A la caída del último año hay que sumarle la debacle casi generalizada que se da desde 2018. Cuáles son las que “salieron hechas” y cuáles las pocas que, a pesar de todo, ganaron y mucho
Por factores locales, agravados por los internacionales, las acciones argentinas fueron las que más perdieron en 2018, 2019 y 2020. En un acumulado de tres años, desde el récord de febrero de 2018 a hoy, los títulos privados valen un 85% menos cuando se mide su cotización en dólares.
En este 2021, de la mano de un esperado rebote de la actividad económica que las proyecciones privadas ubican en el 5%, los papeles de renta variable podrían empezar a revertir esta tendencia, aunque el arrastre negativo del 2020 encontró una continuidad en las ruedas del primer cuatrimestre.
En este aspecto, las acciones argentinas restan un 14% en dólares en promedio en el comienzo del año, el peor desempeño cuando se lo compara con las Bolsas de los países desarrollados y también os emergentes más representativos. Si se extiende la comparación a enero de 2020, cuando el coronavirus empezó a propagarse en todo el mundo, la caída del Merval en dólares es del 44 por ciento.
En el exterior, desde Europa hasta Asia, pasando por Estados Unidos, los índices bursátiles parecen inmunes a las malas noticias que se acumulan en este principio de año, incluida la preocupación por las nuevas variantes de Covid-19.
Las Bolsas capturan el exceso de liquidez por la inyección de dinero de los bancos centrales, incrementada exponencialmente a partir de marzo de 2020. También respaldaron a los gobiernos hasta un nivel sin precedentes mediante la compra masiva de bonos públicos.
Para las acciones argentinas, estos 16 meses de pandemia fueron mayoritariamente negativos. Pero también hubo compañías ganadoras, porque el impacto económico fue diferente según el país y el sector.
Por ejemplo, la acción de la biotecnológica Bioceres (que cotiza directamente en Wall Street y solo como Cedear en Buenos Aires), con importantes planes de inversión y desarrollos vinculados a la producción de alimentos, ganó un 184% desde comienzos del año pasado. También destacaron los avances de Mercado Libre (+119%) y Globant (+73%), cuyo foco de negocios está internacionalizado y sufre menos el lastre de la contracción económica argentina.
En cuanto a las acciones con rendimiento negativo, un modelo de negocios con foco local fue perjudicial para las valuaciones, aunque también dispar. Los bancos, con atención reducida por las medidas de aislamiento, perdieron cerca del 50% desde la pandemia.
Otras firmas, cuyos negocios están bajo la órbita estatal o con precios regulados, también acusaron el impacto sobre sus cotizaciones, como YPF (-60%), Telecom (-60,5%) o Central Puerto (-46%).
Al observar el desempeño de la capitalización bursátil, resalta la valuación de Mercado Libre, que creció en unos USD 39.240,4 millones, desde los USD 33.057 millones del 1 de enero de 2020 hasta los USD 72.298 millones hoy. Globant creció USD 3.579,1 millones, desde los USD 4.891,9 millones a 8.471 millones de dólares.
Del otro lado, hay compañías que perdieron la mitad de su valor o más desde 2020 en adelante. Telecom perdió unos USD 2.899,4 millones, desde una capitalización bursátil de USD 4.852,4 millones a 1.953 millones de dólares. YPF restó USD 2.214,6 millones en 16 meses y pasó de estar valuada en USD 3.693,6 millones a 1.479 millones de dólares.
En el sector financiero, Banco Macro pasó de valer USD 3.312 millones a USD 1.406 millones, es decir, USD 1.906 millones menos. En tanto, Grupo Galicia resignó USD 1.749,8 millones, desde los USD 3.571,8 millones de enero de 2020 a USD 1.822 millones en el presente.