El dólar volvió a cerrar en récord nominal tras una suba de ocho centavos que lo dejó en $ 20,69. Esto se dio a pesar de que el Central vendió u$s 20 millones para frenar el avance. Operadores leen que Sturzengger interviene suavemente para moderar la velocidad.
El Banco Central (BCRA) volvió a marcar la cancha en el mercado cambiario durante la rueda de ayer, con ventas para moderar el ritmo de avance de la divisa por segunda vez en la semana. Con muy poco dinero en comparación con los volúmenes operados, apenas u$s 20 millones, la entidad conducida por Federico Sturzengger se contentó con dejar correr al dólar y señalizar que no permanecerá al margen del mercado si la velocidad de las subas le parece excesivas.
El dólar minorista cerró $ 20,69 según el promedio que elabora el BCRA. Se trata de un nuevo máximo histórico nominal, luego de una suba de 8 centavos en el día.
El avance en las pizarras y home bankings minoristas fue el reflejo de la pulseada que se vivió en el mercado cambiario mayorista, donde la divisa cerró a $ 20,41, también en un récord nominal.
Según operadores, el precio en el mercado mayorista fue moviéndose todo el día de menor a mayor, como invitando al BCRA a aparecer en el mercado para probar su resolución. Cerca del final de la rueda, faltando unos 7 minutos, la mesa de operaciones de la entidad vendió u$s 20 millones.
«La demanda por cobertura se fue presentando en forma paulatina a lo largo de toda la jornada generando una corrección del tipo de cambio que remontó su cotización y alcanzó nuevos máximos históricos al registrar operaciones en los $ 20,43 por unidad. Nuevamente las ventas del BCRA corrigieron parcialmente la suba de los precios e impidieron que la misma se extendiera mucho más allá del máximo de la fecha», escribió Gustavo Quintana de PR Corredores de Cambio.
El BCRA vendió cuando la divisa tocaba los $ 20,43 en el mercado mayorista y logró detener el avance, para que cierre dos centavos por debajo de ese nivel. La intervención oficial llegó por encima del techo que había marcado la propia entidad el lunes, cuando vendió u$s 30 millones mientras la divisa tocaba $ 20,40.
Los montos que está volcando el BCRA al mercado son muy pequeños en comparación con lo que se mueve en la plaza. Ayer, por ejemplo, cambiaron de manos casi u$s 770 millones en la plaza mayorista. Operadores leen esto como un intento de conducir al mercado cambiario con mano liviana (en agosto, antes de las PASO, el BCRA llegó a vender más de u$s 1800 millones de sus reservas para frenar la suba del dólar).
Aunque no se trate de un evento disruptivo que justifique intervenciones más impetuosas, el mercado cambiario se mueve a paso quizás demasiado acelerado. El dólar mayorista avanza 1,42% en apenas 7 días de marzo y 9,55% en lo que va del año. En términos interanuales, el dólar sube 31,18%. De ahí que los operadores crean que Sturzenegger, con sus cachetadas suaves al dólar, esté tratando de acercarse aunque sea un poco a su meta de inflación del 15% para este año (las expectativas rozan el 20%).
«Para mi esto es una herramienta más de política monetaria, verdaderamente lo está dejando flotar, de alguna manera la flotación te está llevando a una devaluación prácticamente, pero el BCRA lo está dejando correr», dijo un operador cambiario. «Lo único que quiere es que la devaluación no sea tan acelerada como para impactar en la inflación», agregó.
Por eso, ayer la expectativa en las mesas era que la autoridad monetaria se dejara ver varias veces más, no tanto para poner un control férreo sobre los precios como para evitar que las velocidades se vuelvan demasiado altas.
En la entidad de la calle Reconquista han admitido que los movimientos del dólar se trasladaron, en parte, a precios mayoristas y temen que una aceleración genere más problemas en ese frente.