En un conflicto bélico como el que se generó entre Rusia y Ucrania la semana pasada, el principal impacto y preocupación es la pérdida de vidas humanas, más allá de las justificaciones que cada una de las partes en conflicto plantean. Dicho esto, el escenario del conflicto es una importante región productora y exportadora de maíz, trigo, cebada, semilla y aceite de girasol. El freno a los embarques de estos productos generó alzas, las que no solo están ligadas a la imposibilidad de embarcar actual, sino también a las sanciones que enfrenta actualmente Rusia, y que podría seguir enfrentando aún luego del cese al fuego.
En el mientras tanto el mercado ya venía mostrando alzas importantes, como resultado del problema de oferta Sudamericano, donde están faltando unas 25 mill.tt. En ese sentido la llegada de lluvias en Argentina posiblemente frenen el deterioro de los cultivos, pero ya hay daños que son irreversibles. Quizás esto esté ya descontado en precios. Pero lo que todavía sigue presionando es la sustitución de los granos sudamericanos con otros orígenes. El problema fundamental es la soja, y el único proveedor alternativo es EEUU, que muestra exportaciones en alza. Con fondos especulativos, que si bien están comprados, en otras oportunidades han estado mucho más comprados, vemos espacio para especulación al alza.
Sin embargo, la semana pasada tuvimos un anticipo del elemento que puede marcar el «hasta aquí llegamos» para los precios de los granos: la nueva cosecha Norteamericana. El Outlook Forum del USDA mostró stocks/consumo más altos en maíz, y algo más bajos en soja para el ciclo 22/23.
En el plano local, el maíz temprano ya está ingresando al mercado, con rindes bajos, como esperábamos. En tanto la soja y el maíz tardío seguían sufriendo mermas en su calidad hasta mediados de la semana, que hacen pensar en que podrían caber nuevos recortes. Sin embargo, durante el fin de semana llegaron lluvias, por lo que será importante ver ahora la reacción de los cultivos. Los altos precios en tanto generaron algunos chispazos de venta adicionales, pero frente a valores históricamente altos, sólo podemos justificar las demoras en las ventas ante la duda productiva.
De todas formas estos precios siguen marcando oportunidades excelentes de fijar precios mínimos netos de prima mucho más altos que los que imaginábamos a la hora de sembrar. Viendo que todavía hay muchos interrogantes de corto plazo, preferimos ir por los PUT. Pero en caso de avanzar en ventas, hacerlo con compra de CALL, tanto para la cosecha 21/22 como para la 22/23, que ya muestra valores en niveles extremadamente atípicos. Veamos algunos de estos temas con más detenimiento