Los bonos que ajustan por el índice CER (es decir la inflación minorista) sufrieron ayer un golpe que ya estaba casi descontado en el mercado. En promedio perdieron un 2% ante la divulgación del índice de precios de marzo por parte del INDEC. El 2,6% estaba en el rango de inflación estimado por los analistas, pero claramente en la parte inferior del rango. El impacto negativo en los bonos ajustados por CER termina incrementando, por lo tanto, el atractivo en los títulos dolarizados, que incluso cayeron más que el valor del dólar en el mercado paralelo, o "blue".
La caída de los bonos que ajustan por inflación fue ayer generalizada: el Bogar 2018 perdió el 1,9%, el Par el 0,6%, el Discount en moneda local cayó el 1,4% (es uno de los títulos de todas formas que lidera las subas anuales) y el PR 13, que ya comenzó a pagar capital e intereses, con vencimientos en 2024, dejó en el camino otro 1,75%. Para los próximos meses se espera que el índice de inflación oficial se mantenga en leve descenso, por lo que estos títulos pierden cierto atractivo. Pero aun en el caso de que se produzca un repunte, la sensación es que el dato oficial seguirá estando por debajo del promedio que calcula el mercado (como ya pasó en febrero y en marzo).
En este escenario, la lógica es que se empiecen a mirar nuevamente los bonos dolarizados. El repunte del "blue" de ayer podría estar marcando un punto de inflexión para la caída del tipo de cambio que se produjo en el mercado informal prácticamente desde principios de febrero. En un lapso de dos meses y medio, el dólar que se opera en las cuevas pasó de $ 12,80 a menos de $ 10,30. Pero ayer pegó un salto hasta $ 10,40 que al menos parcialmente podría estar vinculado con la proximidad de Semana Santa (mucha gente demanda dólares para viajar).
Los bonos dolarizados (es decir, que se compran en pesos pero el Gobierno los paga en dólares billete) vienen acompañando la caída del "blue" e incluso la han exagerado. Por eso, hoy es posible adquirir estos títulos a un tipo de cambio implícito por debajo de $ 9,50. El economista Alejandro Henke señaló que "la expansión de pesos será muy importante en los próximos meses por dos vías: la compra de dólares que tiene que llevar adelante el Central para recuperar reservas y la necesidad de financiar al Tesoro".
Este repunte esperado en la emisión de pesos podría presionar sobre el tipo de cambio, especialmente en el segundo semestre. Si esto sucede, los mejores activos para posicionarse son los bonos dolarizados, ya que representan la mejor protección para preservar el poder adquisitivo en moneda dura. El atraso en los precios de estos títulos es además un atractivo adicional muy notorio.
El caso del Boden 15 (o RO15, de acuerdo con su símbolo bursátil) es el que aparece con más claridad. El Gobierno acaba de pagar a principio de mes el cupón semestral y tiene otros tres pagos por delante (7% anual) y la devolución total de capital en septiembre del año que viene. Ayer cayó otro 0,3% y se ubica en $ 923. Por lo tanto, para aquellos inversores que no tienen urgencia de hacerse de los dólares, luce como mejor alternativa adquirir estos títulos antes que comprar dólares en el mercado. Con otros títulos, como el Bonar X, pasa algo parecido, con la diferencia de que el plazo para recuperar el capital es más largo.
Otra opción que aparece en el tablero es la de los bonos que ajustan según la evolución del dólar oficial ("dollar linked"). Si bien la tasa de interés volvió a ser atractiva y se ubica en algunos casos en torno al 10% anual más el aumento del tipo de cambio oficial, se trata de una opción algo más delicada. En primer lugar, habrá que ver hasta qué punto llegan las presiones para que el Central retrase el dólar. Es muy probable, incluso, que el ritmo de devaluación mensual se ubique por debajo de la inflación. Pero además, como los bancos se quedaron sin espacio por cuestiones normativas para sumar este tipo de activos, los precios podrían quedar retrasados por la escasa demanda.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=737135