Los especialistas coincidieron en que, a pesar del endurecimiento de la política monetaria, la meta de inflación no se cumplirá y a cambio serán castigados la actividad y el tipo de cambio. Reconocen que el BCRA no tenía muchas alternativas.
Aún con esta suba no esperaría que la meta se cumpla
Por Eric Ritondale, economista jefe de Econviews
La decisión del Banco Central (BCRA) fue acomodar la tasa a lo que ya había hecho en el mercado secundario de Lebacs, con lo cual, sólo se convalidó lo que venía haciendo en las últimas semanas. De todas formas, hay que poner el énfasis donde corresponde y no es en esta suba sino en el recorte que hubo antes.
Si se observa la inflación core en CABA o en AMBA en los últimos tres meses, está clavada en 1,6%, y se mantiene en ese nivel desde hace más de seis meses. Es decir que no ha cambiado nada. Independientemente de que se tome el último dato como si contuviese información relevante, el BCRA se equivocó y por eso tuvo que revertir la decisión de bajar la tasa. Es evidente que existen otras cuestiones que se están viendo ahora.
Para cumplir la meta de inflación, el Central necesita un promedio mensual de 1%, por lo cual, está lejos cumplir con el objetivo que tiene estipulado. Da la sensación de que fue una meta demasiado optimista. De hecho, aún con esta suba, no esperaría que la meta se cumpla. Así quedó a mitad de camino. Dudo que esta suba de tasa cambie demasiado el número en el próximo relevamiento de inflación; la tasa compensaría alguna sorpresa inflacionaria de marzo, pero la expectativa para el resto del año va a seguir arriba de la meta, en torno a 20% y quizás un poco más. Es una situación incómoda y poco oportuna, no sólo porque es revertir una decisión tomada, la de bajar la tasa, sino porque la economía está empezando a moverse, vemos señales positivas. A esto también hay que sumarle la presión que ejerce sobre el tipo de cambio, ya que el peso seguirá apreciándose.
Creo que la desinflación va a tomar más tiempo, solamente con mover la tasa no alcanza. Espero un proceso más lento y estos datos confirman que va a ser mucho más difícil de lo que se esperaba el Central. El banco se entusiasmó de más a fines del año pasado, por eso dejaron las tasa de largo plazo de las Lebac en niveles bastante bajos respecto de la inflación esperada. Hubiera sido mucho mejor dejarla estable y se hubieran ahorrado este golpe de timón.
Hay que tener paciencia, todavía restan muchos años para lograr la inflación de un dígito.
Una suba menor podría haberse malinterpretado
Por Jorge Vasconcelos, de Fundación Mediterránea
El BCRA viene endureciendo su política monetaria desde mediados de marzo, interviniendo en el mercado secundario de Lebac y haciendo subir sus tasas en 250 puntos básicos. Desde ese momento, hubo dos malas noticias. Por un lado, el REM mostró una suba en las expectativas de inflación, que se ubicaron en 21,2%. Por el otro, los datos del Indec mostraron una aceleración de precios del 2,4% durante marzo, y el subrubro «alimentos y bebidas» subió 3%. Con un dólar en baja, estas fueron dos señales muy preocupantes para la estabilización. Con este combo, estaba todo dado como para que el BCRA endureciera un poco más su política respecto de lo que venía haciendo.
En ese marco, la medida no me sorprendió, aunque sí lo hizo su magnitud. Si bien entiendo que al BCRA no le gustaría mantener esta tasa durante todo el año, creo que el organismo quiso demostrar que va en serio con su objetivo de bajar la inflación. Tratando de racionalizarlo, si el alza hubiera sido menor a 150 puntos básicos, el gesto podría haber sido interpretado como timorato. Y lo peor que puede pasar luego de una suba de tasas es que el mercado piense que no es la última y que entonces entienda que la inflación va a seguir avanzando.
Me parece que el BCRA todavía tiene credibilidad como para tomar estas medidas. Para la industria va a ser una muy mala noticia porque sube el costo de financiamiento y probablemente genere una baja adicional en el dólar. Si el BCRA logra bajar la tasa en un mes o un mes y medio, la estrategia habrá funcionado. Creo que el organismo es optimista y, de hecho, las negociaciones salariales se están acomodando a sus metas de inflación.
Sin embargo, en este momento del año, la política fiscal va en contra de la monetaria, con el gasto expandiéndose a un ritmo del 38,5% interanual. Por otra parte, la economía sigue siendo muy rígida del lado de la oferta, con poca competencia. En ese sentido, el Gobierno tiene responsabilidades que no se le pueden imputar al Central. En el segundo semestre, el frente fiscal debería ser menos expansivo y, si los shock de oferta empezaran a suceder, la inflación podría volver a un sendero más parecido al que quiere el BCRA.
Se refuerza el carry trade y el escenario de dólar tranquilo
Por Federico Furiase, economista
Una vez más, el BCRA priorizó la construcción de reputación y el intento de anclar las expectativas de inflación mientras se suben tarifas y se negocian salarios, endureciendo la señal de tasas para seguir retirando liquidez del mercado. El BCRA estaba en un corner: una decisión de tasas en un contexto de recuperación débil de la actividad y de aumento transitorio en las expectativas de inflación que están en 21,2% interanual en 2017 para el IPC GBA nivel general, según el REM de marzo y en la inflación de marzo por los efectos de primera y segunda ronda de la suba de tarifas, junto con el impacto de alimentos frescos y educación.
