Los colocarán los bancos Provincia y Ciudad para financiar las hipotecas a 30 años. Permitirán ganarle siempre a la inflación
Un nuevo instrumento de inversión en pesos saldrá al mercado en los próximos días: se trata de bonos ajustados por UVA (Unidades de Valor Adquisitivo), es decir el índice que se mueve de acuerdo a la inflación minorista. Estos títulos le permitirán a los ahorristas y a los inversores institucionales asegurar que el capital invertido nunca se vea licuado por los aumentos de precios.
Quienes saldrán a colocar estos nuevos bonos son dos bancos públicos. El Provincia ya anunció la emisión de la primera serie y en los próximos días también lo hará el Ciudad.
El motivo es obvio: ambas entidades precisan fondeo para prestar hipotecas ajustadas por UVA a 30 años, tal como se anunció hace pocos días. Sin embargo, estas entidades cuentan con fondeo de corto plazo proveniente de los depósitos, por lo que precisan fuentes adicionales para poder hacer frente al fuerte aumento en el otorgamiento de préstamos de largo plazo. Se trata de uno de los instrumentos claves que utilizará el Gobierno para impulsar el mercado interno y al mismo tiempo atacar el grave problema de déficit habitacional que sufren millones de argentinos.
Características de la emisión del BAPRO
El Banco Provincia, presidido por Juan Curutchet, anunció el período de suscripción para el primer tramo del bono ajustado por UVA, por un total de $150 millones:
- La tasa que se adicionará será fija y surgirá de la licitación.
- El plazo de emisión del primer será de 36 meses.
- Recupero del capital. Pagará intereses en forma trimestral y el capital al vencimiento.
- Un dato inédito para el mercado argentino es que el valor nominal unitario será de una «UVA» y no un peso como sucede habitualmente con los títulos emitidos en moneda local. Esto significa que el inversor que compre estos títulos poseerá por ejemplo 200 ó 300 UVAS y esa unidad tendrá un ajuste de capital en forma diaria. El último valor arrojó un precio de 18,17 pesos por unidad.
Colocación más larga
El Banco Ciudad, bajo la presidencia de Javier Ortíz Batalla, está organizando una colocación similar de la mano de Puente, por lo que en los próximos días saldrá con un título cuyo plazo podría ser algo más largo (cinco años).
Con los bonos ajustados por UVA aparece un nuevo instrumento de inversión en pesos. Hasta ahora había básicamente títulos a tasa fija (como las Lebac y bonos emitidos por el Gobierno nacional) y a tasa variable según la evolución de Badlar (el rendimiento de los plazos fijos mayoristas, de más de un millón de pesos).
Antecedente más reciente
Estos bonos en realidad vienen a retomar la tendencia de colocar títulos ajustados por CER, como sucedió hace diez años. Aún quedan algunos bonos con ese esquema de indexación como los Discount. Sin embargo, la manipulación del índice de precios llevó a que esos títulos quedaran casi en el olvido dado que la inflación fue subestimada sustancialmente durante todo el gobierno de Cristina Kirchner.
La recuperación del Indec y la medición confiable del índice de precios ahora permite que reaparezcan estos papeles, ya ajustados por UVA. Pero en la práctica se trata del mismo producto.
Mientras que un anteceden más lejano fueron los bonos emitidos en el primer gobierno de vuelta a la democracia, a mediados de los 80, con los Bonos Ajustables con Renta Real Asegurada (BARRA); Bonos Ajustables del Gobierno Nacional (BAGÓN) y los Títulos en Dólares (TIDOL).
El Banco Nación también tiene planeado lo suyo, considerando que será el principal otorgante de estos créditos ajustados por UVA a 30 años (también existen plazos más cortos). Aunque la entidad no colocará por ahora bonos en el mercado, su titular Javier González Fraga, tiene en la cabeza una idea muy original: ofrecer los primeros plazos fijos indexados, pero por UVI (Unidades de Vivienda). Se trata de un índice que propuso el año pasado el senador Julio Cobos y que ajusta según el metro cuadrado de la vivienda.
Esto significa que un ahorrista podrá invertir en un plazo fijo a 90 días como plazo mínimo. Y el ajuste de esa inversión será igual al costo el metro cuadrado de construcción, por lo que se trata de una opción novedosa para que el público pueda invertir en ladrillos a través de un depósito indexado.
Claro que el fondeo al que puede acceder el Nación con esta opción es mucho menor que en el caso de los bonos que emitirán las otras entidades públicas.
