En medio de la tregua cambiaria, aparecen algunos interrogantes entre los ahorristas, que buscan continuar resguardando su capital, u obtener alguna renta extra, a la espera de hallar mayores certezas sobre el futuro financiero.
Son momentos de alta incertidumbre en el mercado financiero. Venimos una fuerte disparada del dólar, del 44,3% en dos meses, que barrió con los retornos en pesos, e impulsó de sobremanera la demanda de billetes estadounidenses. Debilidades endógenas (alto déficit fiscal y de cuenta corriente) quedaron súper expuestas en un contexto mundial caracterizado por el «fly to quality» (huida hacia activos seguros), lo que derrumbó tanto a los activos de renta variable como los de renta fija.
La escalada cambiaria pareció encontrar una tregua la semana pasada (y en el inicio de esta) producto del apretón monetario (suba de encajes) dispuesto por el BCRA, junto con las licitaciones de Letes y bonos, y las altísimas tasas en pesos. En este contexto, aparecen algunos interrogantes entre los ahorristas, que buscan, en ciertos casos, resguardar su capital, mientras que en otros pretenden obtener alguna renta extra. Para aquellos ahorristas más inexpertos, la inquietud pasa fundamentalmente si poner o no a trabajar aquellos dólares adquiridos en medio de la corrida – muchos de ellos en cuentas a la vista o simplemente debajo del colchón -, y en qué instrumentos. Otros esperan encontrar mejores alternativas al clásico Plazo Fijo, en el cual muchos se sentían cómodos previo al sacudón cambiario.
INVERSIONES DOLARIZADAS
Sin dejar de lado el principio de diversificación, la sugerencia para inversores no tan expertos es sobreponderar posiciones en moneda extranjera. «Más allá de que la suba del dólar sufrida ya ha sido brutal, nada puede garantizarnos que la misma haya terminado. Por tal motivo, una relación 70/30 a favor de la divisa parecería una combinación prudente», argumenta el analista financiero Christian Buteler. Aconseja que un 60% de la posición en moneda dura esté colocada en Letes, ya que la tasa que pagó el Gobierno la semana pasada (5,5% anual) es «atractiva». El restante 40% recomienda destinarlo en un Fondo Común de Inversión de renta fija a corto plazo (lo que equivale a invertir en bonos cortos en dólares). Para inversores con cierto expertise en el mercado, analistas sugieren dar vuelta la ecuación y apostar solo por un 40% en dólares. «En dicha línea encontramos a los bonos en dólares como el DICA con tasas superiores al 9% en moneda de EE.UU.», señala Alejandro Bianchi, Gerente de Inversiones de InvertirOnline. Este tipo de bonos pueden comprarse en pesos o directamente en dólares (DICAD).
INVERSIONES EN PESOS
Un 30% del total del portafolio debería mantenerse en pesos, ya que «es imposible no dejarse tentar por las Lebac y sus rendimientos», en torno al 55% anual para el plazo más corto, indica Buteler. «Si bien la fuerte baja de las acciones puede presentar oportunidades, la volatilidad de estos activos podrían poner nervioso al ahorrista. Por eso, para un inversor poco experimentado, sería prudente no entrar en acciones», argumentó. Por el contrario, para aquellos que tengan un mayor apetito por el riesgo «los papeles del sector financiero son una buena opción tras caer un 50% respecto de 2017; destinaría un 40% de la cartera en estos activos», comenta el Gerente de InvertirOnline, quien además sugiere otro 20% en Lebac: «Son otra alternativa para aprovechar si creemos que el peso tendrá un recorrido de devaluación menor hacia delante. Desde ese punto de vista, creemos que el BCRA señalizó al mercado al emitir el bono dual y apuntará a un dólar cercano a los $35 hacia junio 2019».
Fuente: http://www.ambito.com/927119-opciones-para-ganarle-al-dolar-y-plazo-fijo