Creo que en el corto plazo hay tensiones entre recortar el déficit vía suba de tarifas, bajar la inflación con la señal de tasa de interés y maximizar el crecimiento económico. Al endurecer la política monetaria, se intenta domar un proceso inflacionario que en buena parte tiene origen en una inflación de costos por la suba de tarifas y no de demanda. Se refuerzan así transitoriamente los incentivos al carry trade y el escenario de dólar tranquilo en tanto continúe el ingreso de divisas por deuda y cosecha pero a costa de dar señales negativas para la acumulación de inventarios de las empresas y al consumo de las familias, frente a la alternativa de colocar ingresos en tasa real positiva. Así, el instrumento de la tasa de interés para anclar las expectativas de inflación hacia la meta apunta a enfriar la recuperación para bajar el margen que tienen las empresas para trasladar a precios el aumento de los costos.
Desde marzo, con la intervención fuerte del BCRA vendiendo Lebacs en los mercados secundarios para subir la tasa implícita hasta la zona de 24% y retirar pesos del mercado, la tasa de pases pasivos se había quedado corta y los bancos fueron desarmando pases contra Lebacs. Con esta suba de 150 puntos básicos, la tasa de pases pasivos a 7 días y la de las Lebacs de corto plazo quedaron más arbitradas, con lo cual los dos canales de esterilización podrían volver a funcionar retirando pesos del mercado mientras el ingreso de dólares financieros, del blanqueo y de la cosecha mantengan aplacadas las expectativas de devaluación.
Además de no cumplir la meta, se castigará a la actividad económica
Por Rodrigo Álvarez, director de Analytica
Considero que la suba de tasas llega en mal momento. Creo que el Banco Central está sobrerreaccionando porque la meta evidentemente está quedando debajo de la inflación que vamos a tener este año, de entre 20% 21%, por ahora.
El problema es el pecado original, fue haber puesto la meta en 17% cuando sabíamos que es un año en que algunos precios, como los de servicios públicos, tenían ajustes pendientes. Esto claramente no tiene que ver con la política monetaria; hubo una falta de coordinación en la política económica. Cuando el BCRA fijó la meta debería haber tomado en consideración al resto de los ministerios, en especial al de Energía, para saber de cuánto iban a ser puntualmente los aumentos.
Como consecuencia de la suba de tasa creo que hay dos riesgos inminentes. Cuando se endurecen las políticas aumenta el costo del capital, la actividad sufre, el costo de oportunidad es más alto, la demanda se resiente; ese es el primer costo. El segundo tiene que ver con la bicicleta financiera o el atractivo del negocio financiero, probablemente veamos una presión mayor a la baja en el tipo de cambio, una mayor apreciación cambiaria.
Si bien es cierto que el BCRA se está jugando la reputación, ya que en un régimen de metas de inflación esto es muy importante, el problema no es lo que debería hacer para llegar al objetivo, sino que para determinar la meta no se tuvo en cuenta la situación y el marco. Esto no es una responsabilidad exclusiva del Central, sino de la relación con otros ministerios.
La otra crítica subyacente es que no se puede confiar en un solo instrumento para frenar la inflación. Corregir la meta no es una variable hoy, pero tampoco lo es subir la tasa de interés. Creo que el impacto del incremento no mejorará la dinámica: de todas formas no se cumplirá la meta de inflación y por si fuera poco se castigará a la actividad económica.
El Provincia hizo punta con primera emisión de bono UVA
Banco Provincia se convirtió en la primera entidad del sistema financiero local en colocar deuda en UVA dentro del mercado de valores, tras captar 1.032 millones de pesos a un plazo de 36 meses con una tasa fija del 2,5% y una oferta que superó los 1.553 millones.
Recientemente, las entidades fueron habilitadas a emitir deuda con este tipo de ajuste para calzar mejor el fondeo con la creciente demanda de créditos hipotecarios que ajustan por inflación y dado el bajo stock de depósitos bancarios UVA.
La emisión de la clase en UVA se combinó con la colocación de otras dos clases de títulos en pesos, por un monto de $ 463 millones. Se emitió a 18 y 48 meses de plazo, con tasas variables de 2,25% y 3% sobre Badlar, respectivamente. En total, entre las tres clases, Banco Provincia colocó $ 1.496 millones y recibió ofertas por más de $ 2.150 millones.
«Decidimos conseguir fondeo de mediano plazo y así lograr un mejor calce entre activos y pasivos en UVA, de modo de seguir liderando la colocación de este tipo de préstamos a través de las líneas de préstamos para automotores e hipotecarios UVA implementadas por el Banco», destacó Curutchet. Esta fue la segunda vez en su historia que Banco Provincia emite deuda, luego de la exitosa colocación realizada en noviembre último, donde se captaron 410 millones de pesos con resultados que superaron las expectativas iniciales.