cambiario
Estaban en US$ 47.587 millones el viernes 28 de octubre de 2011, es decir, el último día hábil antes de que se restringiera la venta de divisas al público