El nuevo esquema de control de la base monetaria que contempló en su primer mes súper tasas en pesos de hasta el 74% anual logró no solo detener la inercia alcista del dólar, sino que también derribó fuertemente su cotización a la baja: la divisa cayó frente al peso un 11,8% o $ 4,96 durante octubre, pasando desde los $ 41,94 hasta los $ 36,98, su menor valor en dos meses.
Fortalecido el peso, además, por un mejor clima en los mercados emergentes, y sobre todo por la buena performance que mostró el real por efecto Bolsonaro, los principales y grandes jugadores del mercado desarmaron – de menor a mayor a lo largo del mes – parte de su cartera dolarizada en busca de los «jugosos» retornos en moneda local, desempolvando así – nuevamente- estrategias de «carry trade», que en algunos casos otorgaron ganancias del 20% en moneda dura (las más importantes para un mes en mucho tiempo).
Fue la tercera vez en el año que el dólar perdió frente a la tasa: marzo, julio, y ahora octubre. Aunque claro está que en el acumulado del año, la divisa mantiene una amplia ventaja frente a los activos en pesos: la cotización de la moneda acumula un alza de casi 93% desde diciembre pasado.
Más allá de la película 2018, en la foto de octubre varios activos en pesos repartieron importantes utilidades en dólares a los inversores que se animaron a apostar, ni bien comenzó el mes, por una (tensa) calma en la plaza cambiaria. Así, por ejemplo, sobresalieron los retornos en dólares que ofrecieron que ofrecieron el Discount (+25,3%); el bono Gatillo 2019 – AF19 – (+20,1%); las Lecap (+19,7%); o el bono de la Provincia de Buenos Aires 2025 -PBA25- (+19,4%); las Lebac (+19,1%), destacó un informe de GMA Capital. Asimismo, la tasa BADLAR (+17,1%); y los plazos fijos (+16,5%) completaron el panel de las principales subas.
Nery Persichini, gerente de Inversiones de GMA Capital, remarcó que «la tensa calma en el exterior y el rally del real (pasó de 4,20 a 3,70 por dólar en 45 días) jugaron a favor del peso, que se fortaleció fuerte en octubre. También influyó la política monetaria contractiva del BCRA que, control de agregados mediante, elevó las tasas de todo el sistema haciendo muy atractiva la recompensa para posiciones en moneda local».
Así, sin grandes drivers para las acciones ni los bonos en dólares, «el carry trade fue lo mejor del mes», subrayó Persichini.
El analista financiero Christian Buteler consideró «positivo» que después de tanta volatilidad el BCRA haya logrado «estabilizar el tipo de cambio, incluso que tengamos en el mes una baja. Era lo principal que tenía que hacer el oficialismo para intentar a volver a tomar el control de la situación».
Pero esto «no se hizo gratis», recordó Buteler: «Se hizo a fuerza de una tasa muy alta que terminó impactando también en la actividad económica, profundizando la recesión que ya veníamos viviendo».
En este contexto, la tasa BADLAR registró un alza de 800 puntos básicos, lo que potenció el devengamiento de bonos a tasa variable, principalmente los provinciales como el PBA25, que todavía tiene un margen de 10% sobre BADLAR, subrayó Persichini.
Y estimó que «la aceleración de la inflación y la expectativa de que el nivel de precios seguirá creciendo en los últimos meses del año revivió el interés de bonos CER, especialmente los del tramo corto como el AF19». A su vez, «las Lebac y las Lecap en el mercado secundario, con volatilidad en las tasas, se arbitraron contra los rendimientos de plazos fijos».
• Cómo seguirá la carrera dólar vs. tasa
«Ha sido claro el presidente del BCRA, Guido Sandleris, de que las tasas altas continuarán como mínimo hasta diciembre, también es necesario que esta tranquilidad con el tipo de cambio se extienda y perdure en noviembre y diciembre, para poder dar por finalizada la crisis cambiaria que tuvimos», sostuvo Buteler.
Para el analista, si el dólar intenta ir por debajo de la línea de no intervención (hoy en $ 35), «el Banco Central no debería emitir dinero para comprar dólares y mantener el tipo de cambio, sino actuar con una baja de tasas, para que después el mercado vaya encontrando si equilibrio normal, eso me parecería algo fundamental».
Sabiendo de antemano que las bandas de flotación del dólar se actualizan al 3% mensual, la pregunta que surge es frente a qué tasa estaría dispuesto un inversor que analiza instrumentos en pesos. «Si consigo tasas del 4,5 o 5% mensual podría hacer claramente alguna apuesta por el peso», afirma Buteler.
Para Diego Martínez Burzaco, director de MB Inversiones, por su parte, «noviembre será algo parecido a octubre, la tasa será más negocio que el dólar, con un BCRA que tratará de ir bajando en el límite de la banda las tasas de interés de manera muy cautelosa, sin magnitudes de cambio brusco, e irá tanteando al mercado».
Ese es el gran desafío que tiene por delante este programa de control de la base monetaria. «Esa es la gran duda que tiene hoy el mercado, sobre cómo reaccionarán esos pesos que hoy están seducidos por la tasa de interés alta en función de una rebaja de la tasa de interés», dice Martínez Burzaco.
Persichini, en tanto, no cree que haya «demasiado margen para que el BCRA relaje la contracción monetaria y avale tasas más bajas». Aunque tampoco considera «que la inflación del último trimestre sea inferior a 10%. En este contexto, es probable que la carrera de la tasa en pesos la ganen los bonos BADLAR y CER por sobre LECAP y LEBAC».
Ya para diciembre «habrá que ver cómo está el contexto global, sabiendo que estacionalmente es un mes de demanda tanto de pesos como de dólares, por lo que veremos cómo se comporta la tasa», analizó el director de MB Inversiones.
«El tipo de cambio podría dar alguna sorpresa hacia fin de año cuando haya más pesos en la calle por cuestiones estacionales. Por eso, la sugerencia es diversificar monedas, preferentemente con bonos cortos en dólares», remató el director de inversiones de GMA Capital.