Dos analistas armaron una guía rápida pero muy concisa sobre este instrumento financiero.
Poco se escucha hablar de Obligaciones Negociables y es que al inversor inexperto cuando se le nombra la palabra bonos lo primero que se le viene a la mente es deuda pública emitida por algún tipo de gobierno. Por eso hoy nos vamos a centrar en los bonos privados, aquella deuda emitida por empresas. Veremos qué tipos hay, que consejos hay que tener en cuenta a la hora de elegir una, cómo son los pagos y si conviene invertir en ellas. Para ello Ámbito habló con dos analistas con el fin de armar una guía rápida pero muy concisa sobre este instrumento financiero. Pero vayamos por partes, como primera medida las definiremos.
¿Qué son las Obligaciones Negociables?
Nahuel Guevara, Portfolio Management Analyst de Inviu, las definió como «instrumentos de deuda de renta fija emitidos por empresas» y que, a través de éstos, «las compañías toman prestado dinero con un propósito, generalmente, de negocio y toman el compromiso de repagarlo al vencimiento más una tasa de interés predeterminada, que suele ser menor a la deuda que podría contraer con, por ejemplo, una entidad bancaria».
Por su parte, Alejo Lerner, analista de PPI, explicó: «Cuando hablamos de obligaciones negociables nos estamos refiriendo a títulos de deuda emitidos por un privado, ya sean sociedades por acciones, cooperativas o asociaciones civiles, entre otras».
Al igual que los títulos públicos, las condiciones de emisión pueden variar de un emisor a otro y se encuentran especificadas en el prospecto de emisión que debe ser subido al sitio web de la Comisión Nacional de Valores (CNV). «En dicho documento no sólo figura información sobre el emisor, sino también la moneda de denominación de la deuda, plazos, amortización, intereses y garantías en caso de corresponder», amplió Lerner.
Qué características tienen las ONs
Nahuel Guevara aseguró en diálogo con Ámbito que las ONs cuentan con un interés predefinido que se determina al momento de la licitación, lo que le otorga el carácter de renta fija con la capacidad de conocer la fecha de repago de nuestro capital invertido así como el cobro de los intereses. Y aquí un importante dato a tener en cuenta: aquellas que son emitidas en dólares, tienen la posibilidad de operarse tanto en pesos argentinos como en divisa estadounidense.
Alejo Lerner, por su parte, aseguró que hay dos tipos principales de obligaciones negociables: simples y convertibles. Las primeras son el tipo más común y el que generalmente encontramos en el mercado. Representan la relación deudor-acreedor y el compromiso de pago estándar de capital e intereses.
Por su parte, las segundas «además de simbolizar la misma relación de crédito le otorgan al inversor la posibilidad de canjear su tenencia por una cantidad determinada de acciones de la compañía emisora. El ejercicio de la opción dependerá de que el precio de mercado de la acción supere el precio de canje convenido. A cambio de este potencial upside, el inversor acepta una tasa de interés inferior a la que aceptaría por una emisión equivalente sin la opción».
Qué ventajas y desventajas tiene invertir en ONs
«La ventaja de invertir en ONs es que podemos encontrar créditos muy seguros emitidos por empresas rentables en nuestro país, y de varios tipos (Dollar-linked, UVA, Hard-Dollar, tasa fija y tasa variable) adecuándose a los distintos perfiles de inversores. La desventaja es que podemos encontrar títulos con baja liquidez en el mercado», opinó a Ámbito, Nahuel Guevara.
En cuanto al Hard Dollar, Alejo Lerner dijo que es importante hacer una aclaración: «Aquí vamos a encontrar obligaciones negociables que están denominadas en dólares y cuyos intereses y amortizaciones son pagaderos en esta misma moneda. La distinción surge a partir del domicilio de pago y la ley aplicable, habiendo dos casos posibles; por un lado, que abone dólares MEP (especie 10.000) rigiéndose por las leyes de los tribunales locales, y por el otro, que abone dólares CCL (especie 7.000) en base a lo establecido por la constitución de Estados Unidos».
