Cuando tan solo falta algo más de un mes para llegar a mitad de año, los asalariados formales comienzan a pensar qué destino le van a dar a la primera parte del SAC. El tipo de inversión depende de varios factores, como el perfil del ahorrista y el objetivo central de la inversión.
Cuando tan solo falta algo más de un mes para llegar a mitad de año, los asalariados formales comienzan a pensar qué destino le van a dar al medio aguinaldo que deberán cobrar junto con el sueldo en junio. En términos financieros, el tipo de inversión depende de varios factores, como el perfil del ahorrista, el objetivo central de la inversión y las expectativas que la persona tiene sobre el futuro de variables macroeconómicas, como por ejemplo la inflación y el dólar. En ese sentido, Ámbito dialogó con diferentes especialistas sobre las mejores opciones que hay actualmente en el mercado.
En primera instancia, cabe diferenciar aquellos inversores que buscan cobertura cambiaria frente a una expectativa de devaluación no tan lejana de aquellos que prefieren seguir aprovechando las tasas en pesos que ofrecen algunos instrumentos porque vislumbran un tipo de cambio tranquilo como se percibió en los primeros meses del año.
La estrategia del Banco Central de reducir el ritmo de deslizamiento del dólar oficial parece tener mayor sustento en los últimos días a partir de una soja a más de u$s600 por tonelada, que favorece los ingresos por exportaciones. La duda pasa por la dinámica que tendrán los tipos de cambio paralelos, que en abril amagaron a repuntar aunque las brechas siguen sin superar el 70%.
Santiago Abdala, director de Portfolio Personal Inversiones (PPI), dijo en diálogo con Ámbito que proyecta «un tipo de cambio estable durante algún tiempo». «En los primeros meses del año el Gobierno tuvo una conducta fiscal un poco más prolija pero ahora, con las nuevas restricciones se plantea la necesidad de eventuales subsidios. Un mayor gasto puede alimentar las expectativas de devaluación y esto puede presionar sobre el dólar», agregó.
“Si se pudieran resolver de manera civilizada los compromisos en moneda extranjera creo que vamos a mantener la estabilidad en el tipo de cambio, con lo cual me parece que tiene más sentido aún seguir aprovechando la tasa en pesos», sugirió Abdala. En ese sentido, resaltó a los títulos que ajustan por inflación (CER), con horizonte en 2022, como el instrumento más atractivo en moneda local.
“El primer objetivo de cualquier ahorrista, acá y en cualquier parte del mundo, es ganarle a la inflación”, aseguró el especialista. Bajo esa mirada, recomendó apostar por los Fondos Comunes de Inversión (FCI) compuestos por bonos CER, ya que tienen el beneficio de la diversificación y la liquidez. «Es lo más atractivo en términos de tasa para alguien que se queda en pesos y busca invertir el aguinaldo con un perfil conservador”, acotó.
En lo que va del año, los precios de estos activos treparon hasta 28%. Los rendimientos reales siguen siendo positivos a partir del 2022; el TX22 (que vence en marzo del año que viene), actualmente ofrece un retorno del 2,1% por sobre la inflación.
Otra opción que brinda cobertura contra las subas de precios es la de los plazos fijos UVA, que tienen un plazo de 90 días (con opción de cancelarlo previamente aunque resignando tasa) y que en la mayoría de los bancos devuelve un 1% anual adicional por encima de la inflación.
Según el Informe Monetario publicado por el BCRA, las colocaciones con opción pre cancelable tuvieron un incremento nominal del 27,6% respecto de marzo y explicaron más de la mitad de la suba mensual de la totalidad de los plazos fijos.
Por otra parte, los individuos que buscan cobertura en dólares también tienen diferentes alternativas. Emilse Córdoba, directora de Bell Bursátil, aclaró que «un mes/mes y medio es una eternidad en Argentina» aunque destacó «una opción que no cambiaría hasta el cobro del aguinaldo y que sería de riesgo super bajo»: comprar dólar MEP y con el producto de esos dólares comprar Obligaciones Negociables en dólares, con tasas de entre 6% y 8% en dólares.
Las Obligaciones Negociables son títulos de deuda de empresas privadas. Por lo tanto, salvo casos de default, los acreedores tienen derecho a percibir el capital y los intereses en la forma y los plazos pactados al momento de realizarse la transacción.
Para el actual contexto de incertidumbre, el economista Gustavo Ber calificó como buena opción para un perfil conservador la de invertir en Obligaciones Negociables «sólidas» de empresas como Aluar, Tecpetrol, Arcor y Pan American Energy.
Paralelamente, para un perfil algo más arriesgado, el analista también le ve atractivo a los Cedears (certificados de empresas extranjeras que cotizan en la bolsa porteña) bajo una estrategia diversificada entre acciones cíclicas y tecnológicas, como las de Walmart, Coca Cola, AT&T, Disney, JP Morgan, Apple, Amazon y Microsoft.
En el mismo sentido, Córdoba explicó que si el Dow Jones finaliza su actual corrección para el momento del cobro del aguinaldo, la inversión en Cedears de empresas tecnológicas es una opción seductora debido a que estas «ya bajaron de precio y aparentemente podrían estar en sus pisos según los indicadores».
“Los Cedears pueden ser una buena opción para alguien que busca dolarizarse. Son activos que están en buen precio tanto en términos del tipo de cambio como en términos de valores absolutos. Somos más optimistas con lo que son Cedears de empresas financieras, como Wells Fargo, JP Morgan, MasterCard, o energéticas», especificó Abdala.
Si bien todavía falta más de un mes para que depositen la primera parte del sueldo anual complementario, con este escenario los individuos con capacidad de ahorro ya pueden tener una perspectiva más clara respecto de cuáles son las opciones con las que cuenta para no perder poder adquisitivo y para hacer rendir su dinero.