Desde hace algunos meses, la autoridad monetaria sube las tasas que paga por las Lebac a mayores plazos. Busca reducir los vencimientos más próximos
Con el objetivo de desarmar la «bola de nieve» de Lebac, el Banco Central (BCRA) está subiendo las tasas de los plazos más largos para tentar a los inversores a optar por ellos. La misma conducta viene siguiendo en el mercado secundario, donde se interviene para sostener las tasas. Así, la autoridad monetaria busca distribuir de forma más equitativa y alargar los vencimientos que debe enfrentar.
El BCRA comenzó a hacer subas en algunos plazos a partir de abril y aceleró la estrategia en los últimos dos meses. En la licitación de mayo, hubo alzas en todos los plazos. En comparación con la subasta del mes anterior, las mayores subas se dieron en los plazo de 217 días (+2,4%), 63 días (+2,25) y 91 días (+2,19). En la licitación de junio, en tanto, las tasas que más aumentaron fueron las de 147 días (+1,35%), 210 días (+1%) y 273 días (0,75%).
A medida que el BCRA sube las tasas de los plazos más largos y mantiene la de las Lebac cortas, la curva de rendimientos empieza a aplanarse. Si esta política continúa, finalmente las curva se desinvertirá. «Es lógico y deseable que la curva se normalice y que el BCRA empiece a pagar más por los plazos más largos que por los cortos. Además, a medida que el proceso de estabilización inflacionaria avance, la curva se tiene que ir normalizando», explicó Gabriel Caamaño, economista de Consultora Ledesma.
Juan Pablo Vera, operador de Tavelli y Cía., afirmó que la autoridad monetaria intenta descomprimir los vencimientos cortos. «Aunque no es preocupante, tener una vez por mes un vencimiento del 50% o 60% del instrumento es importante. Idealmente, ese número debería atomizarse un poco», consideró. Caamaño agregó: «En la medida en que el BCRA esté dispuesto a convalidar tasas más altas, los inversores van a invertir a mayor plazo».
Por su parte, un operador que pidió no ser identificado, opinó que las operaciones que el ente monetario hace en el mercado secundario resultan contraproducentes para su objetivo de estirar plazos. «El BCRA está todo el día moviendo las tasas. Esa volatilidad en las tasa largas hace que los inversores no se decidan a entrar porque siempre creen que habrá una mejor oportunidad más adelante. Debe ser más previsible», sostuvo.
Juan Pablo Vera no coincidió: «Hasta hoy, el que hizo roll over ganó pero ahora se está apuntando a que el inversor sienta atractivo por tasas de largo plazo, que hoy están en niveles de 23,7%. Hay entre 6 y 7 puntos de diferencia con un plazo fijo. Los institucionales, de hecho, ya están saltando a los tramos más largos porque entienden que es muy probable que el BCRA empiece a recortar las tasas de interés con mayor agresividad si la caída de precios se verifica».
Más allá de desarmar su posición en Lebac cortas, el organismo conducido por Federico Sturzenegger busca ofrecer tasas reales positivas aún para quienes no confían en sus metas de inflación y esperan que el avance de precios termine el año en 21,6%, tal como señaló el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM). «El BCRA se dio cuenta de que no puede hacer política monetaria sobre sus expectativas sino que debe actuar sobre las del mercado. Para el que espera una inflación de 21,6% en diciembre, las Lebac de largo plazo están ofreciendo un 4% por arriba de eso. Si el BCRA mantiene esta metodología de pagar tasas reales de acuerdo a las previsiones del REM, a la larga, podría lograr bajar las expectativas de inflación».