También es importante remarcar que, dentro del universo de posibles emisores, las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) cuentan con un régimen simplificado de oferta pública y cotización con el fin de promover el financiamiento del sector. Sin embargo, en caso de que no cuenten con garantía de al menos el 75% por parte de una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) o institución financiera, este tipo de deuda sólo puede ser adquirida por inversores calificados.
En lo que va de 2022 se emitieron aproximadamente 190 títulos corporativos, de los cuales 34,7% fueron PyME, 32,6% Badlar, 22,1% Dollar Linked, 7,9% Hard Dollar y el remanente UVA.
En cuando a las ventajas, Lerner mencionó que como este tipo de instrumentos se considera de renta fija, «implica que el cronograma de pagos futuros es conocido al momento de la emisión y se puede calcular de antemano la rentabilidad esperada de este si se lo mantiene hasta su vencimiento (y no surgen eventos crediticios que lo impidan)».
«Esto aminora la volatilidad y el riesgo, buscando asegurar un margen de ganancia, que, en comparación con la renta variable, puede ser sustancialmente menor. Asimismo, las obligaciones negociables no solo representan una vía de escape al riesgo público, sino que también, dependiendo de la clase en cuestión, son buscadas como una vía de dolarización», aclaró.
Qué hay que saber antes de invertir en ONs
«Como destacamos, actualmente se pueden encontrar muy buenos créditos en el mercado de empresas con sólidos negocios. Por lo tanto, es importante que evalúen que la ON de la compañía que elijan para invertir, cumpla con esta característica por un lado, y cuente con liquidez por el otro», dijo Nahuel Guevara y amplió: «Dada la gran cantidad de regulaciones junto con la preferencia del último tiempo por diversificar el riesgo soberano por títulos de mayor confianza, las ONs suelen ser un instrumento elegido por las inversores para invertir sus dólares».
«Consideramos que al momento de invertir en este tipo de activos es importante tener en cuenta las láminas mínimas de cada instrumento, adaptándonos de acuerdo con el capital que se está dispuesto a utilizar, la liquidez de las ONs y los potenciales eventos de crédito a los que se encuentra sujeto cada emisor», amplió Alejo Lerner y cerró: «Este suele ser uno de los instrumentos favoritos de los inversores al momento de diversificar la cartera y reducir el riesgo, dado que permiten alocar capital en diferentes sectores industriales tales como Oil & Gas, Telecomunicaciones, Banca, y otros, sin la volatilidad a la que está sujeto el equity de cada sector».
Qué recomiendan los expertos
Desde el departamento de Research de Portfolio Personal Inversiones (PPI) recomiendan las obligaciones negociables Hard Dollar que se rigen por leyes extranjeras para aquellos inversores más conservadores y la ley local para los institucionales que acceden al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) debido a las últimas restricciones impuestas por la comunicación “A” 7552 que limita la tenencia a u$s100.000 de instrumentos extranjeros.
«Para el primero de los casos, en nuestra cartera recomendada incluimos títulos de Telecom, Arcor, YPF, IRSA y Genneia con vencimientos entre 2023 y 2026. Priorizamos emisores de buen riesgo crediticio y tasas de rendimiento atractivas. De hecho, con la construcción de este porfolio es posible alcanzar un rendimiento aproximado de 13% en dólares», añadió Portfolio Personal Inversiones.
En lo que respecta a aquellos inversores que cuentan con acceso al MULC para el desarrollo de sus operaciones, «consideramos una buena alternativa la obligación negociable de Cresud a 2026 (CS38O) dado que a pesar de ser ley local abona dólares cable. Adicionalmente, también cuenta con un atractivo cupón de 8% anual pagadero en dos cuotas semestrales (enero y julio)», cerró PPI.