• Economía, con pocos “brotes verdes”.
• Llamativa prudencia con paritarias en plena campaña.
• ¿Y la aceleración?
La única sorpresa en estos meses previos a las elecciones presidenciales la está dando el ministro Kicillof con las paritarias. Inimaginable que antes de un comicio en el que un Gobierno deja el poder, se ponga énfasis en el tope a las paritarias, peleando incluso hasta el último punto porcentual. Ni sindicalistas, empresarios o los mercados comprenden este accionar contra la inflación, ante la tentación latente de poner en marcha los sueldos privados «nuevos» en la economía. «Pareciera que no quieren ganar las elecciones», hasta llegan a decir.
Los «brotes verdes», metáfora del ministro inglés Lamon de 1991 para definir las señales de reactivación económica, aparecieron, pero no son muchos. El año cerrará con alza del PBI leve en torno del 1,5%. La recaudación impositiva sube, pero sufre la caída del precio de la soja, de 2.500 pesos en 2014 a los $ 1.900 en el corriente año. El rojo fiscal (el financiero) será del 6% del PBI, aunque puede reducirse al 5% si se considera que hay pagos de deuda intrasector público que es dinero que sale y entra al mismo bolsillo.
La presión salarial será tema de una inminente reunión del Grupo de los Seis que aglutina a la Bolsa de Comercio, la Sociedad Rural, la UIA, la Cámara de Comercio, la de la Construcción y a los bancos argentinos. Hay temores de ocupación de los puertos agroexportadores. Hoy habrá un acto de la Federación de Aceiteros en San Lorenzo, Santa Fe. Ocurre en plena liquidación de la cosecha de soja que sí se ve impactada por las elecciones presidenciales. Hay cierta retención de granos a la espera de mejores precios de venta con un nuevo Gobierno (dólar oficial más alto, básicamente). La venta de silobolsas nuevamente es récord.
Pero no hay demasiada preocupación por los dólares de la soja en el Gobierno. Esta semana se viene la emisión de hasta u$s 750 millones de la provincia de Buenos Aires con un título a 2024. En el ministerio de Economía recibieron una nueva propuesta para ampliar la emisión del Bonar 24 y existirían cerca de u$s 1.000 millones de demanda asegurada indirectamente desde el tradicional banco alemán y lejos del accionar del juez Griesa. Pero son tiempos electorales y siempre quedan dudas sobre el posible accionar de los fondos buitre en una operación de esta naturaleza.
Precisamente lo que presiona para una pronta negociación del nuevo Gobierno con acreedores en general es el temor a aceleración de los bonos. Esta «espada de Damocles», entre las varias que tendrá quien asuma el 10 de diciembre, hace referencia a que se agrupen tenedores de bonos surgidos en los canjes de 2005 y 2010 y reclamen el 100% del valor nominal de sus tenencias ante el default incurrido en los cupones impagos de Discount y Par desde el segundo semestre de 2014. El viernes, Ecuador colocó 750 millones de dólares en los mercados con un interés del 8,5% a cinco años. Hay similitudes con la Argentina: a marzo de 2015 la deuda externa de Ecuador sumaba el 17,6% del PBI. Como cayó el petróleo, Correa impuso barreras comerciales para no sacrificar divisas.
Pero igualmente son momentos en los que el mercado mira más las encuestas que datos estrictamente económicos. La designación de los vicepresidentes será el próximo eje central. Hay encuestadores que anticipan un costo de dos o tres puntos porcentuales en un compañero de fórmula no adecuado (para Daniel Scioli puntualmente). Si bien hay optimismo con bonos y acciones, se es consciente que en el ínterin se pueden ver precios mejores de compra.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=791087